Estamos destinados y condenados a elegir, es decir, si tienes dos opciones y no eliges ninguna, eliges el no elegir.
* * *
He vuelto a los vicios.
Un cigarro, una botella de ron y una melodía al fondo que se vuelve muda al pasar los segundos.
Tres meses no habían pasado antes de tan lenta y dolorosa forma.
Nicotina, un trago, inhalar y volar.
*¿tan vacía me siento como para considerar esto como único recurso? Algo está mal en mí pero no me importa*
El teléfono no ha sonado mucho desde hace un mes, ya los vecinos no llaman a la puerta para un poquito de azúcar o una cucharadita de miel. A parte de sentirme sola, lo estoy. Maldita sea.
* * *
30 días más habían pasado y yo enloquecía.
Navajas con residuos de sangre tiradas en la bañera, comida casi a vencer en la nevera, ropa sucia, un completo desastre, incluyéndome.
¿qué sentido tiene vivir ahora?
Consumí más de lo que debía, a punto de sufrir de una sobredosis tomé la navaja, la pulsé tan fuertemente en la muñeca izquierda ocasionando la visibilidad de mis venas, salía la sangre a chorros. La vida se me iba y no me importaba. La dejé ir.
Lupe mi vecina, tocó a la puerta en ese preciso momento.
Maldición.
Nota del autor:
Les he cumplido, ahora voten para continuar y comenten. Capítulo nuevo el lunes. Bonitos días. 🌻💙
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Huir es un sueño
عشوائيAl morir sus padres y su novio en un accidente aéreo, Annie Jones cayó en una gran depresión. Con varios intentos de suicidio y al caer en el mundo de las drogas, fue internada en un centro de rehabilitación del cual salió cinco años después. Annie...