Más que perdida

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Llevo 5 días quedando con él por la noche. ¿A su novia no le resulta extraño?

Me siento vacía pero despertar con la cabeza en su pecho escuchando el latido de su corazón me hace sentirme en las nubes.
¿Sabías que si estás mucho tiempo escuchando el corazón de alguien tu corazón acaba yendo al mismo ritmo del que escuchas?
Pues me apuesto lo que sea que el nuestro van al mismo son.
Te pediría que siguieramos bailando toda la noche y que cuando me pises me des un beso con una sonrisa pidiéndome disculpas.
Que electrizantes son tus dedos acariciando mi piel, noto la lujuria porque nadie sabe donde estamos ahora mismo.
Es como si un agujero negro nos hubiera apartado del mundo, el tiempo pasaba y la vida de la gente seguía intacta menos la nuestra que estamos allí perdidos en la noción del tiempo a oscuras.

Que monótono, me levanté y me vestí, miraba a los lados para que nadie nos viera salir juntos y vuelta a la vida normal.
Yo le había contado todo a mi abuela o no se que sería de mi conciencia pero ella siempre me contestaba que si lo hacía con el corazón estaba bien, aunque ella misma sabía que lo que estaba haciendo no estaba bien.

Me sentí más valiente que cualquier día, es que tengo que confesar que cuando me agobio tengo que desprenderme de ello rápidamente.
Y así que sin avisarle me presenté en su casa, ni novia ni pollas.
No voy a vivir así mi tiempo que esté en esta ciudad, que me diga las cosas claras no pienso aguantar en este punto de mi vida tonterías así.

Llamé con un nudo en la garganta, nadie me abría pero escuchaba la televisión encendida así que aporreé la puerta.
No quería llorar así que me mordía la lengua ante tanta impotencia.
Abrió asustado pero más asustado se quedó al verme ahí, se quedó paralizado sin gesticular ni decir ni una palabra.

Me abalancé hacia el y le besé con todas mis ganas contenidas, daba igual si le vi anoche que ya le echaba de menos. Me arriesgé a todo yendo a su casa pero no, no puedo vivir así.

Me senté en el filo de su cama mientras miraba fijamente al espejo que tiene justo delante, en el cual veía su reflejo detrás de mí tumbado esperando a que le dijese lo que tenía que contarle.

Era simple, estoy enamorada, joder, sí y de ti.

Rompí a llorar, no estoy acostumbrada a tantos sentimientos que sentía como si intentaran ahogarme con una soga mientras yo intentaba quitarmela del cuello y me hacía daño en las manos.

Su reacción fue más impactante de lo que pude imaginarme, me miró y sonrió diciéndome que,el jamás dejó de estar enamorado de mí y cuando llegué se dio aún más cuenta de que era yo su chica.

Me abrazó fuertemente mientras me daba besos en la cabeza, no sabía como consolarme así que me dijo que el hacia tiempo que había planeado su solución ante esto. Pero que no podría decírmelo aún hasta que estuviera seguro.

Y aquí sigo sin saber cual es su plan, que dolor sentiría si acabara con todo...

Tú, los aeropuertos y yo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora