27.05.16

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Lágrimas recorrían sus rojas mejillas, mientras delicados sollozos resonaban en la gran habitación, sus ojos estaban tan hinchados de tanto llorar y sus pequeñas manos sangraban por los golpes que había dado a los muros.

Ya nada tenía sentido, se sentía vacía, su motivo para vivir había dejado la tierra.

Cada que recordaba aquel momento no podía evitar llorar más y culparse por todo.

Si ella no hubiese dicho todo eso... Pero no hay vuelta atrás, el ya no existía, y ella respiraba pero no vivía.

Mis pensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora