Don't Let Me Go || L.S

10; " Hierbas y Cigarro"

El frío viento revolotea sobre los árboles pintados de un anaranjado cálido, las hojas se oyen crujir a medida que las pisadas de personas pasan sobre ellas, y las pintorescas calles del pequeño pueblo se adueña de cualquier paisaje que se pueda admirar.

-Desde cuando fumas- Habla Niall tomando la caja de cigarros color roja debajo del freno de mano haciendo que despegue la mirada de la calle.

-No te importa- le arrebató la caja no sin antes sacar uno para encenderlo y llevarlo a mis labios disfrutando del intenso humo que llena mis pulmones.

-Como quieras..- bufa y se recuesta en el asiento de copiloto, le quitó importancia y vuelvo a dirigir mi mirada hacia la calle asfaltada.

Este mes ha sido totalmente terrible, no sólo lo digo por las clases, si no por toda la mierda que implica el estar en la Universidad y no saber quienes son esas personas que te saludan con mucho cariño y llegan a abrazarte como si fuéramos mejores amigos, eso es lo que más odio no poderlas reconocer y darles un trato que en realidad se merecen, aparte de obviamente los proyectos, trabajos, ensayos, todo esto me está consumiendo pero aún así tengo que aguantarlo para poder ser algo y depender de mi mismo.

-Irás hoy a los entrenamientos- pregunta el rubio con las manos detrás de su cabeza. Oh si y también eso era un problema, el estar en el equipo de fútbol con un montón de tipos que te golpean a cada segundo.

-No me eh salido-confieso tirando el cigarro en la acera.

-¿Qué?- ríe - Pensé que te encantaba ver todos los días a tu capitán favorito-me mira con diversión haciendo que ruede los ojos.

-Nos vemos todos los días, así que callate- sonrió de lado, provocando otra risa de Niall.

-Me imagino, si de tu habitación no sale, maldito pervertido- ahora yo soy el que ríe muy fuerte y le da un golpe en la cabeza.

-Sólo me ayuda estudiar. Tu eres el pervertido que piensa otra cosa- doy vuelta en una esquina ya que nos dirigimos a un restaurante de comida rápida para cenar con Liam y Michael.

-Claro... Estudiar- se burla sacando un bufido y yo sólo vuelvo a reirme de su estúpida ocurrencia. Ya que literalmente es cierto.

El tema de Harry y yo es un poco complicado, hemos estado saliendo muchas veces si. Llega todos los días a mi habitación para ayudarme a estudiar y contarme las miles de anécdotas que siempre tiene, tal vez el siempre llega a sacarme de mi burbuja de estrés y lo reemplaza con mucho café y algunos pequeños besos.

-Ya están aquí- digo al estacionar el coche enfrente del luminoso cartel mencionando el nombre del restaurante, se ve la mata de cabello rosa de Michael quien platica muy animadamente con Liam. Aún no me acostumbro a verlos juntos, ya que bueno se descubrió la verdad de Zayn un día llegando a mi habitación para estudiar con Mike;

Era otro de esos días estresantes con un montón de libros debajo de mis brazos aparte unos mil en mi mochila -sin exagerar- y Mike llevaba hojas en blanco para terminar el ensayo y entregarlo a primera hora el viernes, llegamos a mi habitación y la abrí pensando que no habría nadie; todo sería normal como casi todos los días descubriendo personas que sabían mi vida entera.

Pero hasta para mi fue algo inesperado por que pensé que estarían en sus entrenamientos como todos los miércoles.

Zayn y Liam estaban en la cama, el castaño estaba arriba de Zayn, cubiertos con una sabana de color blanco hasta la cintura y con sus torsos desnudos. Mike sofoco un grito ahogado y rápidamente se le llenaron los ojos de lágrimas.
Los otros dos se separaron, a Liam se le puso la cara totalmente colorada para el moreno fue todo lo contrario, empadilecio como si hubiera visto un fantasma.