Las atrapadas

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— ¿Estás bien? — era gracioso que me hiciera esa pregunta, usualmente era yo la que la hace, sentí sus manos en mis mejillas

Si lo estoy Bro, es solo que estoy algo preocupada por lo del examen, ya sabes es importante — no era eso, pero sin duda soy mejor mintiendo que él, simplemente me sonrió un poco aliviado

saldrás bien, estudiamos mucho para eso— intentó darme animo, era extraño que lo hiciera pero me confortaba aunque no era la razón, mis amigas me habían dicho que hice el examen, y que no tardé mucho, no recuerdo nada de eso, sin embargo no es esa mi preocupación.

Aquella voz sigue rondando en mi cabeza, vamos solo duerme, hay breves momentos del día de los cuales no tengo memoria, es como si simplemente mi cuerpo se moviera por voluntad propia, y eso comienza asustarme, ropa, zapatos, algunos accesorios de ropa, realmente son bonitos pero no me van, eso le quedaría más a Pacifica.

Sin embargo no quiero decirle a Dipper sé que se asustará mucho y no sé si pueda ayudarme, no hay notas, no hay nada, solo leves susurros, a los cuales pretendo ignoran, aunque en la noche es mucho más difícil, he tenido que dormir con los audífonos puestos para conciliar el sueño, aunque las ganas de ir con mi hermano y pasar la noche en su cama se hacen cada vez más fuerte, se que ya no soy una niña.

—Sí, tienes razón— le sonreí con todas la ganas del mundo, simplemente debo averiguar cómo parar esto ¿cierto?, y todo estará bien, aunque no se a quien acudir, creo que la única persona a la cual puedo recurrir es con Gideon, solo espero que el pueda o realmente no sé qué pasará, subí a la habitación y comencé a cambiar mi ropa, traía la pijama y ya era un poco tarde.

"no podrás" aquellas palabras me dieron un escalofrió, "no hasta que cumplas con lo que quiero", no tengo intenciones de hacer nada, una risa burlona lleno mis sentidos, "no estoy pidiendo tu permiso, aun no lo entiendes... pero no te preocupes, pronto lo harás", sentí una mano tocar mi hombro y brinque de la impresión, no era la primera vez, pero aun así no me acostumbro a que pase.

Debo estar enloqueciendo— y que tal si solo era eso, podría ir a escondidas a un chequeo de esos psicológicos, tal vez tengo un tornillo flojo, puse mi mano en mi frente tratando de calmarme.

—no sé qué tengo que hacer— suspire cansada mientras terminaba de arreglarme, me recosté en la cama y mire al techo, tome mi celular y marque sin pensármelo.

Gideon, necesito verte hoy— me preguntó si algo había pasado, pero no quería decírselo por teléfono— lo hablamos aquí, Dipper sale en una hora, se verá con Pacifica para arreglar algunas cosas, no tardes te explico todo cuando llegues — no me dijo nada más, simplemente acordó que estaría aquí conmigo.

Evité quedarme dormida, bajé para platicar con mi hermano, siempre que estoy con él las cosas parecen tan normales, no me genera ninguna molestia, sin embargo faltaba poco para que se fuera y una vez estuviera sola aquello susurros comenzarían, debo admitir que aunque haya gente los escucho, solo paran cuando esta él.

— ¡Hey! Mabel, Pacifica me pregunta si quieres ir con nosotros— le mire y sonreí— No, dip dop, tengo planes ya, después de todo no quiero cansarme preparando todo para ese evento, ya sabes que no es lo mío nada que tenga que ver con ciencia— mi hermano solo sonrió y me despeinó, sin decir más lo vi tomar sus cosas poco después salió del departamento.

No hagas nada malo Mabel, nada de pijamadas con esas dos— me reí, ya que la última vez que mis amigas vinieron, bueno dejamos un desastre, no lo voy a negar—No prometo nada— dije divertida, el solo suspiro, imagino que el supuso que mis amigas vendrían, estaba muy equivocado, pasados unos minutos de que Dipper saliera el timbre de la puerta sonó, salí corriendo a abrir para mi alivio era Gideon.

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