[Capítulo 3: Objetivos]

3.6K 250 631
                                    

Recomiendo escuchar la música mientras lees.

"Objetivos... para seres sin alma"

En ocasiones, Sans se sentía agotado.

Cansado de Snowdin, cansado del subsuelo, cansado de la vida: cansado de todo. Sentía que sus días transcurrían más lentamente que antaño. Siempre había tenido el ''privilegio'' de vivir una vida corriente y pacífica, pero nunca había sido especialmente feliz. Disfrutaba contando chistes, o irritando a su hermano a la par de protegerle, pero no se sentía completo del todo. Papyrus crecía y cada vez conocía más cosas, algún día querría explorar la vida solo. ¿Y él? Sans no tenía ningún objetivo en la vida. Sans no era nadie.

En realidad, complementaba los ratos diarios de muchos monstruos, con su carisma y labia. Sin embargo, la gran mayoría de los suyos estaban vacíos.

Ratos que Frisk había llegado a completar. Ambos se habían acompañado desde el último reinicio. Toriel se había ausentado, Asgore también y Asriel no siempre estaba con ella. Además, ya de por sí la joven era solitaria. Así pues, Sans, a pesar del profundo resentimiento que guardaba y quizá todavía guarda, optó por no ser receloso y acercarse una vez más a la humana. No se arrepintió. Frisk manifestaba nuevas facetas a la par que crecía, incluso su falta del habla volvía de ella una persona aún más interesante.

Sans había bajado casi por completo la guardia. Volvieron a ser amigos y disfrutaban de la mutua compañía, no más reinicios, no más matanzas, no más manipulaciones. Chara había desaparecido de sus vidas el mismo día en el que ambos fueron separados. Y por lo visto, no volvería a cruzarse por el camino de ningún monstruo jamás. El subsuelo no podía estar más seguro sin ese demonio cerca, pues lo de humano, tan solo lo conformaba su cuerpo. Podían ser medianamente felices muy a pesar de los vacíos de sus vidas.

Sans se tumbó bajo la copa de un abeto y se dejó guiar por el cansancio. Todo el mundo le tomaba por vago y nadie era consciente de lo que hacía. Apenas dormía por la noche o descansaba algún rato por el día. Quizá aquella obra era el verdadero objetivo del esqueleto en ese momento y ni él mismo había caído en cuenta de ello. Su rumbo no estaba perdido, todavía.

—¡SAAAAAANSSSSS!

Él dio un respingo espantado.

—Uh... ¿sup, bro?

Todavía agotado se levantó con gesto sonriente, como de costumbre.

—¡¿Ya estás vagueando otra vez?! —bramó el más alto con los brazos en jarras. Su hermano bostezó.

—Lo lamento, Pap.

Papyrus se cruzó de brazos, visiblemente molesto. Examinó con interés el semblante de Sans. Se dio cuenta que nunca lo había visto tan cansado como ahora. Ni siquiera había soltado un chiste a la primera de cambio ni usó ese tono tan sarcástico. Su hermano no parecía tener muchas ganas de conversar, levantarse... ¿vivir? Nada. Papyrus podía ser muy ingenuo, pero conocía a Sans más de lo que él quisiera creer. O de lo que a él le gustaría.

Se frotó la barbilla pensativo. Entonces la luz se alzó sobre su cabeza.

—Siéntate Sans —dijo de modo prácticamente imperativo.

—¿Uh...?

Sans dudó por un momento, pero se encontraba demasiado cansado como para objetar. Se sentó.

Papyrus se acomodó a su lado mientras con sus manos comenzaba a juntar un montoncito de nieve; parecía encontrarse ausente a la realidad. Mientras tanto, Sans le miraba de reojo, cediendo poco a poco, el paso a la inconsciencia. La imagen ante sus cuencas comenzaba a volverse distorsionada. Tenía sueño, mucho sueño. La luz comenzaba a apagarse.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 29, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Undertale: MINE [NUEVO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora