Loki, El Dios del Engaño

Capitulo 51: "Confesiones" Parte 2

— Yo creo que este es un buen lugar para hablar —dijo Sigyn deteniéndose

— Esta bien! aquí hablaremos!

Loki bajo del caballo y después tomo a Sigyn de la cintura para bajarla del su corsel...

El dios ató bien a su caballo para que este no se fuera, ambos caminaron y Sigyn se detuvo bajo un árbol grande que los cubría de los rayos del sol, bajo dicho árbol habían dos rocas grandes en las cuales se podían sentar sin ningún problema...

— Bien, como quieres que hagamos este pacto —pregunto Loki dando un fuerte suspiro

— Siéntate, primeramente ambos debemos jurar decirnos todo, absolutamente todo, y con toda la sinceridad que cada uno de nosotros pueda

— Esta bien, lo juro!

— Yo también lo juro!

— Pero antes de que comencemos a hablar, Que pasara con nosotros después de que salgan nuestros secretos?

— No pasara absolutamente nada, sea lo que sea no afectara la mas o menos buena relación que llevamos, lo prometo!

— Esta bien, eso me gusta! Pero Sigyn tengo miedo, que tal que después que sepas lo que te voy a decir cambies de opinión, no me gustaría que esto que estamos formando poco a poco se destruya

— Créeme que si no eres completamente sincero conmigo se destruirá, yo quiero sinceridad de tu parte

— Esta bien, que pase lo que tenga que pasar, Quien empieza? tu y yo?

— Ya que toque el tema en el comedor, empieza por hablarme de tu relación con Amora

— Esto es tan difícil, e incomodo, de que yo te hable de ella y mis amoríos

— Es necesario! Ademas las condiciones en las que tu y yo nos casamos no es para que yo me ponga exigente

— Bueno, todo empezó cuando ella me ayudo a matar a Zafrina y su amante Sven, la rabia atrapo mi alma y solo con matarlos con mis propias manos podría saciarlo, si no, no se que habría sido de mi, así que le pedí ayuda, ella siempre ha sido mi incondicional desde que nos conocimos, su lealtad hacia a mi no tiene fin, y yo me aproveche de eso orillandola a cometer el crimen que hicimos, ambos fuimos al palacio de Vanaheim, ambos nos llevamos a la fuerza a ese par de mentirosos, los llevamos a un lugar que no pertenece a ningún mundo, Amora no hizo nada, solo dejo que me desquitara, yo mate a ambos con mis propias manos, y cuando lo hice y vi muerta a la mujer que amaba me arrepentí, y me sentí lo peor del universo, pero al mismo tiempo me hice el fuerte y para no dejar huellas desintegre por completo los cuerpos de esos dos, nunca los encontraran, y nunca sabrán que paso, de eso estoy seguro, luego Amora me confeso que me quería y yo con tal de sacarme ya la tristeza, acudí a sus brazos, ella acepto y a partir de ese momento nos hicimos amantes, hasta la fecha, o bueno hasta antier que, yo acepte tu ayuda y se lo confesé, ella se enojo y pues hasta ahorita no he hablado con ella.

— Entiendo, bueno el secreto que yo tengo es algo parecido, yo también he matado a alguien

— Que? Tu, siendo alguien tan dulce, buena y tierna

— Si, siendo todo eso llevo en mi conciencia una muerte, y toda mi vida ha sido una mentira —dijo la diosa con lagrimas en los ojos!

— Si es difícil para ti decirlo no lo hagas

— No, ya estamos en este pacto y tenemos que hacerlo por muy doloroso que sea, pues hice un hechizo para los dos que si no decimos absolutamente todo, un dolor recorrerá nuestro cuerpo que no aguantaremos