El marionetista y sus marionetas

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Miré por la ventana, rogaba silenciosamente que alguien viniera, aun guardo la vaga esperanza, es una ilusión absurda lo sé, después de todo quien se arriesgaría tanto par a salvar a alguien que no es de su familia por muy amigo tuyo que sea.

Me levanté y regresé a mi cama, me acomodé y miré al techo, es gracioso pensar que aunque estoy en mi casa soy algo así como una prisionera.

Exactamente ¿cómo lo hizo?, no alcanzó a comprender del todo ¿cómo paso?, sin embargo ahora debo hacer caso, mis padres me lo están ordenando "por nuestra seguridad", recuerda primero debemos mantener la estabilidad de nuestra familia.

No pude evitar frustrarme por la orden sin embargo algo dentro de mi me alertó, era mejor no meterse en el camino de aquel hombre.

Extrañamente me recordó una sensación del pasado, cuando aquel incidente de pesadilla ocurrió, era aun muy pequeña pero es algo que quedo muy grabado en mi mente, aquel día solo se sintió un temblor horrible, pensamos que la tierra se abriría, sin embargo lo que se rasgo fue el cielo, mostrándonos lo que yo llamaría la entrada al infierno, un lugar lleno de colores extraños de los cuales cientos de criaturas horribles y destructivas surgieron.

Pero la peor de todas, fue quien causo aquella abertura, un tipo que con tan solo verlo intuías el enorme peligro que representaba, mis padres en pro de salvarnos declararon su eterna obediencia lo cual por supuesto no salió bien, ellos fueron capturados y yo apenas y escape, no supe nunca que estaba pasando en aquella pirámide donde los habían llevado, realmente ellos no querían ni mencionarlo.

¿Cómo sobreviví?, me encontré con algunos supervivientes, nos alejamos en una cabaña a lo lejos de la ciudad en el bosque, era el único lugar "normal" por decirlo de alguna manera, aunque eso depende mucho de cómo lo tomes, extrañas criaturas también estaban refugiadas ahí, sin embargo, todas inofensivas a comparación de las de afuera.

Fue el peor mes de mi vida, realmente pensé que no se terminaría pero lo hizo, uno de los señores Pines lo logro pero desafortunadamente a un gran costo, es nuestro héroe silencioso, después de aquello nadie volvió a mencionar aquel incidente, como si no hubiera pasado.

Al menos para los que regresaron, hubo personas que a sus familias les faltaba un integrante, obviamente lloraron por ellos, pero todo continúa, el pueblo poco a poco fue reconstruyéndose.

Al cabo de unos años comenzó a crecer tanto que se convirtió por sí mismo en lo que llamarían una pequeña ciudad en el bosque, porque si, aun recordamos que de ese lado se encuentran aquellas criaturas viviendo.

Es doloroso recodar el hambre y miedo que tenia, aunque el miedo es parecido al que tengo ahora, ¿la primera vez que lo vi?, casi hace tres años, fue después de la extraña aparición de la mansión vecina, aunque más que mansión era del tamaño de un castillo, al principio parecía que no había nadie, ni el más mínimo ruido en ella, ni luces, ni nadie saliendo.

Mis padres en un intento de congraciarse con los nuevos ricos de la ciudad, enviaron una invitación a cenar, pese a que se los dije en esa casa no hay nadie, ellos como siempre pasaron de mi opinión, suspire un tanto cansada pero daba igual al final si yo tenía razón no vendría nadie, sin embargo para mi sorpresa apareció una señorita de porte muy elegante, un sirvienta llevando una respuesta de su amo, quien aceptaba con gusto la invitación, todos nos sorprendimos creo que mis padres no esperaban una contestación, se comenzó a adornar el comedor y a preparar la cena.

Nos vestimos con elegancia había que dar una buena impresión, el timbre de nuestra casa se oyó y los sirvientes abrieron, dejando pasar un elegante coche de color negro, que surco por el patio familiar, sin embargo cuando la puerta de la parte de atrás se abrió sentí un escalofrió por todo el cuerpo, la piel se me erizo, sentí que caería al suelo, fue raro porque realmente no había una verdadera razón para mi sentir, pude ver a nuestro invitado, un joven de unos veinte años, con una enigmática sonrisa en su rostro, con un elegante traje de color negro, que simplemente hacia resaltar su atractivo.

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