X.

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Prometí dejarte en paz

y no buscarte jamás,

ante un Dios majestuoso

que siempre me cuidó.


En papel mal recortado

escribí la dichosa promesa,

quemándola en fuego lento

como un pacto sellado.


Hasta el día de hoy

no dejo de pensar en ti,

tus palabras de aliento

serán solo un recuerdo


Pues ahora están clavadas,

estancadas en mi cabeza,

cumpliendo lo prometido

ya tendré que olvidarte.

Damn loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora