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-No.-susurro para él mismo-No debes estar aquí, Caroline, debes irte, vete.-dijo cortando la conexión visual entre ellos.

Caroline siguió mirándolo, como si se tratara de un cachorro.

-No.-cambio la expresión a una firme.- No voy a irme.

-Si, si lo harás.

Soltó los bolsos y carteras que segundos atrás sostenía, haciendo que estas se estamparan contra él suelo, se acercó ruda y firme para empezar a decir.

-Mira, Klaus, he venido hasta aquí, dejando todo atrás, solo para ayudarte, renuncie a todo, solo para ayudarte, me negué a todos, solo para ayudarte, volé hasta aquí, soportando a miles de turistas diciendo que no me convenía venir sola, aguantando las ganas de gritarles que no se trataba de un monstruo, sino de alguien dolido. Vine, Klaus, luego de todo este tiempo, al fin vine. Y no voy a aceptar un "no" por respuesta.-termino diciendo con su dedo levantado, señalando directamente hacia él rostro del rubio.

Él se quedo callado.

Elijah miraba la escena desde lejos, con un rostro pintado de seriedad.

Klaus se removió en él lugar nervioso, miro él suelo e iba a hablar, pero no lo hizo.

Luego de unos segundos esquivo la mirada de Caroline, encontrándose con la de Elijah.

-¿Elijah?-busco soporte en su hermano.

-Lo siento, hermano, pero la señorita tiene razón, quizás debas aceptar un poco de ayuda.

-Esto es increíble- pronuncio fuertemente.- Al fin trato de proteger a alguien y estas en mi contra, ¿quien te entiende, hermano?

-Quizás ella ni nadie necesitarían protección de ti, si te dejaras ayudar.

Él negó y pensó una respuesta.

-No soy él único con problemas, Hayley no lo lleva muy bien tampoco- se defendió.

-De eso voy a ocuparme yo.-hablo saliendo del lugar.

-Genial.- se quejo.

-Klaus...- hablo Caroline- Solo quiero ayudarte...solo déjame hacerlo.

El la miro, de un momento a otro estaba saliendo del lugar.

Caroline lo siguió.

El se paro en la puerta, Caroline lo copio.

-Yo hice esto.- dijo mirando los cuerpos ensangrentados que yacían en el suelo.

 Caroline lo miro, triste por el y por su sentimientos de culpa.

-Y estoy orgulloso- termino la frase, al momento en que Caroline lo miro confundida y sorprendida por la reveladora confesión.-¿Como ayudas a alguien con ese pensamiento?- preguntó para ella y para si mismo.

Ella sabía lo que el hacía.

Y no iba a permitirlo.

-Klaus, no...

-¡Caroline! ¡Mírame! ¡He tratado de acobijar esta bestia dentro de mi! ¡Quise esconder la verdad! Pero mira lo que la bestia hizo.

Su cara se tenso, sus labios estaban apretados, sus ojos entrecerrados y Caroline lo entendió.

El quería llorar.


demons | klarolineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora