Parte 5: conociendonos

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Narra Lisseth:

Hoy es mi primer día como cuidadora, espero agradarle a los niños, yo se bien como se siente estar ahí, lo peor yo siempre he sido una niña tímida y no se hacía fácil hacer amigos, cada vez era peor y estaba en un profundo pozo de soledad. La verdad la vida en la casa hogar suele ser difícil si no te sabes adaptar...

Llegué temprano por la mañana ese día estaba muy ansiosa por comenzar, cuándo llegue los niños se estaban levantando, me dirigí al área donde están los recién nacidos(cuneras) y vi que algunos se comenzaban a despertar, recuerdo haber crecido en lugar como ese, no es fácil y se cuanto se pueden llegar a odiar a los cuidadores; es difícil averiguar lo que hay en las cabezas de los de mas por lo consiguiente aun no se que piensan y no si podré llegar a gustarles o no.

Los días transcurrirían así para mí de ahora en adelante, pero eso era algo a lo que yo, ya estaba acostumbrada, viví en un orfanato desde mi segunda semana de nacida, eso es algo que no se olvida tan fácilmente, digo ¿cómo olvidar que tus progenitores te abandonaron tras nacer?, cierto no es fácil, en fin ahora no soy más una cría, ya soy una adulta y es mi hora de cuidar de alguien, y ser responsable...

*UNOS DÍAS MÁS TARDE.*

Ese día pasó rápido, al igual que la semana y según transcurría el tiempo descubrí que los adolescentes y pre adolescentes en esa casa hogar tenían, al igual que muchos, algunos problemas, heridas que aún no sanaban, para muchos es muy difícil acostumbrarse a estar en una casa hogar después de haber sido parte de una familia, y para los que nunca tuvimos una, simplemente envidiamos el privilegio de un día formar parte de una, pero supongo que no tiene sentido ser parte de una familia si luego vas a perderla ¿cierto?.

Con el paso del tiempo y mucha observación se puede llegar a conocer el verdadero carácter de una persona; para mí observar a esos niños jugar era un privilegio, el poder ver que se divierten en su estancia en aquel lugar, el ver que aunque no cierran sus heridas aún pueden tener una esperanza para seguir adelante... Si eso, ¡espero no sean solo cuentos de hadas!...
Durante mí delicada observación a cada uno de ellos note las diferentes personalidades de cada uno, unos más amables que otros, unos más ásperos, más juguetones y así, cada uno con su personalidad, haciéndome sentir como en casa a su manera. Me he ido acercando a ellos a pasos de tortuga, lo último que quiero es asustarlos y parecer agresiva, quiero ser su amiga, pero eso no se fuerza así que seré paciente hasta el último minuto, ellos sabrán cuando confiar en mí, y cuando eso pase ahí estaré para ser su amiga, cuidarlos y apoyarlos como lo aria una madre o en todo caso una hermana mayor...

Mi Inusual Familia...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora