La batalla contra un akuma había finalizado, hubo tiempo para recargar energía y la pareja de héroes se encontraba ahora admirando el ocaso desde lo alto de la Torre Eiffel.
-Fue un día muy agotador- dijo Ladybug mientras se recargaba del hombro de su novio.
-Vamos Bugaboo- le observó con picardía -La noche apenas y comienza- continuaron así por unos minutos hasta que finalmente el cielo oscureció dejando a su paso miles de estrellas que iluminaban la templada escena.
Adrien se sentía algo frustrado debido a que en los últimos días Marinette había sido quien daba el paso para hacer "eso". Ahora quería ser él quien impresionase a su amada.
La promesa de tomarla en las alturas de la Torre Eiffel no sería en vano.
Ladybug había traído consigo una manta para sentarse y otra para aislar su cuerpo del viento. Sus labios habían adoptado un hermoso tono carmín y sus mejillas estaban sonrojadas creando el efecto de que sus ojos eran más brillantes que lo común.
Ella era hermosa y él lo sabía.
El ojiverde metió su mano hacia uno de sus bolsillos para comprobar si traía consigo lo necesario para llevar a cabo su plan.
-Princesa- susurró en la oreja de la azabache e inmediatamente pudo sentir como esta se estremecía ante el contacto -¿Sabías que este gato tiene ganas de jugar?-
La chica soltó una brillante sonrisa.
-¿Aquí Adrien? ¿En la Torre Eiffel?- dijo divertida y sin creerlo.
-Estoy hablando en serio- tomó la cintura de la ojiazul y le obligó a sentarse en sus piernas -...muy enserio-
Entonces Marinette cambió su expresión divertida a una de sorpresa. La sangre subió a sus mejillas causando incluso que su mascara pareciese ahora parte de su misma piel.
-N-no podemos hacer eso aquí- tartamudeó.
-Yo te dije- el felino comenzó a besar su cuello -Que desde el día en que supe que eras Ladybug en adelante yo sería capaz de tomarte incluso en la Torre Eiffel-
Maldición- pensó Marinette. Era verdad, él le prometió eso.
-¿Ju-justo en este momento?- reprimió un gemido cuando su amado mordió por encima de sus clavículas -Te-tengo frío-
-Esas no son excusas- ronroneo -El clima es perfecto hoy-
Dicho eso continuó con su labor.
Lamió, besó y mordió cada parte visible del cuello de la chica causando miles de emociones en ella.
-Agh- gimió tan bajo que incluso el viento arrastró sus palabras. De las piernas del chico bajó hacia su entrepierna y sus sexos rozaron a través de los trajes ajustados. Chat usó una de sus manos y comenzó a tocar la intimidad de la chica por encima del traje, poco tiempo después pudo sentir como el lugar era humedecido lentamente. La azabache hizo lo mismo a excepción de que ambas manos fueron las que bajaron hacia la ya notable erección del chico, deslizó sus dedos desde el glande hasta lo más profundo y viceversa. Le encantaba jugar con ese tipo de caricias y agradecía estar con quien amo desde hace tiempo, él era perfecto en todos los aspectos y cuando se tratase de sexo jamás se quedaba atrás. Ese simple hecho hizo que ella se excitase demás pues recordó perfectamente las sesiones anteriores y lo realmente placentero que era ver a su amado gruñendo debido a ella.
Ladybug intentó tirar al rubio hacia el suelo pero la diferencia de fuerzas era notable. Adoraba ser quien controlase la situación pero esta vez sería más difícil, cuando el rubio se proponía algo no había quien le hiciese cambiar de opinión.