Criminal Love

22

Desde que toda la patulea de gente se había instalado en mi casa todo iba aún peor de lo normal. No me malinterpretéis, me llevaba muy bien con ellos, a decir verdad. Lo que pasaba, es que no podía ir bien la cosa con mi ex metido en casa y un perro enorme y baboso que no paraba de soltar pelo por mi casa.

Por otra parte, Lucía le había pegado una colleja a Daren, el cual, al parecer era su novio. No me esperaba que Lucía tuviera novio, entre otras cosas, porque estaba todo el rato pegada a la play. No me parecía esa una forma habitual de ligar. e compadecí por el pobre chaval; lo que tendrá que aguantar.

Louis, Liam, Harry y Zayn también estaban en mi casa instalados. Al parecer, Niall había sido demasiado cobarde como para venir, sin compañía de sus amigos, a casa de su ex.

Pegaron a la puerta del baño, sacándome de mis ensoñaciones. Salí de la bañera, me lié en una toalla y abrí la puerta, segura de que sería Lucía. Luego, me di cuenta de mi error. Delante mía había un chico con el pelo castaño, fuerte y muy muy alto; Carlos.

Me pegué, aún más, la toalla al cuerpo, mientras sentía el sonrojo crecer por mis mejillas. Él me miró de arriba a abajo. No lo culpaba, fuera buen chico o no, era un chico y era su instinto.

-Eh... ¿querías algo?

-Yo ve-venía haber si te quedaba mucho.

-Yo ya he acabado.

Salí del baño sin apartar la mirada de mis pies descalzos.

NIALL:

Estaba subiendo la escalera, cuando vi a Carlota en la puerta del baño, con tan solo una toalla cubriéndole el cuerpo, y a mi primo Carlos, echándole un repaso con la mirada. La sangre me hervía. Estaba apunto de explotar. Estaban hablando, ambos se sonreían y luego, Carlota se marchó a su habitación.

Pasé por al lado de mi primo y le empujé con el hombro.

CARLOTA:

Con tantos invitados abajo, no iba a ponerme un pijama para bajar a cenar, así que me puse un vestido negro que se ceñía perfectamente a mis curvas. Me alisé el pelo y me puse los zapatos. Lista. Bajé abajo y puse la mesa.

NIALL:

Bajé las escaleras y vi a Carlota. Estaba preciosa, ella era preciosa. Sus delicadas manos, estaban doblando las servilletas. Me acerqué a ella, y en silencio la ayudé a poner la mesa. Quería abrir la boca y soltarle todo lo que me estaba callando. Decirle que la amaba, que la extrañaba. Pero nada; las palabras se me atragantaban en la garganta.

Mi tía entró con la comida y la sirvió. Actos seguido, mi familia bajó, atraídos por el olor de la comida.

CARLOTA:

Me senté en la mesa. Para mi sorpresa, Carlos se sentó a mi lado, a mi otro lado se fue a sentar Niall, pero gracias a Dios, Lucía se sentó antes, con Daren a su lado. Niall no tuvo más remedio que sentarse al lado de su prima. Al otro lado de la mesa, los hombres se sentaron, y en frente sus mujeres.

-Está muy bueno -Dije empezando a comer.

-Gracias.

-¿Y tu de qué conoces a Lucía? -preguntó Manolo.

Daren iba a contestar, pero Lucía se le adelantó.

-Somos amigos.

-Menos mal, porque Lucía tiene un novio y le hace algo y le rompemos las piernas.

-¿Solo? Les sacamos los intestinos y lo ahorcamos con ellos -dijo el Moi con cara de psicópata.

-Cierto -aceptó Manolo.

Vi a Daren cada vez más pálido y tragando saliva sin parar. El pobre debía estar muy asustado.

Después de la cena, Lucía y los demás se escaquearon y me quedé yl sola con Carlos recogiendo todo. Carlos era muy juguetón, o al menos, conmigo lo era.

Estaba metiendo los platos en el lavavajillas, cuando él me dio con el paño en el culo. Yo le eché agua en la cara. Y así puedo decir que pasamos un buen rato "recogiendo" la mesa. Más bien ensuciabamos más de lo que recogimos.

Cuando quise darme cuenta, yo estaba pegada a la encimera y Carlos justo delante mía, muy cerca. Él me alzó y me sentó en la encimera. Dobló la cabeza un poco. ¡Iba a besarme! Y lo peor...
YO LO ESTABA PERMITIENDO.

Nos besamos. Y Niall lo vio. Y se enfadó. Tanto que tiró a Carlos al suelo de un empujón... Y desde entonces empezaron en la casa una especie de juegos Olímpicos en el que los dos competían por cualquier cosa intentando demostrarme algo. Aunque yo, realmente, pasaba bastante del tema.