El Espía {Brandon Rowland y Tú} [Editando]

Primer día

—Shawn, tengo miedo, ¿y si me tratan mal y no es todo como me lo imagino?

Pensar en que volvería a entrar al colegio después de estar 3 años escolarizada en casa, era aterrador, en ese tiempo se me había olvidado lo que es hacer amigos y ser social.
Shawn me mira de reojo y vuelve su mirada a la calle, sonríe y abre la boca, sin embargo, no emite ningún sonido.

—Si lo hacen, solo, recuérdales que eres Kendall Mendes, la gran bailarina estrella del NAO Dance Studio.

Por alguna extraña razón, que Shawn dijera eso me había molestado, no quería ser reconocida solo por saber mover los pies al ritmo de la música. Sonrío, será fácil si lo pienso de otro modo.

Al llegar al instituto, un grupo de chicas rodearon el coche de Shawn, impidiéndonos el paso al instituto, vi una figura esbelta de una mujer de unos 40 y pocos años.

—A ver, apartaos, venga—. Abre la puerta del coche y hace que salga, junto a Shawn, y mientras ambos hablan, todo el mundo me mira intrigada.

Mientras todo el mundo me miraba, yo solo quería llegar a mi taquilla, dar clases e irme a casa, con suerte creo que Shawn no me vendrá a recoger.

Siento como un hombro choca contra el mío
, y diviso una figura rubia junto a otras dos morenas.

—A ver si miramos por donde vamos—. Y yo, pues siendo como soy no me callé.

—Perdona, esque no había ningún cartel que dijera, aviso, imbécil a dos metros.

Me miró con mala cara, le devolví la cara y una sonrisa.

—¿No hay clases de maquillaje aquí no?—. Hubo un silencio en el pasillo— se nota—. Dije mientras me daba la vuelta y siento que tiran de mi pelo.

—Ni se te ocurra tocarme el pelo bastarda—la agarro las muñecas con fuerza—no vuelvas a molestarme durante mi estancia en este instituto, o te iré arrancando cada pestaña postiza y cada extensión existente sobre ti, estás avisada—.

Mientras voy mirando por mi taquilla se me acerca un chico de ojos verdes moreno y con pecas.

—Hola, soy Hunter, me encantó como dejaste a Madilyn callada, se lo merecía, siento esta bienvenida, es un honor decirte que habrá una fiesta de bienvenida, y estás invitada, no hace falta que traigas nada, solo tu cara bonita.

Las horas pasaron rápido, y las clases también, cuando pude darme cuenta, ya era la hora de salir, y al salir, veo al manager de Shawn esperándome en frente del colegio.

Un montón de chicas vuelven a rodearme y me agobio, empiezo a respirar agitadamente, y lo último que veo es a Shawn salir del coche antes de desmayarme delante de todos.

—Vamos pequeña, ya te acostumbrarás.

Digamos, que por un motivo a mi me metieron a estudiar en casa, porque tenía ansiedad y los sitios públicos me mareaban fácilmente.