Capitulo 1:" Las Reglas Del Juego"

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Los días continuaban pasando con aquella cadencia absurda e irritante, hasta que un día cualquiera fuimos convocados por Dimitri de vuelta nuestro antiguo hogar, habían pasado años desde nuestro último juego por lo que todos teníamos gran curiosidad de saber el motivo de su llamado, salí de mi escondite y me presente a la reunión, al llegar me quedé en silencio un buen rato observando a mis compañeros, todos habíamos cambiado tanto, la locura se había apoderado de todos no solo de Dimitri, la unica diferencia era que todos la expresabamos de distinta manera, al ver a Dimitri en su cuarteado trono llegó a mi mente la imagen de antaño, de un dios apuesto y alegre que incluso me había cortejado, sin embargo ahora su largo cabello azabache no alcanzaba a cubrir del todo la enorme cortada de su boca, la cual se había hecho con su propia espada en un momento de locura, se había obsesionado con la idea de que ya nadie sonreía y el hizo aquello para estar siempre sonriente, sus ropas que habían sido de un blanco pulcro, ahora eran de un lastimoso gris cenizo, con dolor miré también a mi hermano, que al ver la manera tan salvaje y atroz en que los humanos hacían justicia por su propia mano, derramando incluso sangre inocente, había perdido el juicio y se había despojado de sus poderosos ojos, los cuales había escondido, ahora llevaba solo una venda para cubrir sus vacias cuencas, aun podía aun sentir aquellas injusticias pero era mas facil para el ignorarlas si no las veía, su tunica ahora de un azul apagado yacía hecha girones sin que le importase, sin embargo Mirela no había sufrido deterioro fisico alguno, se veía igual que siempre con su elegante vestido negro, y su cabello azabache bien estilizado, la vanidad era parte de ella y así el mundo cayera a pedazos eso no cambiaría jamás, pero la demencia yacía en su interior, se había apoderado de la fuerza de la discordia y hacía que los humanos se mataran entre si por mera diversión, yo tampoco me habia deteriorado a nivel fisico, si había dejado la elegancia de lado y ahora llevaba sencillas ropas de un color crema muy suave, mis dorados rizos se hallaban atados en una trenza, y en cuanto a mi locura se había reflejado en el modo en que hacía que los humanos pasaran su vida sin un proposito, sin encontrar jamás su destino, era mi manera de sentir que alguien compartía mi frustración, en efecto , todos éramos insensatos, impuros, pero esperabamos que algún día llegara el momento de nuestra redención o por lo menos hallaramos un modo de terminar con nuestra miseria.

Al parecer en aquel momento a todos les había dado por divagar, ya que aunque estabamos todos nadie dijo cosa alguna, pasado un buen rato Dimitri nos miró con desquicio y se aprestó a hablar:

_______ Pero que tontería no lo creen? tantos años pudriendome aquí solo y resulta que lo único que tenía que hacer era llamarlos, pero descuiden ya no hay tiempo para viejos rencores, los he reunido aquí para tratar un asunto trascendental, verán he hablado con mi hermana y al fin ha encontrado un modo de acabar con nuestra miseria, pero para eso debemos jugar un último juego, y esta vez será a muerte, pero la peculiaridad que tenemos como dioses es que no podemos morir por causas naturales o quitarnos la vida, la única manera de morir para nosotros es sacrificarnos por alguien, así que eso me dio una idea formidable, elegí a cuatro jóvenes humanos, cada uno de ellos será nuestro protegido, o mejor dicho nuestra pieza a mover, pero para no repetir los errores del pasado esta vez cambiaremos las reglas, no solo los manejaremos, nos presentaremos ante ellos y compartiremos parte de nuestro poder con ellos, y aqui viene la mejor parte, si  nuestro protegido o alguno de nosotros se encuentra en peligro, entonces deberán elegir entre morir o salvar a su protegido el cual heredará sus poderes o seguir viviendo esta vida absurda, la descición dependerá de ustedes, y no hay opción de negarse, entonces que dicen, juagarán?

Todos estabamos atónitos ante tan demente propuesta, se hizo un largo silencio, y de pronto mi hermano dijo enfadado:

_______No te parece que tu demencia ha llegado demasiado lejos Dimitri, este mundo cada vez es peor y pretendes empeorarlo mas poniendolo en manos de simples humanos, no puedes hacer eso, además debes aceptar que si este se volvió un mundo sin ley la culpa fue de tu inepta hermana que hace que los humanos se maten entre si solo por aburrimiento, ella mató la justicia, ella me mató.

_______¡Calla Allister! No te atrevas a volver a hablar así de mi hermana, tu eres tan incompetente que no pudiste evitar que la justicia cayera en decadencia, eres un cobarde, tan solo elegiste cegarte en lugar de ocuparte de tus asuntos, así que no la culpes a ella por tu estupidez.

Ambos se levantaron dispuestos a pelear y Mierela miraba con una melevola sonrisa, yo me apresure a levantarme y tomar a mi hermano del brazo e intentando tranquilizarlo le dije:

_______Basta hermano, no tienes porque exaltarte, nadie de los presentes es inocente, todos hemos tenido culpa de la caída de este mundo, de nada sirve pelear entre nosotros, esto no arreglara nada.

Allister tomó mi mano y ambos volvimos a sentarnos, Mirela, encaramada en su viejo trono nos miró con petulancia y dijo:

_______Aun no han respondido, deben aceptar que es una buena oferta, yo preferiría morir que seguir pudriendome aquí, aunque claro hay quienes insisten en escudarse tras su falsa moral, y luego dicen que yo soy petulante, ja! pero en fin, dime Delancey vas a lloriquear igual que tu hermano?

_______Claro que no Mirela, por esta ocasión debo admitir que tienes razón, es mejor arriesgarnos que seguir con esta existencia vacía y sin proposito, así que acepto.

_______Si mi hermana acepta entonces yo también lo haré.

_______Gracias Allister.

_______Muy bien ahora que dejamos de lado las cortesías es momento de explicarles como funcionara esto, miren con atención por aquella ventana, verán alli a los cuatro jóvenes que elegí, ahora elijan con cuidado su pieza y una vez que lo hayan hecho les diré el resto.

Observamos por la ventana a los jóvenes por un largo rato, todos estabamos totalmente absortos, hasta que al fin hicimos nuestra elección, una vez que esto sucedió Dimitri nos dijo el resto de la reglas:

_______De acuerdo, espero que no se arrepientan de su elección, ahora les diré el resto, pueden presentarse ante su protegido como les plazca, incluso pueden despojarse de sus alas, guardarlas y dejarse ver por los humanos si así conviene a su estrategia, aunque mientras aun posean sus alas solo su protegido podrá verlos, pueden decir lo que deseen a sus protegidos, recuerden que son sus piezas así que podrán manejarlos como les plazca, pero deben saber que en este juego no habrá honor, pueden usar a sus protegidos contra los de los demás sin mesura, el punto de este juego es simplemente ver quien juega mejor sus cartas y prevalece al final, buena suerte compañeros y que gane el mejor.

Todos nos preparamos para nuestro arribo, yo abracé fuertemente a mi hermano, y luego me apresté a partir igual que el resto, era inverosímil que ahora el destino del mundo dependiera de un juego vulgar, pero así era, ya no había marcha atrás todos debíamos jugar a muerte, la compasión se había quedado muy atrás, aunque yo deseaba que si al final solo nuestros protegidos prevalecían, ellos fueran mejores dioses que nosotros, perdida aun en mis cavilaciones mejore un poco mi aspecto y me preparé para ir al encuentro con mi protegida, esperando que todo saliese lo mejor posible.


"El Apocalipsis De Los Dioses"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora