Capitulo 13: ¿Adios?, no.

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Los cuatro miraban fijamente el cuerpo. No se movía.

Tikki abrazó a Plagg mientras lloraba. No podía creer que no hubiese funcionado. Dejaba salir sus lágrimas a raudales, quería desahogarse, no quería dejar todo ese dolor atrapado allí dentro.

Adrien cerró sus ojos, y llegaron a su mente todos aquellos momentos junto a ella. Las risas, los reproches, riñas, sonrisas... Su sonrisa, tan risueña, mirada soñadora y mejillas sonrojadas.

Alguien sujetó uno de sus dedos, un tacto frío. El chico abril los ojos, esa mano...

El pecho de la chica subía y bajaba, de forma leve, pero lo hacía.

Sabine, sorprendida, quito el paño del rostro de su hija.

Entonces, sus ojos se abrieron poco a poco, y una suave sonrisa se formó en sus pálidos labios.

-Hola... Adrien.

Lágrimas se desbordaron de aquellos ojos verdes esmeralda mientras observaban con vigor que ella había despertado, que había vuelto.

Él la abrazó, como si en cualquier momento ella fuese a esfumarse.

Tiki sonrió entre lágrimas, miró a Plagg y le dijo.

-Voy a por Alya y Anna.- Dijo, para luego correr.

Adrien no hacía más que agradecer al cielo y a todos los ángeles el haber escuchado sus plegarias. Él no podía hacer más que estrecharla entre sus brazos y decirle cuánto la quería, cuanto miedo sentía de perderla, de lo idiota que era.

-No hay nada que perdonar, Adrien. - Ella dibujó una sonrisa y se separó para mirarlo a los ojos.

-Si, si que lo hay. Fuí un idiota, un cabezota. No soporto la sola idea de lágrimas cayendo por tus mejillas, Mari. Pensé que te había perdido.

-¿Estas tonto o qué?, yo nunca te dejaría solo, estupido gato.

En menos de diez segundos, Alya y Anna se encontraban sobre Marinette, abrazándola y diciéndole cuanto la querían y lo muy asustada que había estado. Nathanaël observada desde un lugar junto a Plagg,mientras sostenía a una niña que ni tendría más de dos años, con una pierna vendada, y dormida.

-Cuanto me alegra que Marinette haya despertado. - Murmuró para si mismo el pelirrojo.

-Esa chica es una gata, tiene nueve vidas. - Rió Plagg, apoyándose en la puerta.

-¿Y?- Preguntó Anna, mirando sonriente a su amiga.

-¿"Y" qué?

-¿Cuando la boda? - Preguntó la rubia, apuntando a su hermano.

Adrien se sonrojó hasta más no poder y miró a otro lado. A veces su hermana podía ser tan indiscreta.

-¡A-Anna p-pero que pregunta! - Dijo la ojiazul, con una sonrisa nerviosa y el rostro colorado.

"Cabello oscuro cual noche
Ojos azul cielo
¿Quien se esconde?, me pregunto
Bajo ese tupido velo.
Cuanto quisiera que correspondas a este amor sincero
Y que tu dispongas
A pasar conmigo
Un san Valentin entero... "

Marinette miró al rubio con ojos abiertos, mientras él la veía de reojo. Sus mejillas rojas lo delataban, él fue quien acababa de recitar aquel poema.

-...Je t'aime, my lady.

-Te has tardado un poco en descubrirlo...

-Lo mismo podría decir de ti, bichito.

-Eres un gato tonto.

-Pero soy tu gato tonto.

-Y yo tu bichito.

Tanto Alya como Anna y la señora Sabine miraban con una sonrisa. Al fin.

-Ya era hora, os habéis tardado mucho. - Dijo Sabine, dándole una pequeña palmada en la espalda al rubio. - Más te vale la cuides bien, le encanta meterse en problemas.

-Tranquila suegrita que la cuidaré bien.

-Oye, ¿como que suegra?, yo aún no pasó de los 45 para tu información.

Anna apoyó su cabeza en el hombro de Nathanaël, y sonrió.

-Al fin tengo cuñada. Me gusta ver crecer la familia de esta forma.

-Y nosotros también la agrandaremos.

Ella miró al chico con una ceja alzada, para luego sonrojarse.

-H-hablas de... ¿Casarnos y tener...?

-¿Hijos?, si.- El sacó de su bolsillo algo, y se lo extendió a la rubia.

Era un anillo, plateado con una piedra verde.

-Quiero que seas mi novia, y no solo eso. Cuando acabemos la preparatoria, quiero que te cases conmigo.

Ella se lanzó sobre el pelirrojo y lo abrazó, con cuidado de no despertar a la niña.

-Y a esto se le llama, un final feliz.- Dijo Plagg, abrazando a Tikki.

-Y que lo digas.

Cendrillon [Miraculous Ladybug]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora