Veo a Amber volverse completamente pálida y las lágrimas no tardan en derramarse.
Me acerco a ella y la abrazo fuertemente, intentando calmarla, sobre su hombro veo que Adrian se ha quedado mirando a la nada, como si estuviese completamente perdido, me destroza verlo así, y con mi mano tiro de su brazo para que se acerque a nosotras, segundos después, en mis brazos tengo a dos personas que parecen completamente rotas.
Y yo no estoy lejos de romperme también, sin embargo, este no es el momento para demostrarlo, tengo que ser fuerte, como luego de la muerte de nuestro padre, Adrian fue fuerte por mí, se lo debo.
Poco a poco Amber comienza a contarme entre hipidos y llantos, un cuento acerca de la creencia de un pueblo Tritamedes, quien es ella y lo que sucedió la última vez que vio a Aysel.
Cuando termina, se separa de mí y me observa sin pestañar, Adrian se sienta a mi lado y parece pensativo, yo no entiendo nada, el hecho de que ella sea una estrella puedo comprenderlo, vi con mis propios ojos su luz, Aysel como luna, complicado sí, pero no imposible de creer, he visto cosas más increíbles como ya saben... ¡luz salir de su cuerpo como si fuera una maldita lámpara! Cosas que pasan todos los días lo sé.
Sin embargo, las siguientes palabras son como el último clavo en el ataúd, la frutilla del postre, la evidencia de que le falta uno para el peso—ustedes son los dioses del mar y el océano, no se cual es cual, no me lo pregunten, averígüenlo ustedes—dice levantando las manos como para defenderse mientras yo comienzo a alzar mi ceja loca como la llama Adrian.
Su cara esta roja por tanto llorar, sin embargo, ya parece esta mejor mientras termina de secarse las lágrimas.
—muy bien, para el carro chica, yo entiendo que te creas parte de una secta de dioses, lo respeto incluso, pero no intentes que yo me haga miembro, eso es un gran salto para mí, Adrian, explícale en palabras bonitas porque está loca—digo clavando mi vista en la de Amber, por las dudas que haga algún movimiento.
—tiene sentido—mi hermano susurra pensativo.
Yo giro mi cabeza ciento ochenta grados y lo observo con mis ojos bien abiertos incrédula. —¡oh claro! ¡por supuesto! Simplemente aceptemos el hecho de que la magia existe como, desde siempre, que sigue ¿Qué haya un mundo paralelo donde el hielo quiera sangre? ¡Reacciona Adrian! ¡Tú eres Señor científico! ¡Deberías ser el primero en ver la mentira en esto! —grito alterada mientras me pongo de pie alejándome de ellos.
El pequeño ataque de calor les ha fritado el cerebro.
—oye ¿tú también crees que hay muchos mundos? Sabes, creo que podría haber una raza saltadora de dimensiones-
—¡no es el punto! —lo corto—no cambies de tema Adrian por lo que más quieras porque juro que te hare daño si vuelves a intentarlo—lo miro con furia mientras siento un dolor de cabeza a empezar.
Parece cansado, el dolor sucedido hace unas horas no parece haber desaparecido, aun puedo sentirlo.
—Yvett, tu pelo es azul y no, ni por un segundo me creí que dejaras a una amiga teñírtelo, has visto a Amber brillar, yo mismo me he convertido en un pitufo ¿Cuál es la parte difícil de creer? —pregunta sonriendo amablemente mientras se levanta y acerca a mí.
—¿estas bromeando cierto? Yo no soy parte de esto, esto no puede ser real Adrian, simplemente no puede, ¿personas brillando? ¿Yo siendo una diosa? ¡Ni siquiera se la tabla del dos si tú no me la dictas! Eres mi voz de la razón Adrian, no me dejes sola ahora—digo sollozando.
Él me abraza y acaricia mi cabello—pero, oh hermana mía, la pesa que pone en equilibrio la balanza, la reacción contraria a la carga efectuada en un punto, la que logra que seamos un cuerpo en equilibrio estable, etcétera, etcétera ¿Quién dijo que estaríamos separados?
Me separo de él limpiando mis lágrimas antes de darle la espalda y correr mi pelo hacia un costado, donde un tatuaje se extiende desde mi cuello hasta mi espalda, tapado por mi remera—no entendí nada de lo que dijiste y mi prueba esta aquí mismo, apareció poco después de que mi cabello se tornó azul—digo hablando sobre mi hombro mientras observo su reacción—al principio no lo entendía, ¿Qué se suponía que significaba? Palabras escritas en un idioma extraño, hasta que un día, logré descifrarlas.
Escucho una exclamación ahogada de Amber—¿Qué dice? —pregunta temerosa y emocionada a la vez.
—Sol o Luna caerán y el que desaparezca al Dios del océano se llevará—recito en tono lúgubre lo que hace unos días descubrí.
Todos permanecen en silencio ante mis palabras.
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N/A: dedicado a mili por su cumpleaños!
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Como Agua y Sal [ CSyL #1.5]
Historia CortaMi madre siempre dijo que mi hermano y yo éramos como agua y aceite. Que él siempre fue el estudioso y dedicado mientras que yo siempre fui la impulsiva y resolví las cosas sobre la marcha. Pero nunca nos vi así. Para mí, siempre fuimos como agua y...