Un golpe.
¿Por qué una persona tiene que soportar ésto?, se preguntó Harry. Él siempre trato de ser invisible y no causar problemas con cualquier persona, pero lo entendía, es diferente de los matones que lo golpean todos los días.
Segundo golpe, ésta vez en el estomago. El adolescente sintió que el aire que contenía se le escapó de los pulmones, no pudo evitar caerse al piso.
"¡Levántate, gusano!" gritó uno de los abusones mientras golpeaban sin razón alguna al flacucho rizado que estaba tirado en el suelo y se reían de él. Harry no quería levantarse, le dolía todo el cuerpo a causa de los golpes. Sabia que si lograba levantarse lo iban a seguir golpeando y con mucha mas fuerza simplemente por haber juntado valor para ponerse de pie. Se quedo quieto en el suelo, respiraba profundamente para recuperar el aire, prefirió quedarse quieto y no hacer frente a ninguno de aquellos abusivos.
"Veo que ya encontraron al mariquita" dijo un chico el cual no pudo reconocer su voz. Harry tenia miedo de moverse, pero sabia que era otra persona la cual quería participar del 'show'. "¿Ya se enteraron? ésta perrita es gay." preguntó socarrón, resaltando la palabra 'gay'.
Harry no sabia como se habían enterado, el miedo lo estaba comiendo vivo. El rizado no entendía como es que había pasado todo esto, solamente le dijo a dos personas que eran de su total confianza. Sentía odio, ya no sabia en quien confiar para contarle sus sentimientos, Niall y Zayn eran sus mejores amigos. ¿Por qué me harían esto? se pregunto, no creía que las únicas dos personas que tenia en el mundo lo traicionen, quería pensar que todo es un error o un simple sueño, que mañana nada hubiese pasado y que todo estaría mejor.
"¿Es gay?" preguntó el que hace unos minutos lo estaba golpeando e insultando. Miró a Harry por unos segundos, su mirada estaba cegada de odio y asco. "¿Y si le mostramos que les pasa a los putos como él?" dijo en un tono de burla, todos rieron a carcajadas que Harry ya tenia conocidas junto a sus nombres. Siempre se reían y lo golpeaban, esto viene de hace años. Pero sabia que esta vez iba a ser diferente, sabia que hoy no podía llegar a su casa simplemente con dolor en las costillas o un ojo morado, cuanto mucho. No. Sabia que esto iba para mas, que quizás podía llegar a terminar en un hospital y todo por saber sus preferencias sexuales.
Tercer golpe dirigido a sus costillas, fue una patada, le dolía como la mierda pero no se podía quejar, que gritase del dolor solamente les daba ganas de seguir golpeándolo. Después de ese vinieron mas y mas. Ya no iban a parar hasta que se desmaye, el flacucho pensó hasta que se podría llegar a morir. Cada paliza que le daban era mucho mas fuerte que los anteriores, dolían mucho más. Escucho una carcajada muy familiar, pero ya no se podía concentrar en éso, ahora lo único que sentía era el ardor en la cara y profundo dolor en el estomago y costillas. El cuerpo ya no lo sentía. De repente el dolor se iba apagando, la tranquilidad lo invadía. No entendía lo que estaba pasando pero se sentía bien. Los golpes ya no los sentía tan dolorosos y las carcajadas se escuchaban lejanas. Ya no había nada. Todo se le volvió negro.
Abrió los ojos despacio debido a una luz blanca demasiado cegadora. Despertó en una habitación blanca, pero no era un blanco frió y triste, era un blanco bastante brillante que le transmitía calma. La habitación era bastante nueva, parecía que no despertó en la habitación blanca triste con las sabanas viejas y olor a enfermo. Parece que no estaba en el viejo hospital que solía frecuentar por diferentes razones.
No tenia nadie alrededor, estaba solo como la mayor parte del día. Exceptuando que ahora tenia un dolor en todo el cuerpo por el cual en cualquier momento seria capaz de gritar. La bata blanca le cubría el torso y le llegaba hasta las rodillas. Harry podía ver los moretones en sus brazos y la parte visible de sus piernas, eran muchos y éso que todavía no había visto su cuerpo entero. Le dolía como la mierda. El rizado tenia el miedo y la adrenalina corriendo por las venas, necesitaba que llegue una enfermera que le cuente como llego hasta allí y cuales son las lesiones que tenia. No se podía mover, el poco movimiento que hacia le causaba un dolor desde la punta de los pies hasta cada centímetros de su cuerpo.
¿Ahora qué voy a hacer?, se preguntó. Harry siempre trató de mantener ésas cosas en secreto, en no mostrarse ni nada. Porque sabia que a pesar de nunca haber tenido un novio o salir a mostrarse, si se enteraban, los maltratos que sufría todos los días no iban a ser nada comparado a lo que puede llegar a sufrir de ahora en adelante. Estaba completamente seguro de no habérselo dicho a nadie mas que no sean sus dos mejores amigos Niall y Zayn. ¿A quién se lo podría decir? si yo no tengo amigos, pensó. Los chicos me apoyaron y aceptaron mi decisión, todo el tiempo Niall me repetía que debía decírselo a mi familia. Ellos siempre estuvieron conmigo. No pueden traicionarme.
Los pensamientos inundaban la mente de Harry, él estaba seguro de que sus únicos amigos no lo traicionarían. Pensó en todo lo que estuvo pasando este ultimo tiempo, pensó desde como les dijo su decisión hasta como fue que inicio su amistad.
Un año y medio desde el primer golpe que recibió y la única razón fue por no ser como ellos, un abusivo como son los que lo golpeaban casi todos los días. Primero habían sido un par de golpes, él pensó que seria temporal, que un par de días y se iban a cansar. Pensó que terminaría, espero a que pasara pero nunca pararon. Las golpizas se volvieron rutina y ya no podía pararlas y el problema del rizado era que temía que lo golpearan mas fuerte por querer revelarse, por querer juntar valor y hacerse valiente. El miedo de sufrir mucho mas era lo que no lo dejaba liberarse.Niall apareció un día común en la rutina de Harry, lo ayudo a levantarse después de que los matones lo dejaran tirado en el piso luego de haberse vuelto como una bolsa de boxeo para ellos, le había limpiado la nariz que tenia llena de sangre y curado todas las demás heridas. El rubio le presento a Zayn, quien era su mejor amigo desde preescolar. Luego de ese común encuentro, los tres fueron inseparables. A Harry no lo dejaron de golpear, pero siempre que estaba con Niall trataba de defenderlo, a pesar que después los dos puedan llegar a terminar en el piso. Harry sonrió con algo de melancolía al recordar como se conocieron
"¿Señor Styles?", le preguntó al pequeño adolescente un doctor de al rededor de unos veinte años, sacándolo de sus pensamientos. El primer pensamiento de Harry al verlo fue que era hermoso. El doctor estaba concentrado en una libreta escribiendo quien-sabe-qué mientras que el pequeño hormonal Harry estaba babeando por él; aunque el doctor no lo esté mirando directamente a él, Harry pudo ver que tenia unos ojos muy hermosos, no era muy alto pero ésto al el no le importaba. Estaba muy ocupado babeando por un médico de alrededor unos tres años o más mayor que él. El corazón de el rizado latía fuerte y descontroladamente, sentía que se le iba a salir del pecho. Todavía no lo había mirado y ya sentía que iba a explotar. ¿Ésto es el amor a primera vista?, se preguntó. El mayor levanto la vista de la libreta y le dejo el camino libre para ver esos hermosos ojos. Celestes, dijo para sus adentros Harry, esos hermosos ojos son celestes. Los dos estaban hipnotizados, lo único que podían ver eran los ojos de cada uno. El medico salio de su trance y carraspeo para hablar. "Soy tu doctor, Louis Tomlinson."
Harry ya había caído.
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Ayudame a ser feliz «Larry»
أدب الهواةLouis es un importante doctor en su ciudad que, a sus pocos veinticinco años, heredó la prestigiosa clínica Tomlinson. Harry es un simple estudiante de dieciséis años que sufre hostigamiento. ¿Qué pasaría si estas dos personas totalmente diferentes...