El Color del Pecado

Capítulo 04

Lena la observo entrar al cuarto de baño su estómago clamaba por comida y comenzó a comer hasta que quedo satisfecha se subió a la cama y se arropo estuvo sentada con sus piernas pegadas a su pecho, tras largos minutos la rubia salía desnuda y la pelirroja se sonrojo extremadamente evitando mirarla, tras unos minutos la rubia entro en la cama y le ordeno a la pelirroja que entrara pego su cuerpo desnudo al de Lena que estaba nerviosa sintió su mano serpentear por su cintura y sus dedos acariciar su vientre suavemente y la hizo estremecer el sentir el aliento de la rubia en su oído

- Dale gracias a que estás conmigo ahora
- ¿Debo agradecer que arruines mi vida?
- Agradecer que estás conmigo, que mi tía abogo por ti o el tipo que iba a ofrecer lote por ti no tendría la paciencia que tengo para ti
- ¿Paciencia? Hace un rato estabas sobre mí y... Y...
- Iba hacerte mía, lo sé pero no lo hice esperaré un tiempo prudente
- ¿Y quieres que lo agradezca? – Dijo molesta
- Sólo que te apresures a hacerte a la idea porque no voy a esperar toda la vida y si en un tiempo que yo considere prudente no me dices tú a mí que estás lista ya no esperaré y te tomaré a la fuerza o voluntad

Lena trago saliva sentía los dedos de la rubia acariciar su vientre y estómago y con la promesa de que le daría tiempo durmió tranquilamente el sol entro por la ventana y le dio en su rostro abrió los ojos lentamente y vio a Anna corriendo las cortinas de la habitación y aseando, la rubia no estaba en la cama lógicamente observo a la mujer castaña y con un cuerpo muy lindo y era muy bella no lo negaba la castaña la miro y levanto una ceja

- ¿Qué tal? – La miro Anna
- Que te importa – Dijo sonrojada
- Vamos ¿a poco no pudiste complacerla?
- No tengo por qué darte explicaciones – Dijo seria
- No quiero detalles sucios solo que me digas que te pareció ¿a poco no es única y salvaje en la cama?
- Déjame en paz
- Vamos solo un poco y yo te contaré de mi experiencia

Lena se levantó de la cama y fue hacía el baño tratando de ignorarla pero fue un error ya que Anna empezó a reír

- ¿Qué paso? ¿O no te toco o no eras virgen como creyó?

La pelirroja se detuvo en seco ¿Cómo podía dudar de su virginidad? Volteo a verla molesta, Anna arreglaba la cama y se sonrojo iba a replicar pero entro la rubia y observo a ambas mujeres y Anna le sonrió feliz

- ¿No te complació como esperabas?
- Anna...
- ¿Así que no era virgen?
- ¿Por qué lo dices? – Dijo Yulia
- Por qué no hay manchas en la cama – Sonrió
- Anna
- Vamos Yul, aun no siendo virgen no sabe complacerte ¿o sí?
- Para ya – Dijo Yulia
- Yo puedo complacerte, sabes que lo haré te conozco y sé que es lo que te gusta – Le sonrió
- Ve hacer tu trabajo – Dijo Yulia
- Bien, te veo en la noche – Salió riendo

La rubia observo a la pelirroja que seguía en la entrada de la habitación del baño observo a la rubia se veía muy molesta la rubia le dio la espalda y comenzó a cambiarse de ropa y Lena no aguanto más camino hasta ella

- ¿Por qué no lo negaste? ¿Por qué no me diste mi lugar?
- No sé a qué te refieres
- Ella cree que soy una cualquiera
- ¿Qué más da?
- No quiero que piense eso
- ¿Lo eres? – La miro Yulia
- ¡No! Claro que no
- Entonces no tienes por qué preocuparte
- No quiero que la gente piense eso de mi
- No debería importarte lo que los demás piensen

Yulia observo a la pelirroja que estando furiosa no reparaba en su semi desnudes y sonrió paseo su vista desde sus pies hasta sus ojos y viceversa estiro su mano y acaricio su pierna haciéndola saltar y observarla, su molestia se había esfumado en segundos la tomo de la mano y la jalo hacía ella y la tumbo en la cama se subió un poco sobre ella y acaricio su pierna Lena respiraba agitada por los nervios

- Si te importa que piense Anna demostrémosle que si eras virgen
- Pero...

Metió la mano bajo el camisón y acaricio la pierna y la pelirroja se removió entre sus manos y sintió los labios de la rubia en su cuello apretó los ojos

- Creí que me darías tiempo
- ¡Joder! Katina será mejor que te hagas a la idea pronto porque no quiero esperar tanto o te ayudaré
- Ayuda...

La pelirroja no termino la frase, los labios de Yulia callaron los suyos y los sintió agiles, suaves, cálidos jamás había besado a nadie y no sabía que debía hacer, se sentía torpe y así como empezó termino el beso la rubia se levantó termino de vestirse y volvió a salir el día lo paso en la habitación estaba aburrida y no sabía en donde se metía Yulia entro Roza a la habitación

- ¿Necesita algo señorita?
- Yo... ¿Dónde está Yulia?
- Tiene cosas que hacer como parte de la nobleza, debe cumplir con sus deberes de Duquesa
- De acuerdo
- ¿Necesita algo? – Repitió
- Estoy aburrida y tengo hambre – Dijo sonrojada
- ¿Quiere bajar a comer al comedor o le traigo aquí?
- Aquí está bien – Se encogió de hombros
- De acuerdo