Capítulo 20

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Narra Justin.











Llegamos al ''Mía's Restaurant'', el lugar en el que hice la reservación (aunque realmente no fue tan difícil, ya que la dueña es amiga mía desde que éramos pequeños), y en la entrada le doy mi nombre a la señorita para que nos dé nuestro sitio. Nos dirige hasta una mesa que está entre las de en medio del restaurante, el cual no se encuentra tan lleno pero tampoco completamente sólo. Retiro la silla de Hailey para que tome asiento y yo me coloco en la mía, la señorita nos trae la carta y comenzamos a observarla detenidamente para saber que ordenar. Aquí hacen una comida excelente y sobre todo muy clásica, así que nos decidimos por unas alitas con salsa BBQ para los dos y también pido una botella de vino rosado, que es el favorito de Hails.

Comenzamos a platicar un rato en lo que traen nuestra comida y como es de costumbre siempre que vengo aquí, aparece la adorable Mía moviéndome rudamente por los hombros, interrumpiendo nuestra charla.

—¡Justin! —exclama Mía emocionada, con su voz chillona e irritable de siempre.

—¡Mía! —finjo una sonrisa y cara de sorpresa. Me levanto de mi silla y la abrazo mientras ella inserta un beso en cada una de mis mejillas, tal y como lo esperaba. Hailey frunce el ceño confundida y en ese momento recuerdo que ellas no se conocen, así que decido presentarlas pero Mía se adelanta.

—Ay Justin, tan desconsiderado como siempre, ¿no me vas a presentar a tu novia? —hace un puchero y la mira con ojos de ternura. Los dos nos ponemos algo nerviosos y sobre todo incómodos por como acaba de dirigirse hacia Hailey, como "mi novia", por lo que actúo rápido y ahora sí las presento como se debe.

—No es mi novia, tonta, es una amiga de la universidad. Su nombre es Hailey Baldwin y es compañera de habitación de tu queridísima mejor amiga Kendall —se acerca para presentarse y abraza muy fuerte a Hails tanto que casi parece que la quiere cargar, pero se separa cuando escucha que comparte habitación con Kendall.

—¿Qué? —finge estar ofendida— ¿por qué la vida es tan mala y tienes que dormir con la putiJenner? —Hails ríe un poco por la ofensa a una de sus mejores amigas.

—No sabía que no se agradaban, pero créeme que yo no tengo ningún problema con eso, sé que a veces Keni puede ser bastante insoportable y admito que comprendo un poco que te caiga mal —Mía sonríe muy orgullosa de las palabras que acaba de decir mi chica.

—En verdad me agrada escuchar eso, al menos ahora me doy cuenta de que no eres una zorra barata como ella —se vuelve a reír Hails pero esta vez un poco más fuerte y Mía se une a ella. Nos dice que disfrutemos la comida y repite como mil veces que está para cualquier cosa que necesitemos antes de marcharse y volver a abrazar a Hailey diciendo que tiene que volver a verla antes de que nos vayamos, sólo asentimos un par de veces y le agradecemos.

Un momento después llega nuestra comida y veo que en verdad le ha agradado Hailey a Mía ya que nos mandó la orden especial de alitas. Comenzamos a comer y continuamos la plática que antes fue interrumpida.

—¿Por qué se caen tan mal Mía y Kendall? —pregunta Hails después de comerse la primer alita.

—Hay una historia que ya viene desde varios años atrás, cuando Kendall y su familia recién se habían mudado a la ciudad —comienzo a contarle —, para esos tiempos Mía aún no abría el restaurante y su madre estaba bastante enferma así que tuvo que buscar trabajo urgentemente apenas teniendo 16 años. La familia Jenner como sabes es muy rica y de darse varios lujos por lo que estaban buscando una persona para que les hiciera el aseo en la casa y cuando Mía se enteró del puesto y la paga que tenía éste, inmediatamente llevó una solicitud de empleo y la aceptaron. Tenía ya ocho meses trabajando para ellos cuando comenzaron los conflictos. Kendall estaba para esos tiempos con un chico, su nombre era Darío, toda una nena para ser exacto, y terminaron. Una semana después Darío comenzó a buscar a Mía por que resulta que siempre le había atraído, y se hicieron novios. Cuando Ken se enteró ya te has de imaginar como reaccionó. Se puso como una completa loca. Les mintió a sus padres acerca de cosas que supuestamente le empezaban a faltar, y no cualquier cosa si no joyas carísimas, en verdad jamás supe como le hizo para convencerlos de que decía la verdad pero terminaron despidiendo a Mía. Se deprimió bastante ya que con la mayor parte de su sueldo estaba pagando las medicinas de su madre y con la otra parte se mantenían, y sin el empleo se había quedado técnicamente sin nada. Darío como también era un niño rico y era novio de Mía no tuvo ningún problema con ayudarla en todos los gastos en lo que conseguía un trabajo decente. Kendall se enojó tanto que terminó acostándose con el hermano de Mía, una de las cosas más preciadas que ésta tenía —Hailey se queda por milésima vez con la boca abierta durante el tiempo que relaté la tan famosísima pelea Jenner-Winston.

Infinity.© | J.B. (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora