XV.

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Me siento estresada,

me siento impotente,

cansada de pensar

sobre qué debo hacer.


Miro hacia la ventana

y todo es muy callado,

pero si miro al cielo

ya cometo un pecado.


Un ángel me protege,

resguardando en sus alas

el peso de mis culpas

al final de mis días.


La lágrimas se escapan,

pobre ángel indefenso,

ya no sientas tanta culpa 

por este ser sin reparo.

Damn loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora