- Cariño!-le grite a mi hija, la tome por la cabeza para que me mirara, pero no habría sus ojos. Su pequeña boca tenia un fino hilo de sangre cayéndole desde su mejilla hasta el frió suelo.- Mierda, Connor!-le grite desesperado a mi mejor amigo, que no tardo en aparecer junto con Margo.
Estaba apunto de preguntarme que pasaba pero al verme tirado en suelo con mi hija, se quedo callado, sus parpados junto con los de Margo se abrieron y a diferencia de el, Margo empezó a dejar salir lagrimas de sus ojos llevándose sus manos a la boca con pánico miraba a su hija y a mi en suelo.
-¿Que ha pasado Michael?-pregunto nervioso mientras corría hacia mi y me ayudaba a levantar a mi hija, mis lagrimas no paraban de salir, mire a Margo, que solo nos miraba con pánico.
La mire furioso, ni siquiera que ahora su hija estaba entre la vida o la muerte hace algo.
-¿¡Que esperas?!- le grite, sacando le un pequeño susto haciéndola saltar y mirarme asustada.- muévete y llama ha una ambulancia!- le ordene, esta en seguida asintió diciendo "si, si enseguida" dicho esto corrió al teléfono mas cercano de la casa.
-Nena, despierta, anda por favor..-dije mientras pasaba mi mano derecha por su cara, cada roce que le hacia con mi mano empezaba a ser mas desesperado y los sollozos cada vez mas fuertes, su hermosa cara estaba pálida. Su mejilla estaba fría. Mire a Connor, llorando con la esperanza de que el supiera que hacer. El al igual que derramo unas cuantas lagrimas, hasta que abrace a mi hija contra mi pecho, escuche a lo lejos un sonido, similar al de una ambulancia.
-Todo estará bien hermano, ella es fuerte, lo superara.- dijo mi mejor amigo, su voz parecía tener un nudo en su garganta al igual que el mio, yo no pude contestarle. Estaba en shock, el me abrazo y yo me apegue mas a mi hija, susurrándole que todo estaría bien y que no tuviera miedo, yo estaré con ella pase lo que pase.
Después de todo eso, las lagrimas, parecían borrar mi campo de visión ya que todo lo vi borroso. El rostro de mi pequeña se humedecía gracias a mis lagrimas, vi a muchas personas entrar y quitarme a la niña, para luego correr con ella hacia una camilla. Parecía estar sordo, no escuchaba las palabras de mi mejor amigo, solo sentía mis piernas correr detrás de los enfermeros y ayudantes de la ambulancia.
-Michael!-escuche mi nombre, ella venia corriendo detrás mio. Mi vista seguía borrosa, pero ya podía escuchar ya podía asimilar lo que estaba pasando a mi alrededor. - Michael, ¿acaso no oyes? te estuve gritando y..-me regañaba, pero no termino lo que decía, sentí sus pasos acercarse, las hojas secas hacían ruido por sus zapatos cuando las rompía.
-No tenias derecho..-dije con dificultad, las lagrimas hacían que cada palabra fuera como si tuviera hipo, me dolía la garganta por cada palabra que empujaba a mi garganta para salir y decirle todo lo que sentía.-A dejarla esa noche..-dije llorando, me abrace a mi mismo y me puse en cuclillas para seguir llorando.
-Michael..yo era muy joven, no sabia que hacer, no tenia ha nadie que me apoyara. -dijo llorando, se notaba que balbuceaba, sus palabras hicieron que hirviera mi sangre, me levante de donde estaba, dándole la espalda, apreté mi puños con fuerza, con la suficiente fuerza para dejarlos blancos.
-Tenias, no se, ¿unos viente o veintiuno?-dije con tono irónico.- Si tengo veintinueve años ahora, menos seis años de Zoey, yo en ese tiempo tenia veintitrés años. Y tu, me vienes con la estupidez, de que no podías por que, ¿aun eras joven?-Al terminar empece a reír, unas cuantas lagrimas seguían cayendo, me di media vuelta para enfrentarla y con una sonrisa cínica la mire.
-Entiéndeme Michael!, aun era una chica, no estaba lista para ser mama tan joven y sin un hombre que me ayudara..-dijo alzándome la voz, di un paso hacia adelante, pero yo retrocedí negando la cabeza frustrado.
-O sea, ¿Si fuiste lo suficientemente madura para abrirle las piernas ha un imbécil que no termino probablemente el instituto?- le pregunte riendo, esta ahogo un sollozo, sus ojos se abrieron de sorpresa y se tapo la boca.- Ya,entonces si eras madura para eso, pero no lo suficiente para parir y cuidar un bebe que no tuvo la culpa de su falta de responsabilidad. Y ahora, la señorita, volvió tres años después, cuando su bebe apenas tenia cuatro años y se hace pasar por su niñera, se vuelve amiga de su padre. ¿Y que esperabas?-le dije enojado, mi cara tomo color rojo, estaba enojado y quería irme, mas bien..debía irme con mi hija.
Empece a caminar, mi mejor amigo me esperaba a tan solo unos metros de ahí. camine seguro y a paso firme de ahí, me quede parado enfrente de ella y la mire enojado.
-Me alegro, no haberme enamorado completamente de ti. Gracias por enseñarme que la única mujer que tendré en mi vida y corazon, sera Zoey. MI hija, por que tuya no es.
-Yo la tuve nueve meses dentro mio! claro que es mi hija..-dijo gritando mientras lloraba, yo le sonreí cínico.
-Tal vez..pero ¿te digo algo?-dije acercándome un poco a ella y le sonreí molesto.- Yo la tuve seis años, y los que sigan. Tu solo meses, tu no la cuidaste, tu no la arrullaste, tu no estuviste despierta toda la noche por que no dormía, tu no la viste reír por primera vez, tampoco cuando dijo su primera palabra..-todo eso lo había dicho tan rápido y enojado que ella había vuelto a llorar y yo solo sonreía.- Y¿sabes cual fue su primera palabra? fue papi.- dije sonriendo victorioso.- No fue mami, ni mama. Fue papi.
-Eres un idiota..un maldito.-dijo llorando, cubrió su rostro, ¿me sentía culpable? No. Así que suspire dejando ver una sonrisa cínica.
-Seré un idiota, pero maldito no. Maldito es dejar a sus hijos y volver por ellos cuando nunca se preocupan por el y tratan de solucionar todo siendo su niñera. Bueno Margo, tengo que ver a la niña de mis ojos, nos vemos..-dije poniendo mi mano en mi barbilla, ella alzo la mirada esperando que le dijera lo que esperaba, pero no.- Así, nunca, no nos volveremos a ver nunca mas. Y si te acercas a mi casa o a mi hija, te demandare.
La deje, antes de que hablara y una lagrima solitaria descendió por mi mejilla la cual no limpie. Debía desahogarme y lo haría, pero después. Me acerque a mi mejor amigo, el cual no me reclamo nada de lo anterior, ya que conociéndolo el odia ahora a esa mujer al igual que yo.
La escuche llorar y cuando me gire para verla, estaba de rodillas en el pavimento llorando. La deje ahí, no merecía mis lagrimas ni mi lastima. Connor y yo, corrimos a su auto para irnos donde nuestra pequeña.
-¿Estas bien amigo?-pregunto mi amigo sin dejar de mirar el camino, yo solo desvié mi mirada a la ventana, solté un ronco y fuerte sollozo de dolor, dejando salir todas las lagrimas que había dejado estancadas para demostrarle a esa mujer, la mujer que de la cual me enamore. que yo era fuerte.
-¿Por que ella?..-dije llorando, estaba destrozado, todo estaba pasando peor de lo que imagine.
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Hello Dad!
Teen Fiction¿Que haces cuando eres joven y una pequeña aparece en tu vida? Sin previo aviso, a mis 23 años una criatura apareció en mi vida. No debo decirte mi información, no tengo por que darte algo que en esta historia no importa, mi nombre es Michael y la c...