Cinco

Capitulo 5

Robert siguió su camino hasta llevarme donde su carro estaba aparcado abrió la puerta conmigo en brazos, depositándome suavemente en el asiento del copiloto, sentí el sudor frio en mi frente cada vez que tenía ese dolor me desmayaba. No quería desmayarme, aunque quizás sería la mejor opción. Todo el trayecto hasta el hospital fue una tortura, todos los semáforo parecían estar en rojo. Entramos a urgencias un señor mayor nos atendió, al ver mi pie que estaba alterado me refirió donde un ortopeda, en todo ese tiempo Stuart estuvo conmigo.

Robert me llevo a mi casa a las 10:00pm mi madre casi se desmaya al verme la escayola puesta, sufre todos los días conmigo desde el accidente.

-amor mío ken por todos los cielos que sucedió.
-estoy bien mama me la quitaran en quince días.
-hay mi hija- se lamentó ella.
Abrace a mi hermosa madre, escucho a Stuart aclararse la garganta- disculpa makena, señora leay tengo que retirarme. Se acerca a mi besando mi cabeza y se marcha sin más, dejándome con la boca abierta por tal muestra de afecto, mi loca mente piensa que será la primera de muchas. Nuevamente despierto agotada, soñé con carros y niños más bien bebes atropellados y era yo quien conducía el estúpido auto, odio no dormir pero odio más las pesadillas. Me paro frente al espejo lloro de impotencia. Porque la vida es tan complicada, porque era tan fácil cinco años atrás, porque alguien tuvo que venir a joderme la vida, llore de amargura, de rabia rogando por ser llevada a una vida mejor.

En el trabajo tengo licencia medica por unos 15 dias que es el tiempo que durare conmla escayola puest sino, mejoro tendran que operarme nuevamente ruego a Dios que no. Paso el resto de latarde y la semana trabajando en los bocetos para la casa de robert yaque es bastante amplia, verifico los colores, consukto con el por teléfono, aunque no he visto su casa ya tengo unaidea clara de lo que le hace falta.
Mi madre mi bella y amorosa madre pasa todo el dia revoloteando sobre mi prepatande mis platos favoritos preparando mi baño, si me descuidara hasta me bañara Dios la amo demasiado.

El martes regreso a la oficina gracias al cielo no necesite otra operacion, aunque aun me molesta un poco la pierna. Me dejo caer en mi silla detras de la mesa de caoba en mi oficina tengo que personalizar mi oficina pienso para mi misma, es muy comun aunque acojedora paredes color hueso un cuadro de que se yo autor y una sola foto de mi madre y yo, tendre que trabajar en ello. Reviso mi agenda recuerdo tener uma cita programada para mañana no recuerdo exactamente con quien, veo parpadear mi alarma en ese instante recordando lo inevitable, la reunion en la casa de robert eh perdon el señor stuart. Me dirijo fuera de mi oficina rogando por fortaleza vision y resistencia.

A las 2:00pm me presento en la puerta de la casa de stuart, pienso en mi mente"fortaleza Dios para no avalanzarme sobre ese hombre". Cuando levanto la mano para tocar el timbre la puerta se abre sorpresivamentey una mano me arrastra hacia dentro tapando mi boca y pegando mi espalda contra su torso.

Trago en seco y el muy descarado se rie acerca su cara a la mia, aun estoy bambificada cuando sus labios tocan mi mejilla derecha luego mi frente seguida de mi nariz para tomar mi menton en sus manos y besar mis labios de una manera tan suave y perfecta hasta que finalmente me dejo llevar.

No sé cuánto tiempo ha pasado cuando dije- Robert, Robert para, para, estás loco no puedes besarme manudo....
-Manudo que, vas a negar que te gusto porque si besas así por desprecio o desinterés te compadezco querida- dijo con sarcasmo.

-Arrrrr arrogante te odio.
-ódiame a besos esos son los mejores. Se acerca nuevamente a mi la tensión era demasiado fuerte entre nosotros, ya estaba jadeando en busca de aire y dos palabras que nunca esperaba decir escaparon de mi boca.
-Bésame Robert. Me beso, sí que me beso fue un beso duro como él dijo con odio pero sabe tanto como yo que del odio al amor solo hay un paso, el beso termino siendo el más tierno que alguna vez me haya regalado. Relamí mis labios y me aleje dos pasos de Robert se acercó y envolvió nuevamente sus brazos en mi cintura, beso la punta de mi nariz, soltó su agarre solo por un segundo para tomar mi mano y comenzar la inspeccionar la casa, porque al fin y al cabo vine para trabajar y el trabajo sí que tiene sus recompensas pensé mirándole el trasero.

El resto de la tarde paso volando, acorde con Robert entregarle unos cuantos bocetos del diseño de la casa para empezar lo antes posible, despidiéndome debidamente regrese a mi trabajo.

Michael estaba esperándome con una sonrisa plasmada en el rostro.
- Hola ken- exclamo aún más sonriente, ken, Michael nunca me llamaba ken esto no debía ser bueno.
- Hola Michael como estas.
- Bien ken, sabes que lisa solicito tus servicios nuevamente.
- Lisa- grite literalmente- sin ánimo de ofender o criticar pero es la peor clienta con la que he tenido que trabajar, cambia de opciones más rápido que las bombillas navideñas, tiene pésimo gusto, además me mira raro, a y por si fuera poco es una chismosa de primera, pueden creer que me hablo del amiguito personal de mi jefe- pensé para mi resguardándome ese pequeño detalle.
- Makena sabes que está mal hablar de los clientes, además está dispuesta a pagar el doble que la última vez. Toci ruidosamente ahogándome con mi propia saliva.
- pero si la otra vez pago cincuenta mil; exclame con sorpresa.
- Si mi querida ken es una muy buena oferta, piénsalo y quiero una respuesta a más tardar mañana ahora ve a tu casa, descansa tengo entendido que pasaste parte del dia con el señor Stuart.

Sin perder el tiempo me marche de la oficina, lo que menos me apetecía era hablar de la maravillosa tarde que pase con Robert. En el primer boceto la sala principal tenia las paredes blancas excepto la pared de la chimenea que llevaba un color gris plateado dándole profundidad al diseño, la escalera de granito pulido, muebles de cuero negro un bar en el extremo del salón, cuadros de pintores famosos, un boceto le siguió al otro, sin darme cuenta tenía cuatro, mis dedos no parecían dejar de pintar y mi mente no paraba de imaginar y crear. El tercer boceto fue le elegido por Robert y las remodelaciones empezarían hasta el lunes siguiente.

Hacer el presupuesto, contratar al personal de construcción e iluminación es la parte más difícil, pero ya con años de experiencia era más manejable. Suspendí las citas que tenía el lunes y empecé a trabajar con el ingeniero, ya que Robert se negaba a que contratar a Raúl que era constructor, sin un título para mi jefe no tenía valor, era el mejor en el área pero como dijo Robert su dinero, sus órdenes. Él había actuado raro desde la vez que me beso. Decidí ignorar todo, estaba a punto de completar un dinero para enviar a mi madre de vacaciones a Sudamérica cuando era pequeña ella no paraba de hablar sobre esa parte de America, siempre fue su sueño y estoy a punto de hacerlo realidad.