Capitulo 10

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Los dos amantes despojados de aquella fina capa que los separaba de piel contra piel, uniéndose, siendo solo uno, se encuentran creando un canto de pasión con gemidos, balbuceos, murmullos y jadeos.

-Hermoso -un beso es depositado en el hombro desnudo del menor-, como te extrañe... -un recorrido de besos desde el mismo lugar hasta la espada baja es lo que hace Jongin con sus belfos ansiosos de devorar cuanta carne pura de su niño está expuesta.

Jongin le abraza por la cintura, depositando cuanto beso es posible sobre esa tez tersa, blanca y pálida. KyungSoo está inclinado en una posición en cuatro, aferrándose en puños de las sabanas, recibiendo las caricias que no quiere que jamás se borren de su mente y de su cuerpo. Mantiene sus ojos cerrados, mordiendo su labio inferior, deleitándose de todo lo que su amor le propina.

Ambos ya sobre la cama, en una posición íntima y pasional, deleitándose cada uno del otro.

Jongin recorre con sus dedos la espalda del menor hasta llegar a su parte baja, hundiendo lentamente un dedo dentro de la rosada cavidad.

KyungSoo gime fuerte. Cada vez todo se le está haciendo más real.

-Te quiero demasiado KyungSoo -declara.

Otro dedo se une al primero y así sucesivamente hasta llegar a tres.

-H-Haz...lo y-ya -pide.

Jongin se devuelve hasta tener su rostro tras su nuca, besa ahí y luego lleva sus labios hasta el cuello donde marca sus dientes reclamando a su hombre.

-Como desees, mi niño -Jongin sostiene con un brazo al menor de la cintura y con el otro poco a poco se ayuda a entrar en él.

KyungSoo siente que está alcanzando las estrellas y está llegando más allá del infinito en el espacio.

Sus ojos se han mantenido cerrados desde que Jongin comenzó con las suaves caricias, pero ahora los cierra con dolor y excitación mezclados.

Jongin entra por completo, aferra sus grandes manos a la cadera del menor y después de unos segundos, comienza un vaivén lento, para que así KyungSoo se acostumbre al gran tamaño que recibe.

El mayor se inclina hasta estar cerca del rostro revuelto en gemidos y mohines, besa la mejilla sonrosada de su niño, este voltea y pide un beso, Jongin se lo da con gusto, devorándose así sus labios rojos y ensalivados. Una vez que está apunto de separarse del beso, Jongin abre los ojos mientras mantiene el labio inferior del menor prisionero en sus dientes el contrario le mira de igual forma, pero con timidez a pesar de todo lo que han pasado. Jongin sonríe coqueto y las mejillas de KyungSoo se encienden más aún.

-Tan inocente y puro como siempre, mi KyungSoo -dice una vez que lo libera por completo.

Una estocada y KyungSoo de inmediato muerde sus labios para no gemir y con sus manos se vuelve a aferrar a las sabanas que presencian el acto pasional de ambos, esas dos características ya son un habito en el menor, cada vez desde que ha intimado con su tío, hace lo mismo y eso, a Jongin le encanta.

El choque de pieles junto con los gemidos, murmullos y balbuceos hace más fuerte el cantar que ambos mantienen. La habitación se hunde en esos cantares, presenciando la unión de ambos amates.

KyungSoo solo quería sentirlo, sentir que es Jongin quien está a su lado y no una más de sus ilusiones. Y lo confirma, confirma su realidad una vez que la esencia caliente y espesa de Jongin le llena, sabe que todo es real, sabe que Jongin es suyo y que él es de Jongin.

***

-¿Dónde está él? -pregunta ChanYeol a los hombres que cuidan de las puertas traseras de la mansión.

Mi Juguete 2: Eres Mio [KaiSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora