Capítulo 1

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 Me removía con incomodidad en la camilla del hospital, era realmente extraño no estar usando ropa interior y solo una bata. Por suerte ya estaba anestesiada, pero los doctores se estaban tardando más de lo que deberían en decirme como se encontraba mi pierna luego de haber realizado procedimientos quirúrgicos con ella. En ese momento entró una doctora mirando unos papeles con el ceño fruncido.

-Eh...Hola señorita Tassone ¿Cómo se encuentra?- La mujer preguntó con una sonrisa. Yo entre cerré los ojos porque fui capaz de notar un leve nerviosismo en ella, si no fuera una persona tan observadora jamás lo habría notado, pero afortunadamente lo soy.

-No sé, dígamelo usted, después de todo saberlo es su trabajo.-Se le borró la sonrisa de la cara y se puso colorada. Se supone que los doctores tienen que transmitir seguridad y confianza y lo único que me transmitía ella y su expresión, era que debía estar a punto de morir. Quizá no debería haber sido tan cortante con ella, pero los hospitales me ponían de mal humor. Olor a medicamentos y desinfectante, blanco insulso y aburrido por todas partes...

-¿Están sus padres con usted?-No creía que eso le fuera a servir para darme un diagnostico o algo, pero bueno.

-No, tienen cosas más importantes que hacer ¿Hay algo por lo que tengo que preocuparme?

-Pues, digamos que lo de usted no es solo una pequeña fractura. Como sabrá y calculo que fue capaz de ver su fractura de tibia fue expuesta. Al estar en ese estado la probabilidad de infección es muy elevada...

-¿Está diciendo que se me infectó la fractura?-Su actitud dubitativa logró molestarme ¿Tan difícil era decirme que me estaba sucediendo? No entendía a las personas que tardaban tanto en contar cosas o llegar a un punto. Tal vez porque yo iba directo al grano, y la verdad es que gracias a eso algunas cosas se me facilitaban y otras se me complicaban. Digamos que a las personas, la mayoría de las veces, no les gustaba la sinceridad ¿Era la única que creía extraño el hecho de que a algunas personas verdaderamente les gustara la falsedad? ¿Estaba loca por pensar que las verdades, por más dolorosas que fueran, eran mejores que las mentiras decoradas con falsedad? Tal vez.

-Sí, señorita. Y para que esta se cure su recuperación durará bastantes meses, comparado con la recuperación de las fracturas que no son expuestas. Aproximadamente unos seis si todo marcha bien.- Gracias a ese estúpido rubio. Bueno, mejor para mí, iba poder faltar a clases aunque sea los primeros meses de recuperación. No es que no me gustara ir a la escuela, ya saben todo eso de aprender y adquirir conocimientos estaba muy bueno y era necesario; mi único gran problema era que no podía mantener mi total atención en algo por más de veinte minutos, siempre terminaba distrayéndome con algo. Sin darme cuenta una sonrisa se había comenzado a formar en mi cara-¿Por qué está sonriendo? ¿Se da cuenta de que esas son malas noticias?

- Claro que me doy cuenta de que es malo, pero siempre hay algo bueno en las cosas malas-Aunque no pareciera a veces podía ser una persona optimista. Pero el sarcasmo jamás abandonaba mi lengua.

- Ya lo creo...Oh, casi me olvidaba. Hay un muchacho que no para de preguntar por usted y está volviendo a las enfermeras locas, quizá debería hablar con el.-Rodé los ojos ¿A caso no era suficiente haberme fracturado e infectado por su culpa? Asentí y la doctora salió a buscarlo. Se me hacía extraño que alguien se dirigiera a mí de forma tan formal y correcta. La cosa era que ya nadie hablaba así, las personas usaban términos callejeros en la mayoría de las situaciones; pero tomando en cuenta el hecho de que quien me hablaba era una doctora con estudios, diplomas y determinada forma de dirigirse hacia los pacientes, no era tan extraño.

Cinco minutos después tocaron la puerta, y luego de gritar pase esta se abrió lentamente dejando ver al causante de mi lastimadura.

-Hola.-Lo miré y no dije nada.- Perdóname, yo no quise lastimarte ni nada. Es que aparecis...

Fastidiosamente tímidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora