No creo haber escuchado esas palabras salir de su boca. ¿Es en serio de que ya no tengo que trabajar mas allí? La spreguntas caen como un bloque pesado sobre mi mente, confundiéndome aún más y haciendo que una punzada se sienta en mi cabeza. Todas las preguntas y sus posibles respuestas se enredan haciendo un nudo de palabras que me llenan la conciencia y me asusta. Mucho.
–¿Qué... qué es lo que estás diciendo?
–Es duro... lo estube pensando mucho y...
–¿Desde cuándo?
–Cómo trataste a esa muchacha esta tarde, ella sólo estaba asust...
–¿Fue por eso? ¿¡En serio Shelby!? Hace cuatro meses que trabajo en la cafetería y sólo por un pequeño problema, ¿dices que ya no puedo hacerlo? Esto... eso es absurdo.
–Charlene, escúchame. Te dejaré todo el día de mañana. Si no vuelves a dar problemas, como el de hoy, te dejaré. Pero si hay algún inconveniente, te retirarás de inmediato. Tus actitudes están hechándome abajo y lo sabes. No puedes pelear con una muchacha inofensiva que recién conoces. Y si mañana o cualquier otro día vuelve a la cafetería, le pedirás perdón. ¿Está claro? Compórtate como quién eres y da una buena imagen. No de una reclusa que acaba de cumplir su condena en la cárcel.
Touché.
Todavía sigo pensando en la noche pasada. Las palabras de Shelby, cómo se dirigía a mí y sus gestos. Nunca la ví tomándose algo tan en serio. ¿Será verdad que estoy echando abajo esta cafetería que amo tanto? ¿Mis actitudes serán tan malas y abruptas? ¿Le estaré dando mala imagen al negocio? ¿De verdad me parezco a una reclusa? Apenas dormí anoche por culpa de esas preguntas. En vez de contar ovejas, sólo miraba al techo tratando de responderme a mí misma esas preguntas tan difíciles pero, al mismo tiempo, tan fáciles de responder.
–¿Está todo bien?– pregunta Shelby
Sólo me limito a mirarla con un gesto de "además de que trataste de despedirme y me comparaste con una delincuente, si, está todo de maravilla". Ella nota mis gestos y cáda una de las palabras que pasa por mi mente en ese momento y abre su boca para acotar, pero algo la interrumpe.
Mi peor pesadilla hecha carne y realidad se ve entrando por la puerta de la cafetería. La muchacha de ojos verdes, la verdosa, como yo le puse de apodo. Y peor aún, acompañada de su novio: Harry.
–¡Yo no tuve nada que ver! ¡Lo juro!– dice mi tía antes de que y pronunciara algo –¿Qué esperas?
–No uses mis palabras en mi contra– entrecierro mis ojos y la señalo amenazante.
Cómo iba a actuar, qué iba a decir y cómo los iba a mirar. Ella era la que tiene que pedirme perdón de todos modos. La verguenza me recorre las venas y mi estómago da un revolque. Camino hacia la mesa donde están ubicados.
–Hola... digo, buenos días–– uno, dos... tranquilízate –Um... ¿Qué es lo... lo que van a ordenar?– digo tán rápido que ni yo me entiendo.
La verdosa no me dirije la palabra y me esquiva totalmente. Mientras que su novio sí está prestándome atención. Muy caballeroso. Ella juega con una servilleta de papel con el logo de la cafetería, mientras levanta una ceja.
–Ordenaré si Shelby nos toma la orden– dice en el aire mientras mira hacia la calle con una mirada asesina.
–Lilian...– reprende su novio
–Escucha. Primero, si fuera por mi voluntad no estaría parada aquí– no lo heches a perder, Charlene –Pero...– doy un suspiro fuerte. Sólo cálmate –Sólo quiero pedirte disculpas– digo entre dientes.
Noto como sus músculos se relajan y suspira, también. Mira a su novio, quien le hace un ademán para que no sea tan dura. ¡Vamos verdosa! No tengo todo el día.
–Bien– se encoje de hombros
–Lilian...– la voz del muchacho se vuelve a escuchar.
–Bien– suena como una queja –Lo siento yo también. Creo... que soy un poco nerviosa y eso...– dice mientras me mira y juego con la servilleta –Disculpen... voy al baño– suelta una risa y se va
–Soy Harry– ¿Y a mi qué? –Un gusto...– trata de ver mi pequeña placa abrochada en mi uniforme con mi nombre grabado –Charlene– sonríe
–Un gusto– tomo su mano extendida haceunos minutos –Cuando tu novia vuelva del baño... les tomaré el pedido a ambos.
–Claro.
Shelby, te gané esta vez.
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Shelby's coffee.
FanfictionCharlene conoce a una pareja perfecta. Ella se hace su mejor amiga, pero es una loca paranoica. Y él, es encantador, caballero y apuesto. ¿Qué pasará si llega a sentir algo por él, aún cuando esté saliendo con su mejor amiga?