"Unidos por el Destino"

Capítulo 5: "Ni te atrevas a acercarte a mi"

Ambos jóvenes salieron simultáneamente de sus habitaciones y al verse con ropa distinta a la que usualmente usaban se miraron sorprendidos.

¿Ese eres tú?, dijo sorprendida la pelinegra.

Lo mismo iba a decir yo, vaya que unos trapos costosos cambian a la gente dijo irónico el joven de cabello alborotado mirando de pies a cabeza a la bella jovencita.

¿Qué tanto miras?, dijo la jovencita con molestia.

Vaya que todo lo tenias bien escondidito, decía el joven de cabello alborotado mirando las curvas que resaltaban en el vestuario de su bella compañera de equipo.

Estúpido, ni te atrevas a cercarte a mí, dijo furiosa la joven yendo hacia la sala.

Vaya que es bella la amarga dijo el joven de cabello alborotado muy despacio, yendo tras la jovencita.

Mientras tanto en una lujosa oficina:

Ya está todo listo señor para el siguiente ataque, dijo un hombre de lentes oscuros, alto y delgado.

Perfecto, jure que me la pagarían, dijo el misterioso hombre.

Hoy enviaremos a nuestros espías para que conozcan gente millonaria en una de esas fiestas de niños ricos, tal vez allí encuentren los que nos faltan, dijo el hombre de lentes.

Perfecto, pero quiero la niña millonaria Saiya, para cumplir mi venganza, decía riendo con maldad el hombre

Departamento de Milk y Gokú:

Dos jovencitos pelinegros se encontraban sentados uno frente al otro pero con las miradas dirigidas hacia otro lado.

Tanto demoran decía la impaciente jovencita pelinegra golpeando el piso con el taco de su zapato.

Deja de hacer eso o vas a agujerear el piso, dijo irónico el joven de cabello alborotado.

En eso sonó el timbre del departamento: ring ring ring

La pelinegra fue abrir y se encontró con el par de encantadores jovencitos.

Buenas noches, disculpen la espera es que mi Vegui y yo nos entretuvimos por allí, dijo la linda peli azul que vestía un top rojo, una minifalda y tacones.

Si discúlpennos, dijo el jovencito cabello de flama que vestía una camisa deportiva con tres botones abiertos y un pantalón de mezclilla.

Bueno ya que estamos todos vámonos, dijo el joven de cabello alborotado.

Cada pareja falsa fue en su respectivo auto.

Auto de Gokú y Bulma:

¿Debe ser muy emocionante ser detective verdad?, dijo la peli azul.

Sí, pero también es muy riesgoso, dijo el joven de cabello alborotado.

¿Te puedo hacer una pregunta personal?, dijo la joven peli azul.

Claro, ¿dime?, dijo el joven de cabello alborotado con amabilidad.

La señorita Ox es tu novia, dijo la joven mirando la reacción del muchacho que casi choca ante la pregunta.

¡Ay¡, por poco, dijo Gokú frenando su auto.

Parece que te pusiste nervioso, dijo la peli azul.

Ella solo es mi compañera de trabajo, no hay nada entre los dos, dijo el joven de cabello alborotado.

Qué lástima porque harían una linda pareja, dijo la peli azul.

Auto de Milk y Vegueta:

¿Y porqué decidiste ser detective?, es algo muy riesgoso para chica linda como tú, dijo el joven cabello de flama.

Porque me fascina la adrenalina y ayudar a descifrar los misterios, dijo la pelinegra.

¿Y tú novio no es celoso?, me refiero a que por ejemplo ahora por tu trabajo compartes departamento con un chico que no es nada tuyo ¿o me equivoco?, dijo el joven cabello de flama mientras conducía.

Para empezar no tengo novio y si comparto departamento con ese es por trabajo dijo la pelinegra.

¿Me parece o lo odias?, dijo Vegueta.

No claro que no, no tengo motivos para odiarlo, pero prefiero mantener distancias con él, dijo la bella pelinegra.

Cuidadito, porque por ahí dicen que del odio al amor hay solo un pasó, dijo el joven cabello de flama riendo.

Ambos autos se estacionaron frente a la famosa disco "El Dragón Dorado".

Mira la multimillonaria Brief acompañada de... ¿quién será ese joven?, decía una mujer rubia.

Y de eso otro carro baja el multimillonario Ouji acompañado de esa hermosa chica, dijo el hombre como atontado.

Ya tonto reacciona, tenemos que averiguar quiénes son esos desconocidos si están saliendo con los hijos de unos multimillonarios lo más probable es que ellos también lo sean y a lo mejor por ellos podemos ubicar a la niña rica Saiya, dijo la rubia.

Si ojala y através de ellos podamos dar con esa niña, aunque me hubiese gustado poder hablar más con esas dos bellezas, dijo el hombre mirando a la pelinegra y la peli azul, ambas son hermosas, dijo el hombre, mientras la rubia le daba un coscorrón en la cabeza.

Concéntrate en la misión inepto, dijo la rubia.

Los cuatro jóvenes entraron dentro de la disco, se sentaron en una mesa privada mientras tomaban unas bebidas.

Esto está muy fuerte dijo la pelinegra dejando su copa.

No te preocupes linda ahora te pido otra más suave, dijo Vegueta causando los celos de la peli azul.

Vamos a bailar dijo la joven peli azul, sacando a rastras al joven de cabello alborotado.

Creo que tu novia se puso celosa, dijo la pelinegra riendo.

No te preocupes luego lo soluciono, dijo el joven riendo.

Hola, tu eres el hijo del multimillonario Ouji, dijo una coqueta rubia acercándose a su mesa donde se encontraban Vegueta y Milk.

Si, dijo Vegueta mirando a la rubia con desconfianza.

Mucho gusto en conocerte, mi nombre Luna y soy hija del dueños de la cadena de constructoras más grande de nuestro país dijo la rubia para hacer conversación. ¿Ella es tu novia? ¿a que se dedican tus padres?, dijo la joven.

Mi nombre es Milk Saiya, mis padres son dueños de las más grandes cadenas de hoteles de todo el país y del mundo, dijo la joven.

Vaya que suerte la mía, la encontré, ahora a sacarle algunos datos más para planear el secuestro, el jefe me dará un ascenso, pensó la rubia.

La rubia se sentó en la mesa de los jóvenes, a platicar con ellos aunque Milk, no hablaba mucho de ella, más bien Vegueta era quién conversaba, luego se unieron Bulma y Gokú a la plática.

¿Entonces ustedes dos son los famosos hermanos Saiya?, dijo sorprendida de su suerte la rubia.

Si dijo Gokú mirándola con extrañeza.

Pero ustedes viven en la capital oeste, me supongo que solo vinieron por esta fiesta ¿no?, dijo la rubia.

Gokú y Milk se miraron y por primera vez en su vida se sonrieron en complicidad.