Un simple compromiso.

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—No lo se... No puedo enamorarme de él, bueno...—Froto su rostro sobre una almohada en la cual esta recostado—Además ¿como saber si a él le gustan los hombres? ¿Como se si le gusto yo?

Sus pensamientos volaron a ese mismo día mas temprano, recordando lo ocurrido:

Estoy realmente agradecido con el hecho de que me hayas traído en tu auto hasta mi casa pero no era necesario que me trajeras hasta la entrada de mi casa...—Explico el conejo con un sencillo pero dulce sonrojo adornando sus mejillas.

—¿Quien ha dicho que te llevare a la entrada de tu casa? —Dijo con una sonrisa amplia el pollo—Te llevare hasta tu cama...—Dijo divertido.

—¿Eh? —El sonrojo en las mejillas del conejo se intensificó cosa que provocó ternura en los pensamientos de su fuerte caballero que lo llevaba en su espalda—Queria preguntarte algo..., Byung—Dijo nervioso mientras era colocado con cuidado en su cama.

—Dime...—Dijo con una sonrisa mientras acomodaba una almohada bajo el tobillo vendado de Chan Hee.

—Mi tobillo tiene un calcetín...  ¿De donde lo sacaste?—Byung sonrió de lado y toco suavemente la punta del dedo más gordito de Chan Hee.

—El medico dijo que seria mejor mantenerlo abrigado, de lo contrario podría dolerte mucho. Siento que no sea tan a la moda o que combine con tu vestuario... Lo conseguí en la tienda de regalos del hospital.

—¿Eh? Pero me gusta mucho, mantiene mi pie muy tibio —Dijo moviendo un poco los dedos del pie—¿Venden esta clase de cosas en una tienda de regalos del hospital?

—Si, claro que lo venden—Sonrió amplió.

—¿De verdad? ¿Y donde esta la pareja de este calcetín?

—La perdí.

—¿La perdiste?

—Es suficiente, haces muchas preguntas, debes descansar...—Evadió la pregunta y siguió dedicando su suave sonrisa.

—Regresaras al trabajo ¿cierto? ¿hice que te retrasaras?

—No, para nada—Mintió —Esta bien no me falta mucho—Continuo con la mentira—Tú debes descansar, yo vendré en la tarde a...—Se detuvo un momento y paso su mano por su lacio y desordenado cabello—A informarte cualquier cosa de la empresa...

—Hoy no tenia que ir a la empresa, es mi día libre—Agrego inocente Chan Hee—Pero si quieres venir yo...

—¿Puedo hacerlo?—Cuestionó Byung, siendo mas una afirmación mientras aun se sostenía la cabeza, desde la frente, por debajo de todo su cabello.

—Si, solo si terminas tu trabajo y no estas muy cansado...

—Lo haré y puedo asegurarte que no estaré cansado...—Byung guiñó su ojo para Chan Hee quien sonrió para él.

Byung salió de la casa de Chan Hee tratando de bajar un poco mas su pantalón de un lado para abrigarse, ya que le hacia falta uno de sus calcetines.

Salió de sus pensamientos recordando que su tobillo seguía siendo protegido y abrigado por aquel calcetín de color negro, que a pesar de ser un tanto mas grande, se sentía cómodo con él, se sentía bien.

—¿Tu crees... que tenga una posibilidad?

Pregunto, aun hablando con su único compañero, un pequeño perro de no mas de treinta y cinco centímetros de largo que lo miraba atento y con unos ojos preocupados al escuchar las mil y una historias de su amo suspirando enamorado.

NUNCA FUE MI DECISIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora