Capítulo 12.

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Era Miércoles, y por fin ya estábamos a mitad de semana, ya quedaba menos para el viernes, y para poder salir de fiesta con Daniel, el que, damas y caballeros, es ahora mi novio. Sí, así es. Decidí dar un pequeño paso e intentar olvidar al idiota e inmaduro de Jake, aunque bueno, se me hace algo difícil.

Me colgué la mochila después de haber tocado la sirena indicando el final del día y salí por el pasillo principal.

En la puerta de la salida estaba Jake, el que observaba por todos lados intentando buscar a alguien, que casualmente fui yo.

Agarró mi brazo, haciendo algo de fuerza, a lo que me quejé con un tirón de brazo para intentar deshacerme del agarre.

-Suéltame Jake. -musité molesta mientras le fulminaba con la mirada.

-Tendrás primero que venir conmigo a explicarme un par de cosas.

-A ti no tengo nada que explicarte, -chasqueé la lengua y sonreí hipócrita. - El único que tendría que explicar algo serías tú.

-Las damas prime... -pero antes de que pudiese terminar de hablar, el puño de alguien impactó en su cara, haciendo que soltase mi brazo, el cuál ya dolía un poco por la fuerza que tenía.

-¿Estás bien Dakota? -dijo Daniel mientras se ponía al lado mío, haciendo que ahora mismo nada me pudiese pasar.

-Sí, gracias. -sonreí mirándole.

-Tú, -escupió con odio mientras se acercaba a Jake- no se te ocurra tocar a mi novia.

Jake a pesar de la sangre saliendo de su nariz, alzó la cabeza y arrugó el ceño.

-¿Tu qué?

-Lo que escuchaste Jake. No se te ocurra volver a tocarla. -advirtió esta vez con más énfasis.

Daniel me ofreció su mano, y con algo de vergüenza la acepté. Ambos salimos de allí y nos dirigimos a su coche.

-¿Me permites llevarte a algún sitio a comer?

-Con mucho gusto. -dije sonriendo y mirando sus grandes ojos.

El aparcó frente a la entrada de un bosque, y con mi instinto de niña pequeña salí casi corriendo. Esta era mi vida. Siempre que era pequeña y mi padre tenía alguna tarde libre, le rogaba que viniesemos a algún bosque de la zona.

-Increíble. -dije contenta observando todo lo que me rodeaba.

-¿Te gusta? -preguntó a mi lado con las manos en los bolsillos.

-Sí, mi padre me solía traer a estos sitios siempre. -dije en un susurro, recordando todos los momentos que había pasado con él.

Comencé a caminar por el pequeño sendero y ambos llegamos a una zona más despejada.

Él soltó la cesta en el suelo y me acompañó al borde. Desde aquí todo se veía precioso.

-Desde aquí todo parece más bonito, ¿no? -preguntó mirándome de reojo.

Yo asentí y seguí observando el lugar. Noté su mano rodear mi cuerpo y los nervios se apoderaron de mí. Al principio estaba acostumbrada a que eso me lo hicieras sólo Jake.

El notó mis nervios así que me soltó y se alejó un poco de mi.

-Lo siento. -susurré.

Él no contestó, sólo se dió la vuelta e ignoró mi llamada.

Me separé del borde y lo seguí.

-Lo siento, ¿sí? -bufe algo incómoda por la situación- Es que sigo sin asimilar...

Me cortó y terminó la frase por mí .

-...lo de Jake, si, lo sé. -bufó molesto y cogió la cesta.

-¿Qué haces? -pregunté observando su caminar rápido.

-Me voy. -soltó serio.

-¿A dónde?

-Pues a mi casa,  si te parece. -contestó lo más borde posible.

-¡Espera Daniel! -grité exasperada.

Se paró de golpe y me miró.

-No puedo estar contigo y que tú no pares de pensar en Jake, el mismo que te engañó. Yo mientras acepto que sigues enamorada, y me comporto como un idiota. Pues creo que esto llega a su fin, -sonrió falsamente- fue bonito mientras duró.

Después de eso se subió a su coche y se marchó, dejándome allí tirada en medio de un bosque.

Me acerqué al árbol más  cercano y después de apoyar mi espalda en el tronco, me deslice hasta quedar en el suelo.

Abrí mi mochila y cogí mi móvil, ahora mismo necesitaba hablar con él y arreglar de una vez por todas esto.

Marqué el número y al momento éste contestó.

-¿Dakota? -preguntó extrañado.

-Necesito que me vengas a buscar a un sitio, además de eso quiero hablar contigo.

-Mmm... vale, mándame tu ubicación y estaré allí en cuanto pueda.

-Gracias Jake. Y oye, siento lo de antes.

Dicho eso colgué el teléfono y le mandé mi ubicación por un mensaje.

Esperé por una media hora hasta que el coche de Jake aparcó frente a mí.

Me levanté y sacudí mi pantalón de la tierra que había allí.

Entré por la puerta derecha y me senté. Suspiré cansada y tapé mi cara con mis manos.

-¿Qué pasó? -Me preguntó Jake.

-Nada me sale bien en esta vida. -susurré.

-Te salió bien el conocerme a mi.

Gracias a eso consiguió hacerme sonreír, a pesar de que ahora ya bajaban las lágrimas por mis mejillas.

Noté sus brazos rodearme y atraerme a él.

-Lo siento muchísimo Dakota. Siento lo que te hice, fui un estúpido al no valorar lo que tenía delante. Preferí una piedra del camino antes que un bonito diamante. Jamás me había arrepentido tanto de algo como de eso. -habló estando yo entre sus brazos- Te amo y eso nadie lo cambiará.

Un pequeño nudo se acomodó en mi garganta y fue imposible pronunciar palabra. A cambio de eso, me incorporé y junté mis labios con los suyos.

Al principio le sorprendió pero después me siguió el beso.
Esto era lo que yo echaba de menos, estar al lado de la persona que amo.

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Dios mío, ¿cuánto llevo sin actualizar?
Siento la demora, pero ya he vuelto.
Y aviso, ya queda poco para que la historia termine.
Quizás un capítulo más o dos.
Y sin más, ¡hasta pronto! ♡







Enamorada de la persona equivocada. #Wattys2016 [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora