Atracción

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-Ahí vamos de nuevo- pensó Ladybug al intentar controlarse. Últimamente se había fijado en el buen físico que tenia su compañero de batallas Chat Noir y lo bien que se deleitaba al verle peleando.

-Deja de pensar eso Marinette, el ya no siente lo mismo por ti- Y es que a ciencia cierta era verdad, el chico se había rendido de intentar coquetear con su amada moteada y ahora se había propuesto fijarse en otras chicas.

-Hoy peleaste genial Chat Noir- intentó hacerle un cumplido, el mencionado apenas y giró la cabeza para agradecer.

-Gracias- dijo secamente -Tu no lo hiciste mal- no era por ser mal educado, le encantaba pasar tiempo con la chica que alguna vez fue su amada pero ahora tenia otra persona en quien pensar.

Y vaya la ironía.

Los dos se encontraban en la Torre Eiffel admirando el resplandor de la luna y todas las estrellas que le rodeaban, Ladybug intentaba conversar de forma amena con su ahora amado pero el le impedía, para Adrien sólo existía un punto el cual requería su atención.

-Debo de irme Ladybug- le dijo dejando a la chica a mitad de una frase -Necesito ver a alguien-

Marinette sintió romperse poco a poco, ¿Eso significaba que el ya tenia a alguien especial? ¿Tan tarde había reaccionado a corresponder sus sentimientos?.

-Esta bien- fue lo único que atinó a contestar intentando retener los sollozos que amenazaban con salir -Adios- tomó su yo-yo y se alejó con velocidad llegando rápidamente a su casa. Quería morir en ese instante, ¿Por qué el amor no estaba a su favor?

Tikki quería ayudarle pero decidió no interferir, Marinette se lanzó rendida a su cama y e dejó llevar por el dolor que sentía, su única compañía.

-¿Princesa?- una voz resonó por encima de ella, en la puerta que conducía hacia la terraza -¿Estas bien?- Marinette había olvidado que hoy Chat venia a visitarle, después de un pequeño incidente el chico gato prometió ir a verle cada tercer día. Por eso la ojiazul se había enamorado pérfidamente del felino que abrió su mente y corazón hacia ella.

No comprendía la situación, ¿acaso el no iba a visitar a su amada? Los celos le nublaban la vista a la realidad, creía que Chloe era la chica afortunada en quedarse con su amado. ¿Por qué? Ni ella misma lo sabía, solo quería buscar a un culpable para no sentir dicho vacío.

-Creí que no vendrias- dijo aun llorando, Chat se sentó a lado de ella y comenzó a mover con timidez su azabache cabello.

-¿Por qué piensas eso?- dijo curioso por la bipolaridad reacciónante de la ojiazul -Sabes que hoy es día de que este gato venga a visitarte- intentaba hacerle reír -Sabes que yo soy purrrfecto- logró su objetivo, Marinette sonrió levemente ante el mal chiste.

-No lo eres- intentó seguirle el típico juego a excepción de que esta vez quedo hipnotizada nuevamente por el físico de su amado.

-¡No! ¡Alerta!- sin pensarlo se abofeteó, Chat le miró extrañado. Pensamientos impropios, eso era lo que pasaba.

-¿Marinette?- el chico intentó tomarle por los hombros pero ella retrocedió asustada, Chat debía irse pronto o ella cometería una locura.

-Vete por favor- susurró, su pulso estaba acelerado y temblaba como loca.

-¿Por qué?- Adrien no comprendía el comportamiento de tu amada -¿Acaso te pongo nerviosa?- intentó bromear nuevamente, la respuesta de la azabache le dejo con la mandíbula abierta.

Sinfulness- LemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora