Capítulo 21

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Escogieron una canción que me gustaba mucho por lo que cerré los ojos y me puse a mover el cuerpo al ritmo de la música. El bar estaba dividido en dos partes, los que bailaban y cantaban y los que iban a solo tomarse algo. Unas manos se posaron en mi cintura para seguidamente pegarme a su cuerpo y bailar juntos. No me molestó para nada ya que me encantaba bailar acompañada, estuvimos un rato así hasta que empezó a bajar la mano hacia mi culo, en ese instante y sin parar de bailar bajé una mano para agarrar la suya y ponérsela en su culo. Seguidamente me giré para quedar frente a él.

- Creía que ya habíamos superado esta fase – dije sonriéndole

- Tengo que hacer honor a mi nombre – dijo Águila – Nunca sabes cuándo volveré a atacar – sonrió

Yo solo le devolví la sonrisa y me acerqué un poco a él.

- Pues ten cuidado, que estamos en un pueblo y aquí todo se sabe – volví a bailar.

Él se quedó pillado un momento. Le había pillado desprevenido pero enseguida se recompuso y sacó una sonrisa.

- Bueno, ¿Y Alai? ¿Le has dicho que venía? – echó una mirada al bar.

- Lo ha intuido, ¿Qué tenias que decirme?

Dejó de buscarla y volvió a enfocar su mirada en mí.

- ¡Ah sí! Toma – me pasó un papel.

Paré de bailar y empecé a leerlo, venían dos nombres, cada uno con todos los datos de su coche de a saber de dónde lo había sacado. Estuve mirándolo, eran mejores que los nuestros por lo menos salidos de fábrica, lo bueno es que los nuestros tenían muchas horas bajo el capó y rezaba por que los suyos no ya que sino no ganaríamos, aun así necesitaríamos alguna distracción para poder ganas por si acaso.

- ¿El truco de la chica inocente? – pregunté levantando la mirada, él me guiñó un ojo – Tengo que buscar los tacones y la falda – me reí y volví al papel, quería revisarlo todo.

- ¿El miércoles puedes?

- ¿Hora?

- No lo sé todavía, pero seguramente a las cinco o así – dijo pensando.

- Vale, luego me quedo a dormir aquí y ya está – hice una pausa y levanté la mirada – Porque es aquí cerca ¿No?

- Claro – dijo como si fuera de lo más normal – sabes que a veces soy un poco vago

- ¿Un poco? – reí

- Entonces... ¿No va a volver?

- ¿De dónde has sacado estos datos? – pregunté ignorando su pregunta y retrasando la charla.

- Eres muy pequeña para contártelo – dijo sonriendo y revolviéndome el pelo con la mano.

Como odiaba que me hiciera eso, por lo que fui a pellizcarle la tripa pero el capullo se había puesto en forma en este año por lo que se rió de mí.

- Ya... – lo dejé caer – Soy pequeña para lo que te interesa – dije sin poder dejar escapar una sonrisa coqueta subiendo el dedo desde su ombligo a su pecho.

- ¿Entonces? – volvió a preguntar por lo que alcé una ceja – ¿Va a volver?

- No creo, además yo me tengo que ir – dije mirando el reloj del móvil – ¿Me acompañas y seguimos hablando?

Le echó un último vistazo al bar para cerciorarse de que no estaba Alai imaginé y seguidamente me siguió a mi coche. Lo abrí y me senté en el asiento del piloto con las piernas por fuera, él se quedó de pie frente a mí. No hablábamos, él miraba al suelo y yo a él.

Pelirrojas decisiones (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora