¿Te burlas de mí?

Capítulo 19

24 de agosto de 2015

—A ver, esto te dice si estás embarazada y de cuánto tiempo estás.

—¿No debería hacerme uno de los de toda la vida?

—Esto lo anuncia la tele, tiene que ser fiable.

—¿Cuántos has comprado?

—Dos, para asegurarnos.

—¿Y si tú te haces uno y yo otro?

—Yo no tengo posibilidades de estar embarazada.

—Has tenido sexo con Daniel.

—Con protección, así que nada de pruebas de embarazo para mí.

—¡Acabas de reconocer que te has acostado con Daniel!

Le tiro un cojín y huye de nuestra habitación con las pruebas de embarazo. Hemos aprovechado la hora del parchís de la abuela, que mamá está trabajando y que Daniel está en la ciudad, para saber si Iris está embarazada en la mayor privacidad posible. Estoy prácticamente segura de que el test dará positivo, es un presentimiento. Poco después Iris regresa y deja las pruebas sobre la mesilla de noche, después se tumba en la cama junto a mí.

—Tres minutos.

—¿Estás nerviosa?

—Mucho.

—¿Qué harás si es positivo?

—Ser mamá.

—Eres tontísima. —Me río—. Voy a ser tita.

—Tita Dafne.

—Suena bien.

—Pero odias a los niños.

—No odio a los niños, solo que nunca he tratado con ellos. —Ruedo los ojos—. ¿Ha pasado ya el tiempo?

—Creo que sí, míralo tú.

Me levanto de la cama y cojo las pruebas sin mirar el resultado. Observo a mi hermana cerrar los ojos con fuerza mientras reza, o creo que reza. Le doy la vuelta al primer test y suspiro cuando veo lo que pone. Iris abre un ojo y me mira. Hago lo mismo con el segundo test e intento no mostrar ninguna emoción.

—¿Entonces...?

—Más te vale hacerme madrina de la criatura sino me enfadaré.

Le tiro los dos test y espero a que se dé cuenta de lo que estoy diciendo. Ambos son positivos y dicen que está de dos a tres semanas. Es gracioso ver como su cara cambia de confusión a emoción. Prácticamente no me doy cuenta de cuando ha saltado sobre mí para darme un abrazo.

—¡Voy a ser madre!

—¡Enhorabuena!

Las dos comenzamos a gritar como histéricas. No sé quién está más emocionada si ella o yo. Todo se acaba en cuanto oímos ruidos en la planta baja, Iris se apresura a esconder los tests y me obliga a no decir nada, solo puedo obedecer.

(***)

25 de agosto de 2015

Por primera vez desde que estamos en Sevilla, Daniel me ha llevado a trabajar con él. Ha sido porque he insistido y he gritado que no soy una inútil, creo que incluso le he hecho sentir mal. Pero ha merecido la pena, no podía quedarme en casa sin hacer nada.

Hace diez minutos que hemos regresado y lo primero que nos hemos encontrado ha sido a mi abuela doblando ropa. Yo que estaba deseando meterme en la ducha y quitarme este calor infernal de encima, me he visto obligada a doblar sábanas con ella.