Meryl se encontraba jugando con su celular en el porche de su casa. Habían acordado con Arianne y Berenice que iban a encontrase en la entrada a las seis y media de la tarde. La rubia había insistido en ir directamente a la casa de Tess después del instituto, pero Berenice negó a ultimo momento, según esta había recordado que tenia que hacer cosas antes y por esta misma razón las tres iban a encontrarse a la hora acordada en el porche de la casa de la menor. La joven saco el divertido juego de matar patitos al que estaba jugando y observo la hora, sus amigas llevaban quince minutos de retraso.
El tiempo había cambiado drasticamente, el aire se encontraba frió, tanto que se podía apreciar como el vapor salia de la boca de la chica cada vez que esta suspiraba. El cielo amenazaba con llover, la joven creía que si sus amigas no se apuraban tendrían que dejar la investigación para otro día.
Meryl observo la casa de en frente, de esta salia un chico con una bolsa de basura en manos. La rubia totalmente sorprendida se levanto del porche y cruzo la calle, dirigiéndose a este.
— Hola — saludo Meryl provocando que el chico posara su vista en ella. Una sonrisa rápidamente se pinto en su rostro y por primera vez, Meryl se fijo en esta. Sus ojos y su sonrisa eran una de las cosas mas preciosas que la muchacha había admirado.
— Hola, Mery — saludo Thian mientras dejaba la bolsa en el contenedor de basura.
— ¿Vivís acá? — indago señalando la gran casa blanca, el joven dio media vuelta observando su hogar y asintió lentamente sin expresión alguna. — no sabia que eras mi vecino.
— Yo tampoco sabia que eras mi vecina. De a verlo sabido antes hubiera ido a presentarme con un plato de galletas — Meryl sonrió mientras negaba divertida y mordía su labio inferior al mismo tiempo. — ¿Que estabas haciendo? — una pizca de curiosidad se pinto en el rostro del joven.
— Estaba esperando a que mis amigas se dignaran a aparecer, tenemos que hacer algunas cosas. — de un momento a otro una ráfaga de viento choco contra el cabello de la rubia, provocando que este tomara vida propia y quedase todo en su cara. Meryl bufo fastidiada mientras intentaba acomodarlo, la próxima vez iba a atarlo en una cola de caballo. Thian soltó una ligera carcajada al observar a la chica con el seño fruncido.
— Eso suena muy — el castaño se acerco a Meryl, quedando a unos pocos centímetros de su rostro. Ella trago saliva bruscamente al percatarse de lo cerca que se encontraba, era tanta la cercanía que podía sentir su respiración, Thian sonrió sin mostrar su perfecta dentadura y acomodo un mechón de cabello que caía sobre su cara detrás de su oreja. — interesante — completo la frase para luego dar un paso hacia atrás. — suena como esas típicas salidas de chicas al centro comercial, del cual regresan con 20 bolsas en las manos.
— No te creas — Meryl bajo su mirada hacia el suelo, no quería que el chico de ojos azules descubriera que se había sonrojado por su causa.
Un ruido se alcanzo a escuchar desde dentro de la gran casa blanca, provocando que ambos chicos voltearan a ver.
— ¿Estas con tus padres? — pregunto la joven, estaba segura que el ruido que habían oído, se trababa de algo rompiéndose, quizás un jarrón o un vaso, algo que se tratase de vidrio. Thian negó levemente preocupado.