Shion: "Su voz me inundó por completo, entre las paredes, de ese pequeño bar..."
Nezumi: "Su insistencia y personalidad me incitaban a acercarme cada vez mas..."
Hola :3 Soy dreamerbevi , y seré quien escriba los capítulos narrados desde el punto de vista de Nezumi. Espero que os guste :3
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Capítulo 1:
Nezumi:
Despertarme solo por las mañanas y no encontrar a nadie en casa era parte de mi rutina diaria. Me encaminé a la cocina, si es que a esa pequeña habitación con un fogón junto al fregadero se la podía llamar cocina. Miré dentro de la pequeña nevera medio vacía, al menos quedaba un yogur, algo era algo... No vivo en las mejores condiciones, pero me las apaño sin ayuda de nadie. Tras comerme el yogur, me acerqué a la jaula de mis ratones, tres pequeños roedores del mismo tamaño, pero de distintos colores. Abrí la jaula.
-Sintiéndolo mucho, a vosotros os toca buscaros la vida- dije en lo referente a la comida- no me miréis así, os he dicho miles de veces que podéis iros y no volver- ¿que hacía hablando con tres ratones? pensaba- me voy a volver loco a este paso...- mascullé. Siempre dejaba a los ratones sueltos cuando me iba a clases, así los pequeños animales salían a buscar lo que pudiesen a la calle. A veces pensaba que por su bien era mejor que no regresasen, pero en cierto modo me sentía feliz de que siempre volviesen. Sin ellos estaría solo.
Salí a la calle aquella mañana. En ese barrio de mala muerte donde el asfalto está cuarteado y donde el agua sucia de las alcantarillas comienza a desbordar. En ese barrio de mala muerte no puedes fiarte de nadie. Por experiencia se, que ni del niño con la cara mas dulce e inocente, ni siquiera de un niño así podías fiarte, cabía siempre la posibilidad de que fuese un timador de primera. Mientras andaba por la calle esquivando el agua sucia y las baldosas mal colocadas del suelo, miré al cielo. Ese cielo sobre mi cabeza de un gris triste y sucio, solo me inspiraba tristeza. "Este lugar está podrido como yo" pensaba en una sonrisa de medio lado.
Llegué a mi nueva escuela, solo estaba allí por asignación, por que estaba obligado a estudiar por ser menor, aún a pesar de querer estar trabajando "comer es más importante que estudiar" mascullaba en mi cabeza. Todo era impecable, no vi ni un chicle pegado en el suelo, todo sorprendentemente limpio y perfecto. Miré al cielo en busca del cielo gris que había contemplado esa mañana, pero solo vi un azul perfecto y homogéneo, sentí rabia entonces. ¿Por que hasta el cielo era mas claro y limpio allí...?
Con solo entrar por la puerta, supe que llamaba la atención. Chicas y chicos me miraban, y lo odiaba. Me gustaba la calma y la discreción, y ahora no gozaba de ninguno de ellos... un chico de mas o menos mi edad pasó caminando con una chica de pelo corto. El chico tenía el pelo blanco, ¿es que acaso buscaba llamar la atención? Tenía el rostro dulce y delicado, casi como el de una chica, en definitiva no le hacía falta teñirse el pelo para llamar la atención, solo con ese aspecto tan delicado ya lo hacía. No me había dado cuenta de que estaba analizando al chico con detenimiento hasta que este me miró fijamente a los ojos "rojos, ¿por que rojos?¿era probable que también usase lentillas?"
