Soy Más Fuerte Que Tú (HTF FanFic)

Capítulo 4: ¿Cómo He Podido...?

No podía ser verdad... ¿Cómo podía haber caído tan bajo...? ¿Cómo... Por qué había ayudado a mi MAYOR enemigo...?
Splendid se encontraba tumbado en el sofá del salón de mi casa, descansando y recuperándose. Supuestamente tenía que haberle dejado en aquel maldito callejón oscuro, y que muriera el sólo, desangrado... Pero algo me obligaba a traerlo a mi casa...
Había pasado ya media hora, y él seguía igual; estaba inconsciente, y respiraba con dificultad. Todo el tiempo que él llevaba aquí se me estaba haciendo eterno.
Yo estaba sentado en el suelo, con las manos en la cabeza, detrás del sofá donde estaba Splendid. Intentaba pensar en algo, qué podía hacer ahora, pero no se me ocurría nada. Y la respiración de ese idiota no me ayudaba para nada. Obviamente, guardé la Cryptonuez en una caja que se encontraba al lado mía, así por lo menos no le afectaría.
Me levanté del suelo, y miré detrás mía para ver cómo se encontraba; tenía la cara muy roja, y seguía respirando muy fuerte. Puse mi mano en su cara, y estaba ardiendo, así que pensé que tendría fiebre. No quise llevarlo al hospital, porque no le atenderían, básicamente porque le llevaba yo, y era probable que nos matasen allí mismo a ambos... ¡Pero aún así no le llevaría!

-Me vas a dar más problemas así... - Dije para mí mismo.

No quise curarle, ni mucho menos, pero mi conciencia no estaba tranquila... Así que, después de unos minutos mirándole con pena, decidí ponerle algo hielo, para que le bajase un poco la fiebre, y después de un rato lo aparté.
Para mi sorpresa, ya estaba abriendo los ojos, y no sabía si eso era bueno o malo, pero no dude en poner cerca mía la Cryptonuez, por si acaso. A duras penas, abría los ojos. Mierda... ¿Qué hago ahora? Me senté en una silla que se encontraba al lado mía, mientras esperaba a que reaccionara. Cuando ya habló...

-¿Q-qué ha-hago aquí...? - Dijo cansado.

"A mí me lo preguntas..." - Pensé.

-¿Me has traído tú aquí? - Me preguntó con los ojos medio cerrados.

Sin quererlo mis mejillas estaban sonrojadas, ni siquiera me había dado cuenta de eso.

-¡B-Bueno... Si! ¡Y ni siquiera sé por qué lo he hecho!

-¿También me quieres...? - Dijo mientras se frotaba un ojo.

-¿¡A qué viene eso ahora!? ¡P-pues claro que no!

-Pues tu cara sonrojada no te ayuda.

Puse mi mano en mi mejilla, estaba ardiendo.

-¡N-no es por eso! - Me levanté de la silla, saqué un arma y le apunté. - ¡Lárgate de aquí!

Se levantó del sofá y caminó hacia a mi, otra vez con esa sonrisa que tanto odiaba y apartó el arma que sostenía. No pude reaccionar a lo que hizo... Me besó...

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(ง ˙ω˙)ว Empesamoh con lo gueno~