Narra Adrien/Chat Noir
Y de nuevo había pasado otro día sin ver a mi dulce Marinette.
Ahora ya teníamos mas de dos meses de relación desde que confesamos nuestros sentimientos e hicimos...eso. Estuve lleno de actividades durante todo el día lo que impidió por lo menos decirle "hola" a mi amada. Caí rendido en mi cama y no me di cuenta cuando ya estaba incluso durmiendo.
Yo pensé que todo fue un sueño...
Unos cálidos labios hicieron que abriese los ojos lentamente, frente a mi se encontraba Ladybug; mi compañera de batallas. Me había besado.
Esperen...¡¿Qué hacia ella ahí?!
-¡¿La-ma-ladybug?!- me senté de golpe, ella rió ante mi acción.
-Hola chico guapo- respiraba con dificultad debido a que su beso había sido demasiado duro. Se veía extremadamente sexy con ese rostro sonrojado.
¡¿Pero en qué estas pensado?! ¡Marinette es tu novia!
-¿Por qué tan serio?- dijo la azabache, tenerla sentada sobre mi me ponía demasiado nervioso -¿Acaso la catarina te comió la lengua?-
Esto es un sueño Adrien, vas a despertar y todo acabará.
Decidí pellizcar mi muñeca, un agudo dolor me advirtió que esto era completamente real.
-¿Qué estas haciendo aquí Ladybug?- intenté sonar duro, debía ser fiel a mi princesa.
-Oh- tomó el cuello de mi pijama y comenzó a jugar con este -Supongo que esto deberá esperar- dijo ya algo más nerviosa -Pero es que temo a que te decepciones- volvió a besarme y esta vez interpuso su lengua conectando con la mía.
-No Ladybug- me separé de ella -Yo tengo novia- sonrió y volvió a besarme. Con el tiempo caí rendido y me deje llevar.
¿Cómo le explicaría esta situación a Marinette?
-Solo relajate- comenzó a desabrochar la camiseta de mi pijama lentamente, podía sentir la fría piel a través de su traje. El dulce pero artificial tacto hacia que me estremeciera, mi pecho quedo al descubierto. Ella mordió con sensualidad su labio inferior y comenzó a recorrer cada parte de mi con sus delicadas manos.
-No... Lady...- en verdad rezaba porque todo esto solo fuese un sueño.
-Lo es gatito- susurró y mordió mi oreja -Todo es un sueño- ¿Acaso había pensado en voz alta? Si esto se trataba de un sueño todo se sentía demasiado real -Mañana despertaras y no habrá pasado nada en realidad-
Su voz era demasiado angelical, suave y seductora como si de una sirena se tratase, ponía sentír la calidad que emanaba de tan apetitosos labios.
Ella me conduciría a lo mas profundo del Tártaro.
Entonces fue cuando la azabache me obligó a levantarme y literalmente me ordenó quitarme el pantalón, permanecía sentada en la esquina de la cama mientras veía como quitaba la prenda, estaba a punto de hacer lo mismo con mi bóxer cuando ella me detuvo.
-Eso dejamelo a mi- se inco y con sus dedos comenzó a dar toques superficiales en la punta de mi miembro, inmediatamente Arqué a espalda y ella sin prisa y con sensualidad bajo de poco a poco mi ropa interior hasta dejarme completamente desnudo, sus delicados dedos continuaron masacrando toda esa zona hasta que volvió a besarme.