Te veo en la noche, en el mismo lugar de siempre.
Te quiero James.Ese fue el mensaje que el presidente Steve Rogers le mandó a su amante James Barnes.
Todo empezó un 3 de julio, exactamente un día antes del cumpleaños de Steve y al mismo tiempo la independencia de Estados Unidos. Ese día, el presidente Steve ordenó que prepararan una cena para todos los Ministros, Vice-presidente y familia de estos. La cena se llevaría a cabo en uno de los salones gigantes de la Casa Blanca. Para ello, los empleados contrataron a unos músicos como entretenimiento. El propósito de la cena fue para celebrar que habían logrado reducir el porcentaje de delincuencia en el país. Todo salió perfecto aunque el Presidente hubo fijado la vista en el pianista durante toda la cena. Se levantó de su asiento para dirigirse en persona hacia el pianista.
-¿Sucedió algo señor Presidente? -habló el pianista con algo de temor-.
-Necesito que subas a la habitación 37 del segundo piso. Te veo allá.Y sin nada que decir, regresó a su asiento para informarle a sus invitados que tenía asuntos importantes que atender pero que la cena seguía hasta que el último se fuera. Antes de irse le pidió a sus guardias que no dijeran nada de lo podrían ver o escuchar. Caminó directamente a la dichosa habitación 37 y una sonrisa salió de sus labios al ver ahí al pianista.
-Buenas noches, señor Presidente.
-Buenas noches... ¿cuál es tu nombre? -pregunta Steve sonriendo-.
-James Barnes, ese es mi nombre.
-Debo felicitarte James, eres un excelente pianista y muy guapo también.
-Pero si usted es mucho más guapo, no por nada todas quisieran ser la primera dama del país.
-Sabes, te cité aquí porque enserio me has llamado la atención, así que...Steve tomó de la cintura a James y empezó a repartir besos por todo su cuello sin ninguna vergüenza a lo que James respondió con un leve jadeo.
Nadie se imaginaría que el Presidente estaría en este mismo momento teniendo una aventura con el pianista. James tuvo la iniciativa de besar los labios del perfecto Steve hasta dejarlos hinchados y rojos de tanto uso. Ambos sabían que se estaban metiendo en un gran lío pero eso no importaba en el presente, ya después verían cómo arreglarlo.
Así pasaron cinco meses seguidos, viéndose a escondidas y teniendo encuentros pasionales. Los únicos que sabían de las aventuras de Steve con James eran los guardaespaldas del Presidente pero ellos nunca dirían nada de lo que saben.El día en el que mandó el mensaje a James, estaba en la habitación donde fue su primer encuentro esperándolo con cierto nerviosismo. En esos cinco meses llegó a tomarle demasiado aprecio y lo supo desde el momento en el que uno de sus guardias le notificó que el joven Barnes tuvo una cita con una chica muy elegante. Estalló en celos cuando lo supo y se desahogó armando una pelea. Fue en ese momento en el cual supo que lo quería solo para él. No iba a compartirlo nunca con nadie sabiendo que casi todas las noches lo hacía suyo hasta dejarlo sin aliento.
-Perdón el retraso, vi el mensaje una hora después.
-Tranquilo James, sólo quiero confesar algo que me está matando y ya no puedo callar.
-No me digas que ya encontraste a la mujer perfecta para ser tu esposa y que se convierta en la primera dama de Estados Unidos -James rodó los ojos enojado-.
-No digas tonterías -ríe Steve-. No es nada de eso.
-Entonces... ¿ya capturaron al narcotraficante que me contaste?
-No, ya déjame hablar. Y por cierto, si lo hubieramos capturado no te lo hubiera dicho. Son secretos confidenciales.
-Pues te recuerdo que tú me has contado casi toda la historia del país y sus más grandes secretos.
-Bueno, bueno. Lo que quiero decir es que... te amo.
-¿Qué dijiste?
-Que te amo James Buchanan Barnes. Quiero pedirte que te quedes a vivir aquí en la Casa Blanca. Luego que acabe mi período de gobierno podremos tener una relación más estable y hasta nos podríamos casar y formar una familia...James lo interrumpió, tenía que procesar todo lo que Steve le acaba de decir. ¿Él viviendo con Steve? Luego siendo pareja y casarse... y ¿tener hijos? Era mucho pero sí quería, quería pasar su vida junto al actual representante de Estados Unidos. Le respondió con un suave beso y una sonrisa de las más sinceras que le ha dado.
-Sí me quedaré a vivir contigo. También te amo Steve, no me arrepiento de haber venido a tocar hace cinco meses en la cena que organizaste.
Unieron sus labios en otro beso dulce y tierno que seguidamente los llevó a la cama para tener otro de sus encuentros pasionales, aunque desde ese día todo fue diferente.
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Stucky AU's
Short StoryOne Shots de diferentes universos alternos de la pareja Stucky (Steve x Bucky). Ninguno tendrá secuencia y todos son distintos.