Pasaron dos largos dias para que mama arreglara sus asuntos, y viajaramos con mi primo, llegamos aya, a media noche, y en la mañana a primera hora salimos hacia el hospital.
Y aquí estoy, en un hospital, rodeado de gente llena de esperanza, de miedo, de impotencia. El tiempo; nuestro peor enemigo, tomado de la mano con el miedo, los peores pensamientos pasan por tu mente, ¿y como no? si tienes a una persona que quieres y admiras demasiado con la esperanza de un soplo mas de vida, de otra oportunidad, con la esperanza de volver a vivir, de cumplir sus sueños.
Al lado de mi, se encuentra una familia triste, llorando desconsoladamente, entre ellos, una chava de aproximadamente 17 años de edad, con la mirada perdida, con sus ojos llorosos, sus mejias rosadas, y sus labios rojos, no le eh podido quitar la mirada de ensima, y ella lo nota, cruzamos miradas varias veces, y sentía como un sentimiento se transmitía entre nosotros. Sentía esa curiosidad de saber su nombre, de saber todo de ella, de saber absolutamente todo.
Unos minutos después salió del hospital, salí detrás de ella, se detuvo en un pequeño parque que estaba a unas cuadras de ahí, no se si noto que la estaba siguiendo, se sentó en una banca entre dos árboles verdes que apenas floresian, enfrente, se encontraba una fuente llena de agua, me sente al lado de ella, y lo noto, dirigió su mirada hacia mi y con ella una linda sonrisa, esa sonrisa encantadora que me volvió loco. Estábamos los dos ahí, sentados mirando la fuente, mirando los pajaros y las palomas tomar agua.
-¿Ves esos pájaros? -Me dijo-
-Si. -Respondí-
-Me gustan
-¿Por que? Le dije
-Por que son libres, tienen el mundo para ellos solos, los envidio.
Cuando dijo eso, me di cuenta que moría por dentro, que además de la situación por la que pasaba, ella sufría, y sufría de verdad, entonces sentí la necesidad de abrazarla de hacerla sentir segura.
-¿Puedo darte un abrazo? -Le pregunte-
-hazlo, pero, no suelo responderlos. -Me dijo-
La abrase, y no pasaron tres segundos cuando sentí sus brazos en mi espalda, sentí como poco a poco recargada su rostro en mi pecho, fue ahí cuando prometi no dejarla sola, era una persona verdaderamente rota, sentía que el tiempo se pasaba muy rápido, llego un chavo buscándola, al pareser era su hermano
-Tengo que irme. - Me dijo-
-Está bien, espero volverte a ver -Respondí-
-Búscame. -respondió con un tono agradable.-
Nos despedimos con un beso en el cachete y se fue, a lo lejos se subió a un coche gris, y no deje de verla hasta que se perdiera entre las calles.
Valla lugar para conocer una chica ¿no? Un parque a fuera de un hospital, en una situación pésima, en donde las personas tienden a ser muy optimistas y muy sensibles.
-¡Que tonto soy!
Olvide completamente preguntarle su nombre, camine hacia el hospital pensando ¿Cual será su nombre? Fernanda, Alicia, Tal vez Alejandra, ¡no! Ninguno de esos nombres es tan merecedor de tan encantadora persona.
Llegue con mi familia, me cuestionaron que a donde habia ido y me dijeron las noticias que había, ¡Había aparecido un donador! Vaya noticia, Enhorabuena, un gran alivio sentí dentro de mi. Tuvimos que marchar hacia el departamento pues se hacía tarde y necesitábamos descansar.
Aún me preguntaba ¿Cual será su nombre? No podía imaginarlo, ni tampoco el momento cuando volvería a verla, sentía eterno el tiempo para ir de nuevo al hospital y volverla a ver.
Realmente ya quería volverla a ver.
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A La Intemperie...
KurzgeschichtenUn adolescente sólo, frío y con un montón de sentimientos ocultos en su corazón. ¿Que pasará cuando se encuentre a su verdadero amor? La historia comienza a partir del capítulo II