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Busque debajo del escritorio en una trampilla que Carter había creado para esconder dinero y algunas pertenencias de valor como el título de la casa, pero no había nada y la desesperación aumentaba mis nervios y mis malos humores. Sofia no estaba mejor y Beyn comenzaba a desesperarse esperando en la puerta mientras vigilaba que nadie nos viera mientras terminábamos de buscar. Conocía está oficina como la palma de mi mano, antes había sido mía, pero no me sorprendió mucho que esta tuviera nuevos escondites secretos, Carter es muy desconfiando y el muy cobarde de vez en cuando oculta cosas de su propia familia.

- Tiene seis escondites y en ninguno está el diario, ¿algún otro? -pregunto Sofia mientras cerraba el hueco que había en la pared con la caja fuerte y luego le colocaba el marco dónde se presentaba un músico de Jazz reconocido en su época.

- Tal vez creó una nueva trampilla y yo no se donde este. -comente mientras apartaba los estantes y todos los objetos cerca de la pared además de examinar el suelo con precaución- Espero que no sea así... -susurre para mi mientras una idea descabellada pasaba fugaz por mi cabeza.

- ¿Qué..? -pregunto Sofia, al parecer me había escuchado y por la confusión de Beyn sabia que él también estaba esperando una respuesta. Suspiré mientras tomaba de la muñeca a Sofia y salía de la habitación cerrando la puerta a nuestro paso y escondiendo la llave en otro hueco de la pared al lado de la puerta.

- Pienso que Carter tal vez no lo escondió ahí por que no quería que lo encontrábamos. -la idea no me gustaba pero estaba entre las opciones, tal vez entre las más cercanas a ser una de las respuestas. Sofia asintió dándome la razón y Beyn desconfío un poco pero termino por aceptar que mi padre guardaba un misterio y ese diario formaba parte de él.

- Tal vez deberías preguntarle, si te da una respuesta negativa sobre su paradero entonces sabremos que hay gato encerrado. -la afirmación de Beyn era buena, pero ya de antemano sabia que Carter no me diría dónde está el diario, aunque valía la pena intentar.

- Yo hablare con él, ustedes busquen por la casa en las habitaciones de este piso, es donde pasa la mayoría de su tiempo y donde esconde las cosas. -comencé a caminar en dirección apuesta a la de ellos con pasos firmes.

Nunca había visto a Carter como mi padre, siempre para mi era aquel hombre que me había salvado de volverme un monstruo, él me enseñó a controlar mi sed y luego me ofreció un papel en su familia como uno de sus muchos hijos. Por otro lado mi madre, aunque no lo sea, para mi lo es todo, ella me acogió en cuanto entre por las puertas de su casa como un muerto de hambre, me vio como hijo de su sangre e hizo que las lágrimas de impotencia por no poder soportar la sed se alejarán con un sube susurro y caricias de sus manos. Ella si era mi madre.

Una ultima inspiración me dio valor para entrar a la pequeña sala previa a la gran sala de estar. Carter se observaba en un espejo, con su fino traje sin chaleco y sin corbata, justo como le gusta estar en casa. Camine hacia él y lo observe por él espejo. Sonrió, mostrando algo que no diría con palabras, algo no me sonaba bien aquí.

- ¿Necesitas ayuda Hugo? -pregunto mientras giraba sobre sus talones y me observa expectante, esperando mi respuesta. Negué con la cabeza mientras caminaba unos pasos más adelante viéndolo de perfil. Aun conservaba esa apariencia de mafioso característica de él.

- No, no quiero ayuda. Solo quiero que me entregues el diario de Mel, lo necesito y es urgente. -si el diario le había pertenecido a ella no había por que pedirlo de por favor, Mel era mi alma gemela y por ello sus cosas eran mías como las mías de ella.

- Sabes Hugo, le das demasiadas vueltas al asunto. -se colocó frente a mi lanzandome una mirada autoritaria- yo conozco ese diario, lo he visto pasar de mano en mano y nadie ha podido abrirlo. Tenia una profecía que solo seria cumplida con el que logrará abrirlo, y esa es tu novia. -mi confusión al parecer lo hizo sonreír y a mi me lleno de cólera su sonrisa, pero continúe escuchando sus palabras- si tu novia leyó ese libro, esta llena de conocimiento y el demonio le puede usar en nuestra contra. Pero... Si aún no ha logrado leerlo, no hay que arriesgarnos a que lo haga. -culminó su relato- no te lo voy a dar, no cuando se del peligro que corre en tus manos.

Hasta ahí llego mi paciencia. Me lance sobre él estampando su espalda en la pared hasta el punto de agrietarse. El saber que Mel podría estar sufriendo en una cárcel creada por ese demonio y que mi padre no me quiera ayudar a recuperarla me llenaba de ira contenida. Mis ojos y los suyos conectaron creando una línea tan tensa entre nosotros que tuve que suspirar para no partirle la cara.

- Te lo preguntare una vez más... ¿dónde está el diario? -dije lentamente como si tratara de explicar el proceso de la suma a un niño de siete años.

- En manos seguras, donde tu jamás lo encontrarás. -una sonrisa surco mi rostro. Lo deje sobre el suelo retrocediendo unos pasos para dejarle espacio a aterrizar.

- Hugo... -llamo Sofia a mi lado.

- Vamos, ya se donde esta.

(...)

Melanie tenia un poder muy envidiado entre muchos y bastante codiciado en el mundo de la magia. Era el poder de la protección. Ella podía ser advertida previamente por sus sentidos de peligros y presencias malvadas, y también podía proteger objetos con códigos bastantes complejos que solo ella lograba desactivar. En manos seguras, como no, Melanie era una completa seguidora de mi papá, además de que siempre hacia las cosas bien, logró controlar su sed de sangre una semana después de haber sido convertida, y domino su poder bien desde un inicio, perfecta para los trucos de Carter según mi punto de vista.

- La princesita, ¿crees que ella lo tenga? -pregunto Sofia mientras apoyaba su paso sobre una de sus piernas inclinando un poco las caderas y colocando las manos en jarra.

- Es mas que obvio. Es la ultima persona en la que pensaríamos, además de que es sorprendente verla metida en todo esto, y su poder le permite proteger el libro. -comento Beyn sorprendiéndome, no sabia que el tenia tanto conocimiento sobre la vida de mi hermana y la manera en la que hablaba de ella me causaba esos celos de hermano hacia la pequeña a la que siempre he protegido como si fuera parte de mi.

- ¿Cómo sabes sobre su poder? -pregunte colocándome frente a él con Sofia de por medio.

- Eh yo... Eh tenido conversaciones ligeras con ella, ya sabes... -dijo bastante nervioso- nuestra prioridad ahora es Mel, ¿verdad?

- Por ahora te salvas. -me acerqué hasta la puerta de color azul que había frente a nosotros. Un signo antiguo a un extremo de la puerta me advirtió de que esta estaba asegurada por uno de sus tantos códigos. No sería fácil abrirla ni tampoco lo intentaría. Melanie siempre ha tenido un gran corazón, mucho nos costó convencerla de que aceptará ser uno de nosotros ya que ella nos veía como monstruos, personas sin corazón. Al final acepto pero bajo sus propias reglas.

Toque la puerta sintiendo una quemazón en mi mano que advertía de lo peligroso que era intentar abrir la puerta. Espere unos segundos unos pasos más atrás y en cuatro escuche la voz de mi hermana susurrar unas palabras les hice unas señas a los chicos para que se alejarán en lo que hablaba con mi hermana.

Las puertas se abrieron y Melanie vestida elegante con un vestido verde y zapatillas bajas apareció con una grata sonrisa que no le llegaba a los ojos. Tome su mano y la lleve hasta dentro de la habitación cerrando otra vez sus puertas.

- Sabes por qué vengo Melanie y espero que me des lo que quiero.

I'll Find You [IWPY#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora