Capítulo 21

770 61 37
                                    

Hailey





Después de mandarle literalmente mil mensajes a Justin y ver que no hay respuesta alguna, decido darme una ducha muy larga y relajante para despejarme un poco la mente. No pude dormir por estar pensando en todas las razones que hay por las que podría haber tomado una actitud tan indiferente después del día tan increíble que tuvimos y eso me preocupa en verdad bastante. No habíamos tenido ninguna discusión, pelea o conflicto, él empezó a actuar diferente en el momento en que apareció Kimberly y no entiendo sus motivos.

Tal vez debería dejar de preocuparme por cosas que en realidad no tienen tanta importancia pero no puedo, siempre sucede lo mismo y me estoy empezando a desesperar.

En un momento estamos bien; pasamos momentos inolvidables, reímos, nos divertimos e incluso bromeamos de vez en cuando. Pero en un segundo pasa algo que siempre hace que Justin se distancie conmigo. Siempre dejamos de hablar por mínimo una semana, sí no es que más y temo que está vez pase lo mismo, así que para evitar que pase cualquier cosa y asegurarme de que sigamos bien después de todo, decido hablar con él sobre esto en cuanto lo vea, entre más rápido mucho mejor.

Me deshago de todos mis pensamientos por un momento y dejo que el agua de la regadera recorra mi cuerpo, concentrándome únicamente en que ésta quite los nervios que abundan en mi cuello y hombros y para mi gran sorpresa surte el efecto deseado.

Hoy quedé de salir con Lucky a tomar un café a la plaza de la ciudad así que me visto y arreglo rápidamente.

Después de 10 minutos Lucky llega a recogerme y durante el trayecto hacia la plaza no hablamos para nada, él me mira un poco de reojo y yo no hago más que mirar por la ventanilla del automóvil, total y completamente perdida en un mar de pensamientos.





(...)






Llegamos al local en donde anuncia un gran letrero verde el nombre Starbucks. Entramos y tomamos asiento en una de las mesas cercanas al aparador. Son cerca de las 04:00 p.m. así que aún no hay muchas personas.

Pido lo de siempre; mi frapuccino de mocha light favorito. Lucky pide uno de caramelo y ambos esperamos por nuestras bebidas.

Me recargo en el cómodo y esponjoso sillón de la cafetería y opto por seguir con la misma postura a la que tenía cuando veníamos hacia acá. No parece funcionarme por mucho tiempo debido a que Lucky se queda mirándome directamente a la cara por varios segundos y después se voltea. Repite esto unas cuantas veces hasta que por fin habla.

—¿Ya me dirás qué es lo que te tiene tan inquieta y antipática? —pregunta, ésta vez posicionándose para quedar exactamente en frente de mi.

Quería contarle a Lucky que estaba comenzando a sentir cosas por Justin que no podía controlar en lo absoluto, quería hablarle acerca de como me besó el día de la primera fiesta, antes de irme con él, deseaba contarle que después de eso volvió a besarme de nuevo y dejo de hablarme durante algunos días, de lo bien que se sentía que me tomara de la cintura y me acercara a él aunque han sido pocas las veces que lo ha hecho, es simplemente inexplicable la sensación que se experimenta, quería platicarle también sobre como ayer nos la pasamos increíble jugando boliche y lo maravilloso que era tener sus manos sobre las mías mientras hacíamos un tiro, también contarle sobre como todo eso se esfumó cuando Kimberly apareció y su actitud tan rara después de eso, pero alguna razón inexplicable me lo impedía, por más que me muriera de ganas por hablarle sobre todo eso que estaba sintiendo no lo iba a hacer.

Infinity.© | J.B. (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora