Capítulo 9. Cameron regresa a Londres.

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   No tengo palabras para describir la noche que tuve ayer, gracias a todo lo bueno hoy no tengo clases porque de lo contrario hubiera llegado tarde. Caí en un sueño profundo y al despertar me encontraba cómodamente entre los brazos tatuados de Cameron, el se veía tan hermoso dormido que tenía miedo de moverme y despertarlo pero no pasó mucho para que el despertara.

— Buenos días —le digo con una sonrisa mientras el me mira y sonríe algo adormilado.
— Buenos días pequeña —dice a duras penas y deja un beso en mi frente.
— ¿Cómo dormiste? —pregunto acariciando delicadamente su mejilla.
— De maravilla, nunca había dormido tan bien —responde con una sonrisa ladina, parece que ya se terminó de despertar porque me ha pegado más a su cuerpo, sus manos bajaron hasta mis nalgas y las apretaron suavemente.
— Veo que ya estas totalmente despierto —digo riendo un poco.
— Me quitas el sueño —ahora sonríe amplio mirándome a los ojos— Eres como un café para mi —admite.
— Pero quien te viera diciendo cosas así, a primera vista cualquiera piensa que no tienes corazón —bromeo dándome vuelta en la cama para tomar su camisa del piso y colocármela, me la arreglo un poco y al levantarme no puedo evitar reír por lo enorme que me queda— Siento que estoy usando vestido igual que ayer —tomo mis bragas y me las coloco.
— Mmm... Pues a mi me gusta como te queda, deberías usar más mi ropa —habla mientras coge su bóxer y se lo coloca.
— Quizás lo haga —respondo recogiéndome parte del cabello en una cola a la vez que camino hacia el baño para cepillarme y luego hacer el desayuno.

   Liz no ha despertado aún, no pienso despertarla porque siento que anoche no la debí haber dejado dormir, en fin freiré unos huevos, unas tocinetas, tostaré unos panes, pondré algo de queso a un lado y ese será el desayuno, colocare jugo de naranja también. Me puse a preparar todo lo más rápido posible porque muero de hambre, una vez que estuvo todo listo, lo serví y coloque en la mesa, cuando termine de colocar todo vi a Cam venir completamente vestido y tomar asiento mientras hablaba por teléfono, me senté a su lado en silencio hasta que colgó.

— Regresaré a Londres hoy, tengo que atender unas cosas de los negocios —dice obstinado mientras comienza a comer— Disculpa, buen apetito pequeña —
— Buen apetito Cam —respondo empezando a comer también— No te preocupes por eso, más bien yo debería agradecerte por quedarte, imagino tienes mucho que hacer —le digo mientras tomo el vaso con jugo de naranja, lo acercó a mis labios y bebo de este.
— No quiero irme —hace un pequeño puchero— Ni se cuando voy a volver —me acerco a dejar un beso pequeño en su puchero y lo miro a los ojos.
—Podría viajar para allá un fin de semana si quieres y si no estoy muy llena —
— Eso me parece bien, espero que ese fin de semana yo no me esté muriendo en reuniones —hace una mueca a la vez que bebe del jugo.
— Lo único es que necesitaría que me dijeses si vas a estar en el apartamento que está en el edificio donde viven mis padres o si estarás en tu casa —comenté retomando mi comida.
— Dudo estar en el apartamento, de hecho lo voy a vender —suspira rodando los ojos— Lo había comprado para alejarme de mi hermano, no se como encontró la dirección y va a joderme la vida allá también —
Hice una mueca negando un par de veces— Tu hermano necesita ayuda —
— ¿Crees que no lo se? Le he ofrecido ayuda, e intentado llevarlo a un psicólogo o psiquiatra pero nada no se deja —responde con un tono alterado a la vez que hace un ademán con las manos y luego apoya su cabeza en estás negando un par de veces— E intentado hacerlo reaccionar yo mismo y nada, no hay nada de lo que solía ser dentro de el, es un caso perdido... —dice en un tono bajo.
— No lo es —suspiré mirándolo mientras acariciaba su espalda con mis dedos— Algún día se recuperará, ya verás que si, todos tenemos nuestros demonios con los que pelear —finalicé mi desayuno, me levanté y fui al fregadero a lavar el plato.

   Al cabo de un rato Cam terminó también, me dejo el plato y me abrazó fuerte por la espalda mientras lavaba, al finalizar me voltee como pude para abrazarlo también, me puse en puntillas y dejé un beso pequeño en sus labios.

No way outDonde viven las historias. Descúbrelo ahora