desiderium sunt in cordibus nostris

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Chico guapo, cabello negro los mismos ojos.
-¡Tu! ¡Pervertido y acosador! Eres un mentiroso; ese no es tu nombre.- me levanté de mi banca y lo señalé.
-¿no? ¿Entonces dime cómo me llamo?- oh mierda... No me acuerdo.
-No es necesario decirlo...
-¿acaso no lo recuerdas? Oh espera, será porque en realidad ese es mi nombre.- ¿Qué le ha pasado a este hombre? Tenía una personalidad diferente en la mañana.
-Tu nombre es Alexander... Alexalel... Elezel... Okay, tal vez no me se el nombre que habías dicho en la mañana pero...
-¡ES SUFICIENTE JULIETA! ¡Vete por un reporte ahora mismo!- La profesora ha detenido la conversación.
-Hola Lea.
-¿Desde cuando ustedes dos se conocen?- "Roy" había saludado naturalmente a Lea.
-Desde hace mucho tiempo.-respondió Lea con una gran sonrisa en el rostro.
La clase había comenzado ¿me pregunto cómo fue que Lea y Roy se habrán conocido. Sin embargo sería genial que aquí hubiera algún romance entre ellos; genial ya casi terminan las clases solo cinco minutos; veamos... Que puedo hacer para el aburrimiento.
He buscado dentro de mi bolso para ver si encontraba algo, he encontrado mi psp, supongo que cinco minutos no sería problema. ...Loading... He entrado un rato a un juego online, he encontrado a unos cuantos jugadores y uno muy cerca de mi.
Por fin ha terminado la clase.
-Juli, ¿podrías venir un segundo con nosotros?- Enfrente mío se encontraba Lea y Roy.
-claro- supongo que me confesaran que están saliendo o algo por el estilo. Hemos llegado a un lugar muy solitario y abandonado fuera de la escuela. De repente Roy y Lea empezaron a brillar literalmente, sus cuerpos se transformaban y el tono de sus cabellos iba cambiando, las vestimentas se volvían blancas; ellos parecían seres mágicos sacados de algún cuento de hadas, lo más mágico fue cuando a cada uno de los dos les habían brotado un par de grandes, altas y blancas alas aunque... Roy solo tenía el ala derecha blanca y la otra negra, de hecho la mayoría no iba de acuerdo al color de sus extremidades, sus ojos también eran diferentes ya que uno era amarillo y el otro era rojo, una de sus manos era tan hermosa y masculina y la otra estaba tan oscura y con unas uñas largas y finas que seguro servirían para desgarrar la garganta de alguien en cambio Lea era diferente ella se veía tan hermosa y adorable.
-¿Qué clase de criatura eres?-pregunté muy sorprendida tocando las alas de Lea.
-Yo soy un ángel de prueba, hay muy pocos de nosotros ya que el mundo es un lugar de pecado, despiadado y cruel; nuestro objetivo es que la gente siga teniendo sus sueños y que la maldad de los demonios no se apoderen de ustedes, indefensos y tentados humanos. Sin embargo, Lezalel es otro tipo de Criatura, sería una ofensa decir que es un ángel o que es un demonio es más que claro decir que es un híbrido. Hijo de un ángel y un demonio un compromiso prohibido; aunque para pagar la condena de sus padres tiene que actuar como bien al mundo y ser tu "ángel guardián".
-la verdad no se que decir, estoy en shock.- dije acariciando las alas de Lea.
-¿Entonces como te llamo? Te hablo a ti, si tú el híbrido. ¿Roy, Lezalel, axel, alexander?
-Como a ti te parezca más cómodo.- dijo mientras jugaba con su psp.
-¿De dónde salió tanta amabilidad?- La transformación había desaparecido.
-Lea, ¿por qué me cuentas esto?
-porque eres las pocas personas en las que creerá en nosotros y nos ayudarás a completar nuestro objetivo.
-entonces... ¿Tengo que actuar como monja para que crean en ustedes?
-en nuestra raza, no es necesario ser una monja. Tienes ese sentido de esperanza y justicia que ayuda a cualquiera a seguir adelante.
-Eso en verdad halaga- Se oscurecía cada vez más- volvamos a casa.-dije tomando mis cosas y retirándome de aquel solitario y frío lugar. Muy bien, he llegado a mi casa.
Chequé mi bolso para tomar las llaves y desafortunadamente me había recién acordado que las había dejado dentro de la casa.
-hazte a un lado- Él híbrido había hecho un gesto de molestia y pasado frente mío, cuando sacó un par de llaves en su bolsillo de su pantalón, grande era mi impresión el manojo de llaves que yo tanto estaba buscando las tenía él; al final pasamos y Lea había venido con nosotros.
-¿Tus padres aún no vienen?-preguntó Lea después de dejar sus cosas encima de la mesa ubicada en el centro de la sala.
-No me hables de eso ahora. Es probable que ellos no vuelvan a llegar después de que encontraron un mejor trabajo en Inglaterra.- Tampoco quiero que vengan ¿qué dirían ellos de tener a un chico mitad ángel mitad demonio viviendo en mi casa? No se tragarían ese cuento. De todas formas ellos nunca están en casa, su trabajo es su orgullo no podría molestarlos ellos solo... Ellos solo quieren lo mejor para mí... -¿Qué pensarán ellos de tener un chico viviendo bajo el mismo techo que su hija? Es más ¿por qué siendo ángeles la gente los puede ver?
-Eso...- Lea desvío la mirada y siguió hablando con un tono muy desconcertante.- Hemos... Sido... Ex...Expulsados y culpados de alta traición y la verdad... Bueno...
-Venimos contigo por instrucciones de mayores, tenemos que conseguir el perdón de su excelencia La Diosa princesa dueña de los astros. En pocas palabras tienes que saber tus raíces y ayudarnos a regresar al mundo de los ángeles.- Habló Roy volviendo a jugar con su psp.
-Osea que soy... ¿Una Diosa?
-Ejem... De las cinco que faltan y que tienes que encontrar supongo que si.- respondió Lea.
-¿cinco que faltan?
-Diosa de la fertilidad, elemental, humanidad, guerra y muerte.- mencionó Roy despejándose del videojuego y poniéndome atención.- regrésame a mi cargo de embajador entre mundo demoniaco y el mundo de los ángeles.
-Lo siento... Yo no puedo hacer esto.
-Te hemos entregado tus poderes desde hoy para restaurar el mundo y encontrar a las cinco reinas.- Enserio esto suena como típico cómic, pero... ¿Poderes? ¡Eso es genial!
-¿Poderes? ¿Cuáles son?- pregunté.
-Puedes guardar constelaciones y cosas así.
-¿enserio?-pregunté muy emocionada.
-obvio no lo se, ni que yo fuera una diosa pff.- ¿se ha burlado de nuevo de mi? ¡Este chico!
Después de una larga plática se quedaron dormidos y yo pensando en aquello que tanta responsabilidad debía tomar ¿ser una Diosa? ¿Yo? Era tan fantástico e increíble que la verdad a lo último cuando me despedía de la luz de la luna y llegar hasta los sueños me dejo en conclusión que tan semejante problema no iba a ser arreglado por una simple chica y dos ángeles que han sido desterrados, supongo que pondré en juego mi futuro y haré de Diosa.

¿Quién eres en realidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora