Tentación

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Cuando llegamos a mi casa. Ayude a Rafael a subir a mi cuarto, para que descansara un rato.

-Bonita habitación-estaba mirándola de arriba a abajo mientras se acostaba en mi cama-¿Todos esos libros son tuyos?- preguntó.

-Si- le dije con una sonrisa.

Se río.

-¿Que te causa tanta risa?

-Que la mayoría de tus libros tratan de ángeles.

-Amm,si . Oye tengo una duda ¿ existen los nefilim?

Se tenso su cuerpo en mi cama mientras se levantaba para sentarse.

-Si- dijo en un suspiro.

-¿Augustus es un nefilim?- negó con la cabeza.

-El es un ángel al igual que tu y yo.

-¿Conozco a alguien que sea nefilim?- le pregunte.

-Si... bueno conocías.

- Conocía, eso que quiere decir. Acaso...

-Tu amigo John también es un ángel, se supone que todos los ángeles somos como hermanos, pero los que tenemos una pareja no compartimos el sentimiento de hermandad si no de amor. John era muy  unido con un arcángel. La ex pareja de Deisy... Gabriel, bueno ellos dos tuvieron una hija: Mary, ella era bastante "seria" y bonita, se parecía a Deisy: cabello ondulado, tez clara, ojos cafés. Pero tenia los poderes de Gabriel: ver los recuerdos de la gente con tan solo tocar su mano, etc. Pero aun así ella era nefilim; para que Mary pudiera ser ángel Deisy también tenia que ser un arcángel pero ella era un custodio.
Cuando Arel se entero que Mary era nefilim, la buscó y la mató ya que yo no lo hice. Cuando Gabriel se entero de lo que hizo Arel le arrancó las alas. Deisy y Gabriel se separaron.  Eso paso hace muchos años ya.

-Comprendo, no sabía que Deisy, había perdido a su hija- dije intentando no llorar.

-Ella no te lo quería recordar.

-Ok

El se volvió a recostar y yo salí de la habitación y me dirigí a la primera planta.
Cuando vi el reloj casi suelto un grito, eran las 8:00 y llegamos a mi casa como a las 5:00.

Cuando llegue a la cocina prepare un te de manzanillo y otro de yerbabuena. Subí de nuevo a mi habitación, procurando no hacer ruido para no despertar a Rafael. Pero cuando entre, me sorprendí bastante, todo estaba a oscuras, y pobremente iluminado con velas.

-¿Te gusta?- susurro Rafael a mi oído.

Voltee y el sostenía un ramo de orquídeas negras. Sonrió, me quito las tazas donde estaba el te y las puso en mi tocador, después puso las orquídeas en una jarra.
Cuando regreso a mi lado, me beso. Fue un beso lento y hambriento, cuando comenzó a succionar mis labios sentí una oleada de calor por todo el cuerpo, así que abrí la boca para abrirle paso a su lengua, se encontró mi lengua con la de el y sentí un escalofrío.

Me alzo para llevarme a la cama y  me colocó boca arriba. Cuando se puso a horcajadas sobre mi lo tomé por el cuello y lo atraje hacia mi; el soltó un gemido y empezó a besar me otra vez. Me paso las manos por todo el cuerpo y a continuación me quito la playera y el pans lo detuve en cuanto empezó a desabrochar mi sostén.

-Espera- dije jadeando- necesito tomar una ducha.

-¿Segura?

-Si.

-Eso se puede solucionar- me levanto y me llevo de la mano hacia el baño.

Cuando llegamos se quito la camisa, y los pantalones. Por primera vez lo mire lentamente, un cuerpo demasiado perfecto, como si fuera todos los días al gimnasio. Lo bese.

*Rafael

Cuando término de besarme la mire: cabello largo hasta la mitad de la espalda color negro,ojos verdes que me miraban con cariño, y un cuerpo precioso. Durante estos cien años me hizo mucha falta.
Le tome la mano y nos metimos en la ducha, ella abrió la llave de la agua caliente.

-Te tallo le espalda- afirmó.

Le sonreí y obediente me voltee . En cuánto acabo de tallar me la espalda, me lavo el pelo, aunque me di cuenta demasiado tarde que ella ya había acabado de ducharse y sin embargo ahí estaba conmigo.
Cuándo salimos nos acomodamos unas toallas al cuerpo.
Ella se puso un camisón color negro y yo solo un bóxer. Nos acostamos y la atraje hacía mi.

-¿Quieres...? - me pregunto

-No, puedo esperar, ahora duerme te eche mucho de menos y estar hací contigo es mejor que nada.

Levantó la cara para verme y me dio un beso. Después se acurrucó en mi pecho... quince minutos después se quedo completamente dormida y yo también.

-Te amo- susurré

Ella me abrazo mas fuerte.

La Caída Del ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora