Capitulo 9

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Estoy despierta, no he podido dormir en toda la noche, solo me la paso mirando las fotos de mis padres en el dije de corazón que regalo mi madre.

Escucho a lo lejos pasos que se acercan a mi habitación, cierro mi dije y me tapo con el cobertor rosado de la cama.

Escucho a las sirvientas discutiendo entre ellas haber quien se anima a despertarme. Quito el cobertor que esta encima de mi, les digo con un tono dulce, -No se preocupen en despertarme-. Me levanto de la cama, para dirigirme al baño a lavarme la cara, antes de entrar al baño les digo, -Oh por cierto yo no soy una niña malcriada-. Les guiño un ojo antes de avanzar para entrar al baño.

Al salir veo mi cama tendida, dos sirvientas tienen en cada una de sus manos un vestido, una de ellas me dice, -Cual vestido quiere señorita-. Le respondo, -Quiero el blanco con rallas azules-. Las sirvientas me obedecen, me ponen el vestido y me peinan. En cuanto terminan de arreglarme les digo con amabilidad, -Gracias-. Observó que una de las sirvientas trae una bandeja con huevos, pan tostado, mermelada, jugo de naranja y leche. Me acerco para ver con detalle, se dibuja una sonrisa en mi rostro. La sirvienta me dice, -Es su desayuno espero que le guste-. Coloca la bandeja de comida en la mesa principal de la habitación que se encuentra del lado izquierdo de la puerta de la habitación.

Mientras desayuno, entra la ama de llaves me dice, -Apresúrate tu tío te verá en una hora-. Termino rápido de comer. La ama de llaves me agarra de la mano con fuerza, no se a donde me lleva, las casa es enorme y no la conozco. Bajando las escaleras, observó a la señorita Charlotte esperando afuera de una habitación que tiene dos puertas, son de color cafe oscuro.

La ama de llaves me agarra del hombro derecho y la señorita Charlotte del hombro izquierdo, cada una abre una puerta, me empujan hacia adelante, para entrar a la habitación, en cuanto quitan sus manos de mis hombros, la señorita Charlotte dice, -La pequeña esta aquí señor-.

La habitación parece una biblioteca, hay un enorme escritorio hermoso, esta mas hermoso que el escritorio de la señora Adalia.

Un libro llama mi atención, me acerco para ver qué libro es, estiro mi mano para agarrarlo, -Buenos días-, una voz gruesa se escucha detrás de mi espalda, yo salto al escuchar la voz.

Giro sobre mis talones para ver quien es, me acerco un poco al escritorio para ver quienes. La persona se sienta, digo con voz insegura y curiosa, -¿Tío?-. La silla gira, observó unos ojos color esmeralda, son iguales a los míos.

Trae en sus manos unos documentos que no alcanzo distinguir de que son. En cuanto coloca los documentos en el escritorio me dice, -¿Marlene cierto?-. Le respondo con firmeza, -si, la misma-. Le hago una sonrisa.

Mi tío me mira fijamente a mis ojos, me da miedo su mirada parece de una persona sin piedad. Me dice, -Te enviare a una escuela de niñas, para que continúes con tus estudios-. Le digo con preocupación, -¿No puedo quedarme aquí?-. Mi tío me responde firme, -No, solo me distraerías, no tengo tiempo para cuidar de una niña de ocho años de edad-. Le digo segura con voz firme, -Primera no soy una distracción y segunda tengo once años de edad. No es mi problema que estés tan amargado-. Creo que sobro eso, tengo que aprender a contenerme. Observó a mi tío levantarse de su asiento, me dice gritando, -No tienes el derecho de hablarme de esa manera jovencita, te iras mañana en la noche y no habrá discusión-.

Me quedo quieta sin decir ninguna palabra, mi tío dice, -Señorita Charlotte-. Entra con prisa la señorita Charlotte a la habitación, dice al detenerse, -Si señor, que se le ofrece -. Mi tío le dice, -Llévatela y prepara su equipaje para que se dirija a la escuela de niñas que te dije-. La señorita Charlotte dice, -Si señor-.

La señorita Charlotte me agarra de los hombros y me encamina hacia la puerta.

En cuanto cierra la puerta de la oficina de mi tío, me dice, -Vamos a prepárate para mañana-.

Una sirvienta esta empacando mis cosas. Solo observo como lo hace, ahora ya entiendo por que mi tío actúa de esa manera. No tiene a nadie a quien amar, de que sirve el dinero si estas solo. Yo amo a mis padres y a mi hermano James.

Después de un rato decido ayudarle a la sirvienta a empacar. Es divertido empacar, yo le lanzó un vestido o un objeto, ella lo atrapa y lo coloca dentro de la maleta.

Después de empacar, me dirijo a la cocina. Observó a la cocinera que esta haciendo varios postres, cuando hacen varios postres es por que alguien va a venir. Le pregunto a la cocinera, -¿Le puedo ayudar a hacer los postres?, terminara más rápido si yo le ayudo-.

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⏰ Última actualización: May 30, 2016 ⏰

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