Capitulo 1: parte II "Ceci"

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"Los constantes reclamos, dieron paso a una nueva forma de organización. El sector conocido B15 (que abarca los sectores B10 al B15, y en su anillo se encuentra la Villa San Martin) ha sido el primer y principal foco de rebelión de los "sin tierra". Es la zona mas poblada, y allí "los ocupas", denominación creada por el gobierno, dieron una feroz batalla ante la imposición de un éxodo impuesta por ley, finalizada en la cámara de diputados y senadores. Durante varios años, una suerte de "guerra de guerrillas", fue la tapa de todos los portales web de noticias, infundiendo el miedo a la clase media y alta, que se agolpaba en las esquina de sus calles, realizando barricadas y esperando un saqueo de los pobres que nunca llegó a realizarse[...]

Primero hay que entender que en esta "zona liberada", fuera de la jurisdicción del gobierno, "los Centinelas", o mejor dicho, los "Servidores", realizan sus actos delictivos ligados al contrabando, manipulación social y económica, llegando hasta el asesinato organizado, sin que nadie los controle.

[...]Los Centinelas son prototipos fallidos del capitalismo, por implantar un nuevo régimen laboral, remplazando a la mano de obra humana. Desde hace ya casi un siglo, la inteligencia artificial a sido el proyecto de los gigantescos oligopolios de servicios de Internet, ciencia e industria liviana. Los primeros prototipos de Centinelas iban a estar en funcionamiento en la industria; linea de producción de ensamblaje de autos, electrónica y otras ramas; pero su fracaso en el rubro, terminó su continuidad de producción legal. Pronto, se realizaron prototipos en el mercado negro, que les permitieron utilizar a los Centinelas como "mulas", "mensajeros", remplazando al humano. Éstos Centinelas implicaban costos mas bajos, así como también, garantías: una persona común, utilizada como "mula", que transporta materiales de venta ilegal, no era segura, ya que podía ser arrestada o cometer errores, además de que podían convertirse en "espías" o ser interrogados para que delaten tanto al "vendedor", como al "comprador"; un Centinela cumple un trabajo eficiente, no cuestionaría el trabajo, no delataría a nadie y nunca sufría de "fatiga humana", explotándolos al máximo como androides. El nacimiento de los llamados "Servidores" -que son los que controlan al Centinela, vía internet/satelital-, crearían el nuevo "mercado negro". Éstos era dueños de los caminos de tráfico. Los Servidores son los responsables de la logística, cobrando un arancel por cada trabajo. Poco a poco llegarían a ser los dueños del "mercado negro", porque ya no solo controlaban el transporte... si no la producción de la mercancía ilegal."

Extracto del Libro "La campaña del Desierto", Capitulo I: Camino a Napalpi.

De Carlos Segovia.

Miraba su celular, como siempre ella lo hacia: sin preocupaciones, perdida en su mundo interno. Mariano se quedó mirándola, intentando saber qué es lo que pasaba por su pequeña cabecita.

-Mariano... ya llego.

Unos de los empleados de Mariano, había abierto rápidamente la puerta, sin tocar, para informarle del arribo de la mercancía. Se levantó y se alejó del pequeño escritorio que tenía de oficina en el cuarto vacío, y cuando se dirigía hacia la puerta, golpeo el celular de la chica, como intentando llamarle la atención. Ella sólo le lanzó un mirada penetrante, como siempre hacia, cuando algo le molestaba.

-Arriba, Ceci... hay que trabajar. Ya tuviste suficiente descanso.

Salieron del cuarto, primero Mariano, luego Ceci y pasaron al salón contiguo, amplio, de unos diez por diez metros; vacío, sin ni siquiera un mueble viejo que cubriera la desnudez del lugar. Mariano acomodó su 9mm que estaba escondida en su cintura, y la tapó con su camisa lisa desabotonada. Dos hombres, en el pasillo de la entrada del lugar, cumplían la función de guardias: llevaban gafas oscuras y armas a la vista. En el centro del salón, una persona con una campera gris con capucha cubriendo su cabeza, esperaba. Mariano realizó una pequeña seña con su mano derecha a Ceci, para que se moviera a un costado, alejándola del visitante.

-Bueno... veamos la muestra mercancía –dijo Mariano-. De paso, terminamos con la deuda pendiente.

El interlocutor avanzó hacia el centro del salón, que además del visitante, había un caja mediana de cartón cerrada con cinta adhesiva de papel. Abrió la caja y revisó su interior sin extraerlo. Ceci miraba al visitante con su mirada penetrante, sin moverse, lista para entrar en acción; en su cintrura, del lado izquierdo, se veía la funda de su arma "blanca" larga, y su mano izquierda libre, como preparada para hacer su trabajo.

Mariano sonrió al finalizar de indagar el interior de la caja y se dirigió hacia el visitante, acercándose a unos pasos de él.

-Bueno... con esto saldo mi deuda.

A los segundo de finalizar su frase, Mariano extrajo su arma de su cintura y rápidamente realizó un disparo certero en medio de los ojos del visitante. Éste no desplomó al instante; quedó erguido por unos segundos y luego calló de frente como una tabla, tieso y sin escupir algún quejido. De la cabeza de la víctima, comenzó a emanar un liquido viscoso, casi negro, como el aceite sucio de una maquina. Ceci, solamente alcanzó a parpadear ante el estruendo del arma, mientras que los demás se echaron hacia atrás, asustados.

-Llévalo al fondo y que se queme bien –dijo Mariano a su empleado.

-Pero... que mierd... esto nos va a traer mucho problemas, Mariano- dijo el empleado tomándose la cabeza-.

-Cerrá la boca... Ceci, vamos.- finalizó Mariano, la conversación.

- finalizó Mariano, la conversación

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