El Color del Pecado

Capítulo 10

La pelirroja observo en Nastya la preocupación y que le dedico una mirada con una enorme suplica de perdón y luego observo a la Duquesa de Holstein-Gottorp

- Anna la abofeteo esta mañana cuando le reclamo por el cambio
- Gracias, puedes ir a tu habitación al igual que todos excepto tu Anna Safarova
- Con permiso Duquesa

Todos se retiraron a excepción de Yulia, Lena y Anna que veía a Yulia con miedo, todos sabían cómo era Yulia cuando explotaba y nadie quería estar en su camino cuando eso pasaba, la pelirroja observo a Anna y jamás había visto esa mirada en ella, vio como la rubia tomo el cuello de la chica y Anna instintivamente tomo la mano de la rubia

- ¿Te atreviste a tocar a mi mujer? – Dijo furiosa
- Yulia por favor – Dijo Lena y se acercó a ellas
- Ve a la habitación Katina
- No quiero ir sola
- Ahora te alcanzo
- Por favor ven, quiero sentirte conmigo – Le tomo la mano
- Vete Katina – Dijo seria
- Por favor Yulia – Dijo suave
- Lena
- Ven, vamos a la cama – La obligo a mirarla
- Te espero mañana temprano en mi despacho Anna

Soltó a la chica y tomo la mano de la pelirroja la cual se veía aliviada y observo a Anna con advertencia y la chica corrió Lena guio a Yulia a su habitación y ambas se recostaron aún se veía furiosa la pelirroja se recostó de lado y la observo

- ¿Por qué estás tan furiosa? – Dijo Lena
- ¿Por qué? ¿Por qué? Te lastimo y no te atreviste a decírmelo
- Porqué exactamente no quería que esto pasara
- Eres mi mujer Katina, eres la mujer que quiero para mí y voy a protegerte de todos, nadie puede ponerte una mano encima, solo yo ¿entiendes?
- Perfectamente – Sonrió
- Entonces no vuelvas a ocultarme nada
- Basta de berrinches
- No son be...
- Si lo son – Sonrió
- Tú no sabes nada de mí y...
- Enséñame entonces que es lo que hay contigo y en ti

La rubia soltó un gruñido y Lena sonrió eso era realmente extraño nunca había estado tan cómoda con Yulia tanto como ahora le acaricio la mejilla dulcemente y le quito un mechón de la frente, delineo el rostro de la rubia que cerró los ojos disfrutando de la caricia y tras unos segundos de la pelirroja acariciando sus labios detuvo su mano

- Me haces cosquillas
- Lo siento – Dijo apenada
- Está bien, es agradable
- ¿Qué puedo hacer para que ya no estés molesta? – Dijo de pronto
- Nada
- Vamos yo debería ser la molesta, fui yo la que recibió un golpe te recuerdo
- Pero nunca me dices nada ¿Por qué? ¿Por qué simplemente no confías en mí?
- Supongo que me da mucha pena aun
- No soy un ogro Elena o al menos no todo el tiempo
- ¿Ah sí?
- ¿En verdad quieres saber lo que hay en mí? ¿Quieres conocerme?
- Si
- Bien quiero que comencemos por lo intimo
- Yo... Bien

La pelirroja se sentó en la cama y comenzó a desnudar a la rubia que la veía atenta ¿podía estar corrompiendo ya a ese ángel? Sonrió cuando la chica se detuvo al tenerla en ropa interior el sonrojo en sus mejillas era realmente encantador

- Ven aquí – La llamo

Lena obedeció y volvió acostarse junto a Yulia, que la atrajo hasta ella y la pelirroja se recostó sobre su pecho y sintió la mano de la rubia acariciar su cadera su piel se erizo de inmediato ¿Por qué le pasaba eso? ¿Por qué el contacto con Yulia le era tan difícil? Suspiro y cerró los ojos sintió los labios de la rubia en los suyos e hizo un gesto de dolor

- Lo lamento – Se disculpo
- Está bien

La pelirroja se acomodó y automáticamente su brazo atravesó el estómago de la rubia y descanso a su costado, sintió un beso en el cuello y la hizo saltar abrió los ojos y sintió las caricias de la rubia se removió un poco seguía recostada sobre el pecho de Yulia y se dio cuenta que tenía una pierna en medio de las de ella y sintió arder sus mejillas y agradeció no la viera esa chica se removió intentando cambiar de posición y sintió el brazo presionarla más