Capítulo 1

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-Mamá te he dicho que no puedo acompañarte a la cena, estoy ocupada- mentí por enésima vez a mi madre, me ponía de los nervios.

-Hayley, como ya te he dicho, no te estaba dejando opción, tienes que venir, es una cena de trabajo y debes venir conmigo, no hay más que hablar.-dijo ella tajante.

-Está bien como quieras, ¿va a ir Phil?- Phil era el horrible nuevo marido de mi madre, se casó con él justo un mes antes de que mi padre falleciera, estaba en el hospital y yo cuidaba de él, por lo que no fui a la boda, mi madre jamás me lo ha perdonado y Phil tampoco.

-Por supuesto, también irán Mina y Lisah- puse los ojos en blanco Mina y Lisah eran mis hermanastras, hijas del anterior matrimonio de Phil, una insoportables pijas con las que no me llevaba muy bien, aunque tampoco es que me importara, odiaba a esas imbéciles.

-Genial-dije sarcasticamente- ¿a qué hora y dónde debo estar?- dije exasperada, sabía que cuando se ponía así, siempre conseguía lo que se proponía.

-A las 9 en Viceroy L'Ermitage- como no, hotel de lujo en Beverly Hills.- por cierto, es una cena de empresa, así que vístete de etiqueta, no me hagas quedar mal delante de mis socios por favor.-colgó. ¿Se podía ser más despectiva?, creo que no. Me tiré en la cama boca abajo y maldije mi suerte. ¿Por qué demonios se le había antojado a mi madre que fuera a aquella cena?, hacía más de dos meses que no hablábamos y ahora quería jugar a la familia feliz delante de sus socios. Típico de ella. Eran las 5 de la tarde así que tendría que ir de compras. Me levanté de la cama con gran pesar y fui directa al baño,miré en el espejo mi pálida piel, desde luego necesitaba hacer mi milagro con el maquillaje, miré en el espejo mi huesudo cuerpo, había perdido mucho peso desde que a mi padre le diagnosticaron leucemia, pero cuando murió me negué a comer durante semanas, alimentándome a base de agua y pan.

-Maldita sea mi suerte- me dije a mi misma y comencé a maquillarme. No había nada que hacer con mi pelo así que decidí recogérme mi corta melena en un simple moño. Salí al caluroso día de julio en Pasadena, Los Ángeles. Cogí mi coche y me dirigía al centro comercial cuando un imbécil apareció de la nada andando por la carretera. Paré de golpe para intentar no atropellarlo, me recuperé del susto en diez segundos.-¿¡Estas loco!?, ¿¡Cómo se le ocurre cruzar así!?- hasta ese momento no me había detenido a mirar bien al hombre al que casi atropello pero en cuanto me fijé en él, mi boca se quedó abierta, aunque no descaradamente pero aún así me quedé sin habla. Era alto, con un cuerpo de infarto enfundado en una camisa negra remangada y unos vaqueros. Levaba unas gafas de sol tipo aviador. Tenía el pelo negro un poco largo pero no tanto como para que cayera en melena. En definitiva, era tipo más sexy con el que me había topado nunca.

-Lo siento- dijo alzando la mano, y siguió su camino sin apenas fijarse en mí. Aquel tipo ya se había ido y yo seguía babeando por él, hasta que la fila de coches que había detrás de mí empezó a tocar el claxon. Fue entonces cuando reaccioné y me puse en marcha de nuevo.

Entré a unas cuantas tiendas y por fin encontré el vestido perfecto, era largo y rojo

Regresé a mi apartamento y me metí en la ducha. Eran las 8 de la tarde, se me había hecho mas tarde de lo que pensaba. Salí de la ducha y me puse la rapa interior sequé mi pelo, lo alisé un poco, aunque mi pelo ya era liso de por sí,me maquillé y me puse mi nuevo vestido con unos tacones color nude. Todo ello en tiempo récord.

Salí de casa y conduje como una loca hasta el hotel que me había dicho mi madre. Tuve suerte y no me estrellé con nadie. Al llegar paré en la puerta del hotel y le di mis llaves al aparcacoches. Entré al hall del hotel decidida, respirando hondo y deseando que todo fuera bien y mi madre no hiciera aflorar mi fuerte carácter esa noche, no quería montar una escena delante de todos aquellos ricachones. Vi a mi madre, Phil y las hermanas de plástico (las llamaba así porque no había ni un centímetro de su cuerpo que no hubiera pasado por el quirófano) y me dirigí en su dirección.

-Hola- dije sin mucho ánimo.

-Llegas tarde, te dije a las 9 y son las 9:10.-dijo ella, ya estaba empezando a tocarme las narices y acababa de llegar.

-Sí, había tráfico- mentí- Hay barra libre ¿no?-dije mientras entrábamos en la sala donde se celebraría la cena.

-Oh no, no pienso tolerar que te emborraches y me dejes en evidencia delante de todos mis amigos- eso era lo que a ella más le importaba, las apariencias, por eso es por lo que estaba yo realmente allí, para demostrarle al mundo que tenía una familia perfecta y en completa armonía donde todos nos llevábamos genial y compartíamos los desayunos exactamente igual que en los anuncios de galletas o cereales que salían en la televisión.

-Tengo 19 años, hago lo que quiero, y sino no haberme hecho venir, estoy desperdiciando mi preciado tiempo en tí, comprenderás que necesite emborracharme para entender el por qué. -Phil abrió la boca para decir algo.- Ni se te ocurra decirme lo que tengo que hacer, tú no eres mi padre.- acto seguido me dirigí a la barra del hotel, alejándome de ellos.

-Un whisky doble por favor.-le pedí al barman. Me miró un poco raro, pero enseguida me lo sirvió. Empecé a deambular por allí, aun no había llegado todos.

Vi a mi madre hablar con sus amigas del negocio. Ella era la propietaria de una empresa inmobiliaria y siempre necesitaba enterarse de todos los cotilleos de los matrimonios, si alguno estaba apunto de romperse, allá iba ella a dejarles su tarjeta para cuando vendieran la casa. Así de frío era su trabajo, igual que ella. Me senté en la barra y le pedí al barman que me pusiera otra copa de lo mismo cuando lo ví entrar. Era el tipo al que casi atropello aquella tarde. Iba con un elegante traje gris oscuro con chaleco a juego camisa blanca y corbata azul. Estaba incluso mejor que hace unas horas, iba acompañado de una escultural mujer vestida con un precioso vestido verde esmeralda largo y ceñido, que bien podría haber sido modelo. Yo a su lado, incluso con mi elegante vestido rojo, que hasta ese momento eran mis mejores galas, parecía un saco de patatas a su lado. Me di cuenta de que estaba mirándole embobada otra vez como me había pasado en el coche y me obligué a apartar la mirada y dirigirme al saló dónde íbamos a cenar.

Busqué con la mirada a mi madre y su séquito (Phil y las hermanas de plástico) y fui hacia donde estaban. Me sorprendí al ver que mi nombre estaba escrito en un pequeño cartelito encima de un plato, solo que en vez de poner Hayley Rodgers (con el apellido de mi padre, mi apellido), ponía Hayley Stanfield, con el apellido de mi aborrecible padrastro, el cual había adoptado mi madre al casarse con él. Me senté en aquel asiento, justo al lado de mi madre y rápido busque en mi bolso mi barra de labios roja, taché con ella el apellido Stanfield y puse Rodgers.

-¿Se puede saber que demonios haces?-susurró mi madre enfurecida.

-Corrigiendo un error imperdonable- dije como si nada- mi madre iba a responder pero en ese momento ÉL se sentó justo enfrente de mí.

-Hola Anna, un gusto volver a verte- dijo él con una voz tremendamente sensual (¿O era mi cerebro enfatizando el hecho de que estaba más bueno que el pan?) dirigiendo a mi madre. Vi como las hermanas de plástico sentadas justo a mi otro lado paraban de cuchichear entre ellas vete a saber que, para quedarse embobadas justo como yo había hecho las dos primeras veces que lo vi.

-Hola Matt, estos son mi marido Phil, sus hijas Mina y Lisah- dijo mi madre haciendo una rápida presentación con la mano- y esta es mi hija, Hayley.- Posó sus ojos azul intenso en mí.

-Encantado, soy Matthew Reed- dijo sin apartar los ojos de mí.

-Encantada- murmuré, me sentí un poco avergonzada y aparté la mirada, cuando le volví a mirar seguía con la mirada fija en mí, esbozando una sonrisa. Madre mía aquel hombre iba a hacer que me diera un ataque al corazón. Y pensar que no quería venir.

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Bueno pues esta es mi primera novela, soy nueva en wattpad y me gustaría segur escribiéndola, si les ha gustado el primer capitulo comenten o dadle a la estrellita, así sabré que si quieren que siga la historia, MIL GRACIAS :))))

Corazones vacíosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora