Capítulo V

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Ahí estaba, acostado en una recámara, a las 12:00 de la noche, mirando hacia el techo, escuchando música con mis audífonos a todo volumen, imaginando un futuro con esa chava que conocí, imaginando su nombre, imaginando una vida juntos.
Y esque realmente me enamoró, y no me enamoré de ella por su cuerpo o por su rostro, me enamoré de su interior, de sus sentimientos, de su corazón roto, de su forma de pensar, de su sonrisa, su tierna y dulce sonrisa.
Así se me pasaron los minutos, pensando e imaginando, poco a poco el sueño invadió mis pensamientos y me dormí.
...
Cuando desperté ya estaban todos listos para marchar al hospital, no podía esperar ni un momento más, estaba tan nervioso y ansioso, que los minutos los sentia eternos.
Cuando llegamos haya directamente fui a ver a mi primo unos segundos, y enseguida fui a la sala de espera donde había visto por primera vez a esa chava que me volvió loco. Y vaya solpresa que me llevé, no estaba ella, ni su familia, ni nada que me diera esperanza a llegar con ella, de volverla a ver, todo estaba como antes, hasta parecía que había sido un sueño, un sueño del que no quisiera despertar. Pero no, era realidad, la cruel y estúpida realidad.
Pregunté a la enfermera marisa (Que era una amiga de mi familia) ¿que había pasado con ella y su familia?, me dijo que anoche había sido su última noche en el hospital y que ya no volverían.
Tenía que encontrarla, debía hacerlo.
Salí rápidamente hacia el parque, y vi esa banca donde estuvimos sentados, me senté ahí , volví a imaginar el momento, sentía un frío estremecedor que pasaba por mi cuerpo, cerré los ojos, y sentía que ella estaba ahí, al lado mío, con su linda sonrisa, y sus mejias, sus hermosas mejias rosadas.
No sabía como lo iba a hacer, pero tenía que encontrarla, tenia que saber su nombre, y teniamos que vivir una hermosa, y larga historia, una historia de dos, de las que no se cuentan a cualquiera, y si se cuentan es por que probablemente ya haya terminado. Talves se cuenta con una taza de café en una mano y con un cigarrillo en la otra, a media noche, con lagrimas en los ojos, con un final triste y que probablemente no sea el verdadero, por que así suelen ser los finales, tristes y dolorosos.
Ahí pase 3 largas horas sentado, pensando en lo que ya havia vivido, viendo los pájaros tomar agua en la fuente, preguntandome ¿Que estará haciendo? Pero tambien, si pensara en mi tanto como yo pienso en ella.

Entonces recordé nuestra despedida, recordé esa ultima palabra que salio de su boca "Búscame" tenía que buscarla, ella no llegaría ahi, inmediatamente pensé ¿Como buscaré a una persona, en medio de una ciudad, con muchos habitantes, cuando nisiquiera me se ni su nombre? Volví al hospital y estuve preguntando sobre su caso, nadie me queria decir, pues era información privada que no se puede dar , la enfermera marisa, me ayudó mucho y me dijo que afortunadamente sólo 2 pacientes habían abandonado el hospital esa noche, estaba cerca muy cerca de volverla a ver.
Me dio 2 direcciones no sabía a cual ir primero, así que decidí al asar por la segunda, tome un taxi y me dirigí a esa dirección, al llegar ahí no sabía que hacer, ¿Tocare? ¿Y si ahi no es? ¿Y si me equivoque? Decidí alejarme un poco de la casa y esperar a que saliera alguien, no estuve ahí mucho tiempo pues en unos minutos salió un señor, un poco mayor de edad, con un cigarro en la mano y una botella de tequila en la otra, me armé de valor para preguntarle, pero tenia miedo a su reaccion, ademas ¿Que le iba a preguntar? ¿Que si había estado en el hospital anoche? Que incoherente, derrepente sonó mi celular, era mama, me necesitaban en el hospital, teníamos que irnos para el departamento, ¡ahh! necesitaba saber si ahi era donde vivía, pero tenía que irme, pues ya me había tardado demaciado, decidí marcharme con esa intriga, y al día siguiente volver a esa dirección, y preguntar.
Me fui para el hospital y en cuanto llegue nos marchamos hacia el departamento.
Directamente me fui hacia la recámara con mucho coraje, por no haber preguntado, ¡Ya estava ahi! Solo eran unos minutos más, sólo unos cuantos minutos, estuve a unos minutos de volverla a ver, y no lo ise. Lo arruine.

A La Intemperie...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora