— ¡Otra vez papá! —Suspiró Natalie al entrar al despacho de su padre y encontrarlo dormido sobre la mesa con una botella de Whisky.
Lentamente se acercó hasta él y apartó la botella de sus manos.
—No me gusta verte así. —Musitó con tristeza y trato de levantarlo pasando sus brazos alrededor de su cuello y tomándolo del torso.
Ian comenzó a emitir algunas palabras sin sentido debido a su estado y su cuerpo pesaba.
—Ni....na, mi a...amor —Dijo arrastrando las palabras mientras abría los ojos poco a poco.
Se detuvo un momento y miró fijamente a su hija.
—Vol..viste... volviste Ni..na —Mencionó con una sonrisa.
—Soy yo papá y tengo tantos deseos como tú de que mamá vuelva. —Murmuró Natalie mientras lo llevaba a su habitación haciendo un gran esfuerzo por no rodar juntos en las escaleras.
Cuando finalmente llegó hasta la habitación, dejo a su padre en la cama. Ian siguió susurrando palabras hasta que finalmente el sueño lo venció y se quedó profundamente dormido.
Natalie opto por quitarle sus zapatos y cubrirlo con la manta, se acercó hasta él y deposito un beso en su frente.
—Descansa papá. —Dijo para después salir de la habitación y dirigirse a la suya.
Al entrar no pudo evitar tomar de su mesita de noche el pequeño retrato en donde estaban Nina y ella.
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Miró esa foto y sus lágrimas comenzaron a caer mientras a su mente venía un recuerdo hermoso con su madre.
Flashback
— ¡Hola mi amor! —Dijo Nina apareciendo en el marco de la puerta de la habitación de su hija.
— ¡Hola má! —Respondió sin mirarla dibujándose una pequeña sonrisa en su rostro sin despegar su mirada de su notebook. Estaba acostada en su cama con un lindo pijama de ositos.
— ¿Qué está haciendo mi bebé? —Preguntó para después acercarse hasta ella y sentarse en el borde de la cama, cerca de ella.
—Terminando mis tareas.
—Contestó mientras terminaba de escribir las últimas dos líneas de su conclusión.
—Vine a darte las buenas noches mi amor. —Dijo Nina acariciando el cabello de su hija.
— ¡Terminé! —Expresó guardando su trabajo y cerrando su portátil.
Miró fijamente a su madre con una sonrisa la cual ella correspondió con amor.
—Me encanta ver lo responsable que eres con tus estudios y eso me hace sentirme muy orgullosa de ti hija.
