Psychopath // Troye Sivan

Epílogo

El funeral había llegado.

Los padres subieron al estrado para dar unas palabras en honor a su hija.

Aunque ellos nunca la quisieron.

Sentian que ahora tendrían un problema menos en sus vidas.

Troye la culpa era lo único que rondaba su mente desde hace dos meses.

Estaban a punto de comenzar a hablar cuando un chico de ojos azules se levanto y camino entre los bancos hacia el estrado.

No se presentó, no dijo nada, no pidió permiso para hablar.

Simplemente lo hizo.

"Era la chica rock, la que tenía oasis en la mirada y Nirvana en la sonrisa: a veces quería desaparecer en una canción; otras veces quería reconfortarse la vida, los huesos y el alma.

También estaba harta ya de dormir sola, aunque le encantaba, pero a veces decía que el frío le quemaba mucho.

Que las madrugadas a solas es como enfrentarse a si misma . Que lo que quería era que le pidiesen que nunca se fuese, y que le dijesen que no sabrían enfrentar sus miedos si no era con ella. Que les ayudase a pelear y a ganar o a perder guerras. A matar monstruos. Y a ver mil lunas llenas.

Por las noches jugaba con fuego se quemaba apagando velas con las yemas de los dedos, se iluminaba con la sonrisa de un triste: con esa magia que únicamente esas personas rotas que les ha ido mal en la vida conocen.

Era la chica de la que se enamoraría cualquier poeta.

Musa de las peores canciones, desastrosa y caótica.

Conocía la tristeza como la palma de su mano.

Hace y deshace la cama en un instante, igual que con su vida cuando la tiene armada: tal parece que la destruye en un abrir y cerrar de ojos.

A lo mejor le gustaba vivir en ruinas y le gustaba estar tan rota como la voz de Kurt"

Suspiro pesadamente, entre lágrimas.

Por fin le había dicho adiós como se lo merecía.

No palabras vacías sin sentido alguno.

Palabras que de verdad significaban algo.

Abrió los ojos y juró ver a Nara sonriéndole desde el otro lado de la habitación. Llevaba un vestido blanco e iba descalza, no habia sangre ni rastros de dolor. Simplemente paz.

Troye la miro y entonces se armó de valor.

Tal vez demasiado tarde, pero susurró.

-Te amo